Creep
(Patrick
Brice, EEUU,
2014).
Ante la invasión de found
footage
que estamos sufriendo se agradece ejemplos tan divertidos y mordaces
como el que ha realizado Patrick Brice (que además de dirigir y
escribir el guion, también aparece como actor) junto al padre del
numblecore
Mark Duplass (en funciones de actor, productor y guionista). Un
hombre dice morirse e invita a otro a que haga una especie de
documento final sobre sus últimos días en la Tierra, con esta
premisa Brice/Duplass revolucionan, zarandean y se ríen de este
subgénero tan de moda últimamente. No se la pierdan. Clasificación:
Horsehead
(Romain
Basset, Francia,
2014).
Lo que más me llamaba la atención de esta película era, sin lugar
a dudas, su empaque onírico, su erotismo y, como no, la presencia de
la estupendísima Catriona MacColl (El
más allá,
Aquella
casa al lado del cementerio).
Sin embargo las expectativas se esfuman nada más comenzar la
película y el aburrimiento se apoderó de mí. Eso sí, MacColl está
muy sensual y atrevida pese a estar en una edad algo avanzada para
estos menesteres. Clasificación:
Honeymoon
(Leigh Janiak, EEUU,
2014). Original
e intimista película de ciencia ficción y terror que cuenta con la
presencia de la bellísima Rose Leslie (Juego
de tronos)
y Harry Treadaway (Control),
que encarnan a una pareja de recién casados que pasaran una
inolvidable y terrorífica luna de miel. Atención a la revisión que
hace de todo un clásico ci-fi de los 50. Una joya. Clasificación:
Let
us prey
(Brian O’Malley, Reino
Unido / Irlanda,
2014). Esta
es otra de las cintas que más expectativas me habían creado y que
se derrumban conforme avanza. Una historia algo confusa y una
narración algo atropellada hizo el resto. Eso sí, Pollyanna
McIntosh como siempre estupenda. Clasificación:
Predestination
(Michael y Peter Spierig, Australia,
2014).
Puede que a los Spierig les faltara algo de tiempo para poder contar
esta paradoja como es debido (su final resulta algo abrupto), pero
Predestination
supone un punto de inflexión en su filmografía y demuestra la
madurez de dos realizadores con un talento endiablado. Clasificación:
The
editor
(Adam Brooks y Matthew Kennedy, Canadá,
2014).
Con The
Editor
se cargan (por enésima vez) una oportunidad de oro para homenajear
al giallo
como es debido, es decir, sin necesidad de parodia estúpida de por
medio. Aunque se agradecen esos guiños a Argengo, Lenzi o Fulci, y
también la presencia de Paz de la Huerta, esta es por desgracia,
otra de las películas fallidas de la presente edición…
Clasificación:
The
treatment
(Hans Herbots, Bélgica,
2014).
Cuesta entrar en ella pero una vez dentro The
Treatment
te va atrapando poco a poco hasta dejarte sin aliento. Thriller
oscuro, intenso y con unas gotas de cine fantástico que la
emparentan con el universo de la popular serie True
Detective,
The
Treatment
nos regala un villano impotente que pretende crear una nueva especie
de hombres y además plantea un terrorífico dilema a los padres.
Masterpiece.
Clasificación:
V/H/S
Viral
(Varios directores, EEUU,
2014).
Creo que este tipo de inventos, divertidos y muy entretenidos en sus
dos primeras partes (sobre todo en su segunda entrega), ya se ha
agotado. En esta tercera parte la cosa se sale de madre y a pesar de
tener alguna historia de lo más interesante, como la de Nacho
Vigalondo, el invento se echa a perder por culpa segmentos tan
estúpidos y asombrosamente malos como los realizados por Aaron
Moorhead y Marcel Sarmiento.
Fotografías: Pedro Martínez
Fotografías: Pedro Martínez
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