lunes, 2 de mayo de 2011

CHINOS Y MINIFALDAS (1967): EVITANDO LA 3ª GUERRA MUNDIAL DESDE MEDIADOS DE SIGLO XX

En 1967 Ramón Comas realizó una de las obras cumbres del cine de espías folletinesco y deliberadamente pulp bajo el exquisito título Chinos y minifaldas (Scorpions and mini-skirts en su versión anglosajona). No por menos entre los responsables del argumento y guión encontramos al propio Ramón Comas, un tal Chris Chatterley (seguramente el pseudónimo de ves a saber quien), José Luis Madrid y Keith Luger, glorioso escritor de novela popular cuya historia, Muerte en un día de lluvia (Colección “Archivo Secreto” Nº 111, Ed. Bruguera), podría haber servido de base para la historia de esta película.


Esta co-producción entre España, Alemania e Italia, con localizaciones en Nueva York, París, Roma, Madrid y Hong Kong, nos cuenta algo así: “dos espías ‘rechulones’, - Paul Riviera y Bruno Nussak se llaman (encarnados por Adrian Hoven y Barth Warren) -, deben impedir que una panda de chinos liderados por el Dr. Kung (George Wang) se hagan con un perfume… Pero no se trata de un perfume cualquiera, sino de uno que lleva en su interior una especie de droga llamada ‘ácido rubonucléico’ (RNA) que al parecer, dicho sea de paso, altera la memoria de la persona a la que se la inyectan, y en este caso la pretenden utilizar ni más ni menos que con el portavoz de los Estados Unidos y así desatar la III Guerra Mundial”. Con un sentido del humor de lo más tontorrón que sin embargo nos puede regalar algún momento de puro desconojone (sirva de ejemplo cuando el agente Paul va lanzando un montón de chinos desde lo alto de un edificio, para más tarde escuchar como un hombre dice “¡están lloviendo chinos!”), estos dos espías pulularán por un estrafalario entramado donde lo importante no es lo que se cuenta, sino pasar un buen rato viendo ensaladas de hostias y contemplando como estos dos tipos de “gatillo fácil” intentan ligarse a todas (y cuando digo todas, son TODAS) las chicas de la película (llegando incluso a componer un harén que ya quisieran para sí muchos jeques árabes [Teresa del Rio, Lilia Neyung, Karin Feddersen, Josyane Gibert y Claudia Gravy]), aunque en realidad quien se lleva a las chicas de calle es el Comisario Fernion (Gerard Landry), ¡que para eso es el jefe! 

"Ay, ¡que te doy en el cachete, furcia!".
"It's raining chinos, aleluyah!".
Y es que a pesar de que en algunos momentos uno pueda llegar a percibir cierta brillantez en la trama, - no me negarán que lo de inyectar la memoria de una persona a otra no es bueno (si, un poco forzado, pero bueno) -, en Chinos y minifaldas se resuelven las cosas por la tangente. Aquí no valen tramas a lo Bond, a lo Bourne, o al de una novela de Forsyth… Aquí las falsas identidades y las máscaras, - esas que se arrancan al final para sorprender al enemigo y desbaratar así todos sus planes -, son utilizadas de sopetón dejando más pasmado al espectador que al propio “malo” de la película.


Vamos, así debería de ser esto del contraespionaje y las misiones secretas contra el “imperio del mal”. No por menos hoy se ha hecho pública la muerte del mayor archienemigo del mundo Occidental, Osama Bin Laden, una suerte de Fu-Manchú actual en clave árabe que con su grupo terrorista Al Qaeda ha sembrado el terror por Occidente estos últimos años. Bin Laden reunía todas las características del supervillano que tantas veces hemos visto en el cine, aunque nunca sabremos de verdad las “aventuras” que se han sucedido para poder capturarlo. ¿Quién sabe? Tal vez también haya habido algún momento de bolsilibro durante su captura, ¿no creen? Un poquito de tiros con buena puntería; un poquito de artes marciales; un poquito de “ahora me quito la máscara y te jodo vivo”; o de “rescato a la chica y me caso con ella”…

"Y ahora me quito la máscara y te jodo vivo".
Lamentablemente, en este caso, pese a que hayan terminado con el “malo” y los agentes se hayan quedado con la chica guapa de turno, se me antoja que este “supervillano” no es más que un brazo metálico enganchado a un sillón tal y como ocurría en la serie animación del Inspector Gadget. Y es que si normalmente en las películas de espías terminar con el “malo” significaba poder respirar tranquilo, en el Inspector Gadget el mal no tenía fin y el brazo ejecutor del mal, - normalmente acariciando un gato -, volvía ha hacer de las suyas en el siguiente episodio.

Así pues, por mucho que ahora digan que Bin Laden ha muerto, que Occidente ha vencido (¡Victoria, Victoria!), y que han lanzado su cuerpo al mar, el “imperio del mal” seguirá haciendo de las suyas. Como en El testamento del Dr. Mabuse, ¡que gran película!, Bin Laden tiene su “testamento” y seguirá imponiendo el ilimitado dominio del terror. Muy mal rollo, vamos...

Si ya lo digo yo, para que luego vengan cuatro mamarrachos diciéndome que películas de este estilo son malas, ¡todo lo contrario, hombre! Recuerden, Chinos y minifaldas, así al menos todo resulta más divertido.
Un Bin Laden, ¡quien lo pillara!

4 comentarios:

Pepe Cahiers dijo...

¿Estas películas las ve usted sólo o en compañía de su santa esposa?. Lo digo, por que si es así debe tener ganado el cielo, su santa esposa, no usted claro. Mañana le contestaré su provocación de Indiana Jones que ahora me marcho al vía crucis del Madrid en Barcelona. Luego no sea cobarde y replíqueme usted que últimamente pone los pies en polvorosa. Algún día y no corre prisa, cuando usted lo estime conveniente tendra la gentileza de aclararme ese lío de "Sopa de Ganso", pero sin prisas, al fin y al cabo, soy inmortal.

Lazoworks dijo...

Normalmente las veo en el portátil, mientras mi señora mira otras "cosas" en televisión. Pero en este caso la vi acompañado de ella y la disfrutó tanto como yo. Bueno, en realidad no sé si le gustó pero si que nos pegamos unas risas...
El cielo lo tiene más que ganado, porque ha veces (en este caso no, ojo) se ha tragado cada película que no se la deseo ni al peor de mis enemigos, pero bueno, así aprende y aprecia mis "obras de arte".
Referente a lo de "Sopa de Ganso", le envié un email que lo explica todo. ¡Ande, ande!

DMB Kinski dijo...

Yo que creía que habias indagado en el mundo de las drags orientales.
El tema "Sopa de Ganso" es muy intrigante, revelad la conspiración!!!

Lazoworks dijo...

Sr. Kinski, para salir de dudas tiene que aguardar todavía un poco y leer el PDF ese en el que ha colaborado... Eso sí, tendrá que leer TODO el maldito libro para entender de que va el rollo. JAJAJA!

Bueno, tampoco creo que lo entienda... La verdad es que un poco absurdo... Snif, snif...