La historia arranca con el embarazo de la hija de un importante terrateniente mexicano interpretado por el actor y director mexicano Emilio Fernandez. Este ordena a sus secuaces que le traigan la cabeza del desafortunado padre, un chico llamado Alfredo Garcia. Bennie, un perdedor en toda regla que toca el piano en un antro, se entera que ofrecen una cuantiosa recompensa por encontrar a ese tipo, así que decide preguntar a una prostituta llamada Elita (Isela Vega) si conoce al susodicho Alfredo Garcia y afortunadamente descubre que Elita tuvo un pequeño affaire con él y que al parecer hacía poco que había muerto. En las enormes gafas de sol de Bennie se puede vislumbrar el símbolo del dolar y parte de inmediato junto a Elita hacia el lugar donde está enterrado Alfredo Garcia para "robarle" la cabeza...
Muchas personas consideran está película como un film menor dentro de la filmografía del Loco Sam Peckinpah, pero para mi es desde luego, una de las mejores (por no decir la mejor) películas que ha realizado. Quiero la cabeza de Alfredo Garcia es un film duro de verdad y mucha gente lo puede llegar a encontrar un peñazo de los grandes. Su estética sobria y sin florituras hace que nos adentremos en un universo verdaderamente oscuro y deprimente, donde Bennie, el personaje de Oates llegará a salir de su tumba para vengarse de los asesinos de su AMADA mujer/prostituta (todo el mundo debe saber que esta película es una historia de amor en toda regla). Está bien, Peckinpah tenía una manera extraña de retratar el amor. En una escena podemos ver a los dos tortolitos (Oates y Vega) haciendo el amor como perros y luego ver a Bennie echándose alcohol en la picha porque Elita le ha pegado alguna que otra ladilla, o en otra por ejemplo, podemos llegar a ver a Elita cantando una bonita canción de amor a Bennie en mitad del campo, para acto seguido, (claro está sino no sería Peckinpah) ser atracados por dos hippies drogatas (uno de ellos interpretado por Kris Kristofferson) que intentarán violar a Elita, aunque ella más bien se deja violar. Como veis, Peckinpah pasaba de un extremo al otro de una manera pasmosa, pero solo si entendemos su particular universo de (auto)destrucción, conseguiremos disfrutar con está película. Solo así podremos entender como Bennie emerge de las tinieblas para vengar a su amada o que entable una particular amistad con la cabeza de un muerto y que haga un larguisimo viaje con un montón de moscas a su alrededor.
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