jueves, 9 de julio de 2009

Las Manos de Orlac (1935)


Hoy, Post-nuclear Bloody Diary se viste de gala para presentar una de las grandes películas de terror de todos los tiempos (al menos para mi, claro). Con todos ustedes... ¡Las Manos de Orlac! Dirigida por ese maestro llamado Karl Freund, experto director de fotografía (El Último, F. W. Murnau, 1924) y artífice de films como Doble Asesinato en la Calle Morgue (1932) o La Momia (1932). Aunque pese a tan prometedora filmografía, Las Manos de Orlac supondría su última incursión tras la cámara para después, dedicarse de pleno a la fotografía, su principal ocupación en el cine.
En la película de hoy se nos cuenta la historia del Dr. Gogol (Peter Lorre), un tipo que vive obsesionado por Yvonne (Frances Drake), una actriz de éxito que trabaja en un teatro haciendo obras de terror. El bueno Gogol no sabe que hacer para que Yvonne caiga en sus brazos y olvide de una vez por todas al hombre con el que se piensa casar, el famoso pianista Stephen Orlac (Colin Clive). Así que cuando este último tiene un accidente al descarrilar el tren en el que iba y se machaca las manos, Yvonne le pide ayuda a Gogol para que curé a su amado, y este, ni corto ni perezoso, le transplanta las manos de un asesino experto en lanzar cuchillos (Edward Brophy) que acababa de morir en la guillotina...

Primero de todo me gustaría decir que no he visto la primera versión que dirigió Robert Weine en 1924, ni tampoco la que protagonizó Mel Ferrer en los 60. Es más, ni si quiera he leído la novela Maurice Renard. Pero puedo asegurar que aunque contiene ciertos toques inocentones típicos de los films de los años 30, Las Manos de Orlac funciona magistralemente en todos sus aspectos. La impecable dirección de Freund; la fotografía de Gregg Toland; las estupendas interpretaciones de Frances Drake, el borrachuzo de Colin Clive, May Beatty que interpreta a la ama de llaves alcohólica, y como no, Peter Lorre; y por último no me puedo olvidar de un guión que, salvo algunos altibajos provocados por la censura de la época (1), funciona a las mil maravillas y llega a sorprender de una manera verdaderamente abrumadora. No por menos, tras el guión encontramos entre otros a John L. Balderston, guionista de films como La Novia de Frankenstein de James Whale o La Marca del Vampiro, y al gran escritor Guy Endore, que también participó en La Marca del Vampiro y Muñecos Infernales, ambas de Tod Browning, aparte de esciribir uno de mis libros favoritos, El hombre lobo de París.


Como digo, todos hacen una gran labor en esta obra maestra y todo funciona a la perfección. Peter Lorre esta inconmensurable en su papel y esa imágen de Gogol con gafas de sol y collarín emulando al fallecido/resucitado Rollo, debería quedarse en los anales del cine como una de las interpretaciones más fascinantes de la historia del cine (S-O-B-E-R-B-I-O).


¡¡Un joyón!!

Título original: Mad Love (USA, 1935)
Director: Karl Freund.
Guión: Guy Endore, P. J. Wolfson & John L. Balderston (Leon Wolfson, Edgar Allan Woolf, Gladis Von Ettinghausen y Leon Gordon, sin acreditar), basado en la novela de Maurice Renard.
Actores: Peter Lorre, Frances Drake, Colin Clive...

(1) En la operación que realiza Gogol, la niña iba a morir por culpa de este. Pero al final se cambió por el abandono de Gogol de la sala, pasando a operar su ayudante, el Dr. Wong (Keye Luke). Llamadme sádico, pero la muerte de la niña hubiera sido un punto a favor del film...

4 comentarios:

cerebrin dijo...

Me da un poco de vergüenza decirlo, pero, aún no la tengo vista pese a la enorme fama que la acompaña. Si te vale, la que si he visionado es la versión de Mel Ferrer y Christopher Lee...

Lazoworks dijo...

Coño Cerebrin, ahora si que más defraudado! Es broma hombre.
Bueno, si te sirve de consuelo, pocas veces he visto las películas que reseñas en tu blog... Me estás descubriendo muchas películas que parecen super interesantes!
Ahora, eso si, que no pase ni un solo día más sin haber visto está película. Ponle remedio de inmediato!

cerebrin dijo...

No tranqui, si en estas vacaciones tengo previsto pegarme una buena jartá de clásicos que tengo pendientes...

El Abuelito dijo...

¡Qué le voy a decir! Una de las cumbres del cine enfermo de todos los tiempos... de esta hablé en 2000Maníacos hace algún tiempo... yo sí he visto las otras versiones -la de Wiene es muy destacable, para algo está por medio Conradt Veidt haciendo de pianista-; la de Mel Ferrer es un pequeño fiasco, por no decir otra cosa; hay una tercera "Hands of a stranger" más acertada pero que también carece del pathos magnífico de la versión de Lorre... con ese comienzo en el Teatro Grand Guignol... ¡inolvidable!