Post-nuclear Bloody Films: The Balcony (1963)

lunes, 4 de febrero de 2008

The Balcony (1963)

La película empieza con pequeños fragmentos de documentales que muestran a una población crispada. En dichas secuencias vemos entre explosiones a la las fuerzas del orden que intentan establecer la normalidad en medio de una ola de violencia. Luego la acción se traslada a una especie de burdel en el que tres tipos haran realidad sus más oscuras fantasias. El primero, se disfrazará de obispo y dará el indulto a una joven que inventará sus más oscuros pecados; el segundo, disfrazado de general del ejército, actuará como si su acompañante fuera una yegua; y por último, un tercero disfrazado de juez hará confesar a una hermosa chica de sus actos delictivos ficticios (aunque ella le dice que antes le tiene que lamer la suela de sus zapatos para que lo haga). Pero el destino de estos tres sencillos hombres se verá truncado cuando llega al prostibulo el jefe de policia interpretado por un sobervio Peter Falk (que recordareis de la serie "Colombo"), que pide a la Mme. del burdel que se haga pasar por la Reina y que se pasee delante del pueblo para que vea la ciudadania que los revolucionarios no han conseguido acabar con el Estado. Pero la Mme. se niega y a cambio le ofrece al jefe de policia la opción de sacar a pasear a un Obispo, un General del Ejército y un Juez, sus tres clientes. Dicho y hecho, los tres farsantes salen a la calle en un coche ante la gran crispación que se vive, pero pronto verán que la ciudadania no esta enfadada con ellos, todo lo contrario: les vitorean. Por ese motivo, los tres farsantes piensan que podrían hacerse pasar por los representantes de la Iglesia, del ejercito y de la justicia para siempre. De hecho, no hay nada que les diferencie de los originales, ya que tan solo es un disfraz lo que les hace poderosos.

Esta ingeniosa película dirigida por Joseph Strick y que cuenta con unas impresionantes interpretaciones, nos hace ver mediante esta hilarante historia que no todo es tan real como parece y que los representantes de las instituciones estatales son meros monigotes impuestos por los goviernos. Incluso (alguno de) los revolucionarios (en el film el revolucionario es Leonard Nimoy/Spock) que dicen buscar la libertad del pueblo solo buscan el poder...

Me encantó la frase con la que acaba el film y que dice Shelley Winters (Lolita) mirando a cámara y diciendonoslo claramente a nosotros, los espectadores: "Id a vuestra casa, vuestra casa es vuestra cama. Pero estad seguros de que todo será más falso de lo que es aquí".