jueves, 17 de febrero de 2011

1981: CINE NEGRO BARCELONÉS


En 1981 se estrenó El crack de José Luis Garci, con Alfredo Landa en el papel principal y haciéndolo igual de bien que en las comedias que le precedían. El cine negro español estaba de enhorabuena. Una película española con aroma a clásico y un guión perfecto, - con algún momento incluso que supone todo un puñetazo en el estómago al espectador -, se había estrenado en nuestras salas. Se acababa de estrenar una película que en un futuro llegaría incluso a influenciar a la famosísima Pulp Fiction de Tarantino. Pero lejos de Madrid, un realizador llamado Cayetano del Real adaptaría una de las mejores novelas españolas de toda la historia, El misterio de la cripta embrujada de Eduardo Mendoza. La película se llamaría La cripta y estaría protagonizada por otro grande, José Sacristán, pero lejos de toparnos con los maniqueísmos típicos del cine negro convencional (que me encantan ojo), aquí en La cripta, nuestro protagonista-investigador era un tipo encerrado en un loquero que “contratan” a cambio de su libertad. El tipo es una especie de quinqui, de soplón, un canalla que se conoce a la perfección todos los recodos de la Barcelona marginal de las putas y los yonquis, y le es encomendada la misión de encontrar a la hija de una adinerada familia de la capital condal. La chica desapareció misteriosamente del reformatorio donde estaba recluida y, con tal de llevar el asunto con la máxima discreción, escogen a este personaje para tamaña búsqueda.


Nuestro investigador, al que ni si quiera se le da un nombre, sale del manicomio y lo primero que hace es visitar a un antiguo amor suyo para ver si esta sabe algo de la desaparición de la chica. Pero su “amor” no parece alegrarse demasiado al verle, y le pide que la deje en paz. Tiene “trabajo” y le está espantando a los clientes. Nuestro protagonista como comprobaremos, no es ningún Don Juan, ni un hombre lleno de valentía y coraje, es un loco al que han sacado de un centro psiquiátrico mientras jugaba al fútbol con los demás enfermos. Sus pintas por consiguiente dejan mucho que desear y por lo que se dice, huele a perros muertos. De hecho, durante gran parte de la película, nuestro detective busca impunemente una ducha donde poder acicalarse, así que con esas pintas de vagabundo lo tendrá realmente difícil para que sea tomado en serio (en un momento de la película, el buen hombre le pide la hora a un señor que camina por la calle y este, asustado, le da cinco mil pesetas y le ruega que no le mate). Por si fuera poco, también se verá envuelto en algún fregado sin quererlo, como cuando se hospeda en un hotel (tras haberlo pagado con el dinero robado de unas cuantas carteras), y se dispone a echarse un poco en la cama, irrumpe en la habitación una mujer en pelotas que le pide auxilio. Nuestro detective, estupefacto y sin saber a que viene todo aquello, descubre pocos segundos después al marido de esta, que también irrumpe en la habitación con un cuchillo en la mano. En un momento, nuestro protagonista se ve envuelto en una riña conyugal donde ha sido confundido por el amante. ¿Qué hacer en estos casos? Pues tirarse por la ventana y caer directamente en un container de la basura, un método de huida que empleará en más de una ocasión durante el film.


El “detective” tendrá que usar pues sus conocimientos como delincuente para sacar más de una conclusión que le ayude en la investigación. Por eso, no dudará en echarle algo de caballo al vigilante del reformatorio en una botella de vino para sacarle información, o hacerse pasar por un mensajero para colarse dentro de alguna casa. Nuestro (anti) héroe sabe cosas mejor que nadie, por eso es tan difícil que se la peguen. Además, y a pesar de sus pintas de pordiosero y de tener todas las características de un completo looser, conseguirá llevarse al catre a la bella damisela.


Sacristán, no recuerdo donde lo leí o escuché, dice que su papel en La cripta es uno de sus favoritos, y no es para menos, en la película es un perdedor nato, un chalado que a pesar de todo sabe mucho más de lo que uno pueda pensar al principio; un ser despreciable que sin embargo despierta mucha comicidad e incluso simpatía… Sacristán da rienda suelta a su bis cómica pero también dramática e interpreta aquí a un personaje que sin lugar a dudas podía haber dado mucho de sí en alguna continuación más. Sobretodo teniendo en cuenta que Eduardo Mendoza, - que trabajó a su vez en el guión de la película -, abordó a semejante personaje en dos novelas más, El laberinto de las aceitunas y La aventura del tocador de señoras… 



¿Qué hacen los productores de este país que no se ponen ya manos a la obra? Esto me recuerda otra pregunta. ¿Por qué Cayetano del Real no volvió a dirigir nada más y se pasó a TV3? ¿Por qué hubo (y hay) tantos directores de una sola película aquí en España? La cripta tiene algún pequeño fallo de planificación al principio, en alguna conversación que no está todo lo bien hilvanada que debiera, pero por lo demás, creo que está perfecta. El sonido es otro inconveniente, pero en este caso, no sé si es debido a la mala calidad de la edición del DVD que adquirí o es que hubo problemas realmente en este aspecto. En fin, supongo que todo el mundo tiene ya la respuesta del porque Del Real no volvió a dirigir otro largo (al menos que yo sepa)… Pero eso ya es otra historia. Así que, lo dicho, la película es francamente cojonuda y la recomiendo muy encarecidamente.  

5 comentarios:

angelpito injurioso dijo...

No recuerdo haber visto este flin,pero de Eduardo Mendoza leí "La ciudad de los prodigios" y años después vi su versión de cine,con el Loquillo de prota.

miquel zueras dijo...

Vi esta película recientemente y me pareció un entrañable documental de la Barcelona de mi niñez, la de los 70, con aquel metro, la Rambla, bares casposos... Sí, ese director merecía mejor suerte. Borgo.

Lazoworks dijo...

Esa me la tengo que ver Angelpito, no sólo por Mendoza sino por el Loco que me gusta mucho!

Zueras, pues si, es una postal mucho más bonita y real que la que hizo por ejemplo Woody Allen de BCN... Por otro lado, es lo que tiene el cine español... Un cine donde muy pocos logran forjarse una carrera.

DMB Kinski dijo...

Ese libro anda por casa, se lo mandaron leer a mi hermano en el instituto, ya lo buscaré.
¿Por qué no se cuidan las ediciones de clásico españoles en DVD?, los masters siempre son los peores disponibles, los audios a veces ininteligibles y las carátulas dan más vergüenza que en tiempos del VHS.

Perico "El Gamba" dijo...

del Real no se paso a TV3, sino que hizo algun trabajo para ellos. Ahora lleva unos cuantos anyos muerto.
saludos.