lunes, 12 de enero de 2009

Sabine recomienda... Los Cuervos (1962)


Aunque ahora tenga la cara como el culito de un bebé debido al botox, hubo un tiempo en que Arturo Fernandez salía en buenas películas y se alejaba de la imagen de chulo y guaperas de la que ha hecho gala en "cosas" como la serie La Casa de los Lios y el "flin" Desde que amanece aptece. El film que nos ocupa a continuación es una película muy interesante que nos desbela unas grandes interpretaciones y una correctisima dirección de Coll que ya la querrían muchos para sus películas. Y es que Julio Coll fue junto con algunos directores como Ignacio F. Iquino, Julio Salvador y Paco Perez-Dolz, uno de los máximos representantes del cine negro/policiaco que se dio en Catalunya durante los años 50 y 60. De ellos han salido perlas como, Un vaso de whisky, Apartado de correos 1001 o la ya reseñada A Tiro Limpio.

En Los Cuervos, Julio Coll abordaba con maestria un apasionante drama con tintes al cine negro e incluso al cine fantástico, aunque eso sí, sin llegar a consolidarse en ninguno de estos dos géneros. Simplemente contiene algunos elementos de dichos géneros, creando una película algo extraña y especialmente elegante, con un mensaje muy afín y recomendable para los tiempos que corren hoy en día, con nuestro sistema capitalista en claro declive.

La sinopsis de Los Cuervos vendría a ser algo así: un importante empresario llamado Carlos (George Rigaud) cae enfermo del corazón, quedandole apenas unos meses de vida. Rapidamente sus allegados (los cuervos del título) intentarán apoderarse de las acciones de la empresa y así, quedarse con sus bienes. Pero César (Arturo Fernández), su secretario, intentará por todos los medios que la empresa no se venga abajo y le propone a Carlos que se someta a una revolucionaria operación por la cual conseguirá vivir. Pero para ello deben encontrar a un hombre que este dispuesto a dar su vida por la de este empresario (y eso no es fácil)...

Aparte de este mano a mano interpretativo entre Fernández y Rigaud, en Los Cuervos también encontramos a Rosenda Monteros en el papel de la hija de Carlos, y de la mujer de la que aparentemente está enamorado el picha brava de Arturo Fernandez. Y es que aparte de querer ayudar a Carlos, Cesar también intenta conquistar el amor de su hija, por lo que, una vez más gracias al dinero que hay en juego, la desconfianza y el recelo vuelve a darse en la película. ¿Querrá el personaje de Arturo Fernandez de verdad al personaje de Rosenda Monteros, o será una sucia patraña para conseguir hacerse con la empresa de su padre?

1 comentario:

cerebrin dijo...

Pues si, Arturo Fernández antes de decantarse por la comedieta, tiene una filmografía la mar de interesante, sobre todo dentro de títulos de cine negro, con la que más de uno y de dos se sorprendería...