miércoles, 8 de septiembre de 2010

A propósito de Vincent


Parece ser que ha vuelto a ocurrir: Vincent Gallo ha vuelto a ser abucheado por el público, aunque esta vez en la 67ª Mostra de Venecia. El actor y director neoyorkino, - que hace triplete en dicho Festival con Essential Killing de Jerzy Skolimowski y el corto The Agent y Promises written in water, ambas dirigidas por él mismo -, parece haber colmado el vaso que ya de por si suponía la estrafalaria The Brown Bunny, - tildada por muchos como la peor película que se ha proyectado en el Festival de Cannes -, con su último largometraje que ha levantado la ira de gran parte de la crítica “especializada”. Lunático, excéntrico, perturbado, provocador, narcisista o pretencioso, son sólo algunos de los adjetivos que se ha ido ganando el bueno de Gallo tras sus diferentes incursiones cinematográficas (y otras idas de olla que incluyen la venta de su propio esperma a través de Internet), y es que tras sus excelentes trabajos como actor en películas como El Funeral de Abel Ferrara, o esa esplendida película independiente que dirigió llamada Buffalo ’66, una obra maestra de cabo a rabo, poco pensaba la gente que con su siguiente largo contaría una historia con apenas diálogos, repleta de planos hiper largos y una felación por parte de su, por aquel entonces, pareja Chloe Sevigny.

Está claro que estamos rodeados de obras pretenciosas, vacuas y carentes de interés, y comprendo perfectamente que para muchos The Brown Bunny o esta Promises written in water que no he visto, sea un tostón infumable o una mierda. Pero todo esto me hace reflexionar y hacerme una cuestión muy concreta: ¿por qué TODO lo que he leído entorno a Promises... es tan negativo? Al parecer los espectadores del certamen no se han tomado demasiado bien que en una película se vea una sucesión de tomas interminables donde nuestro querido actor fuma, bebe o, al parecer, se come una hamburguesa. La gente habla de narcisismo enfermizo o de una puta locura sin pies ni cabeza y yo no dejo de pensar en que me muero de ganas por verla y no, no estoy enamorado de Vincent Gallo, si os imagináis algo por el estilo. Lo que me llama especialmente la atención es que cuando por algún motivo se hace algo fuera de lo común, la gente se lleva las manos a la cabeza.

I’m still there el documental que gira en torno a Joaquin Phoenix, un film que también podríamos tildar de narcisista y excéntrico (y que por cierto, también me muero por ver), ha levantado por el contrario una acogida encomiable. Por lo que me hace pensar que, realmente, las personas, osea usted, yo, todos, no estamos preparados para ver según que películas. Cada vez nos vamos enfrascando más en una conducta predeterminada (a veces inculcada por las revistas de cine, titulares y programas de TV) a la hora de ver películas, por lo que, cuando uno se pone delante de la pantalla para ver The Brown Bunny, tiene que ser consciente que no va a ver, por ejemplo, La jungla de cristal, que esto es otra cosa. Sinceramente no vi nada de malo en ver durante 10 minutos una toma en la que Gallo conduce su furgoneta mientras llueve, es más, diría que la encontré bastante… bonita. ¿Qué tiene de malo? ¿Qué no pasa nada? Joder, cae lluvia, el tipo conduce, pasan coches… Se trata de observar, no tener prisa y sobretodo no perder la calma.

Es una lástima, y aquí también me incluyo yo, que en infinidad de veces nos armemos de prejuicios ante una película y no disfrutemos con ella. Por ese motivo, tal y como habrán comprobado los más avispados, apenas escribo “reseñas” sobre las películas que veo. Y es que en cierto modo no encuentro justo escribir que el remake (que más bien se trataría de secuela) de Depredador, por ejemplo, no me ha gustado, porque siendo sinceros tampoco tenía nada de malo. Tan sólo que yo tenía en mi mente esa obra maestra de John McTiernan y que la comparaba en todo el momento con la que estaba viendo en el cine, y eso queridos amigos es algo bastante absurdo porque, todo hay que decirlo, esta Predators nueva cuenta con una historia simplemente inversa a la original. Así que, ¿por qué no abrirse a lo que uno va ver? Cada vez soy más de la condición de que no existen películas malas, si no incomprendidas.


Como espectadores y en la parte que nos toca, como críticos, somos bastante estúpidos, ya que falta que alguien nos diga que no le gusta la película que tanto amas, para que saltes con uñas y dientes sobre él y le digas en pocas palabras que es un auténtico hijodeputa. Así que si defendemos las películas que nos gustan, ¿porque no entender las que no nos lo parecen? De ese modo si uno de nosotros va a ver, por poner un ejemplo, Aprendiz de brujo con Nicolas Cage, deberá despojarse de todos los prejuicios que ha ido recogiendo desde que era pequeño para disfrutar con lo que va a ver. Tiene gracia como poco a poco repudiamos muchas de las películas que vemos en nuestra infancia y como decimos eso de: “no entiendo como me podía gustar esa mierda”, cuando la película sigue siendo la misma y es nuestra mente, o más bien nuestra manera de percibir las cosas, lo que desgraciadamente ha cambiado. ¿No sería más bonito (que no sencillo), sentarte en tu sofá y pensar sonriente: “¿qué me va a deparar esta película?”.
A menudo los críticos especializados (o no), suelen tener el aspecto de personas asqueadas que en vez de amar parecen odiar el cine. Sus afiladas críticas suponen en más de una ocasión un repertorio de descalificativos capaces de causar el suicidio automático en cualquier personita con sus sentimientos. Por eso, y menudo rodeo he dado, me he enfrascado en un proyecto bastante disparatado con el que pretendo recoger las reseñas de 333 películas de diferente índole y que no constarían únicamente de esas obras maestras, esos éxitos consagrados o esas películas de autor que tanto gustan a los “entendidos”. Seguramente muchos de ustedes tendrán en mente muchas películas que guardan en un lugar muy cerca del corazón, pero sin embargo consultando libros de cine y demás, jamás aparecen y son como marginadas, y eso simplemente porque no entra en los parámetros de lo que nosotros entendemos por el cine correcto y bueno. Así que, aunque seguramente no sirva de nada y sea un mero entretenimiento, espero que en un futuro (no muy lejano) y con la ayuda de algunos "críticos", os pueda mostrar a todos un pdf bastante digno para que pueda ser descargado y disfrutado por todo aquel que esté dispuesto “a cambiar el chip”.
Es un camino muy largo y laborioso, lo sé, pero eso no hay que rendirse...

7 comentarios:

ElChicoDeLaCabezaDeLaGomaDeBorrar dijo...

Vamos a ver, ya escribí sobre este tema hace tiempo.
Yo amo el cine, pero lo que no me gusta es que cada año que pasa, el cine se puede traducir o interpretar como un negocio. Estamos deacuerdo en que siempre lo ha sido, pero cojones, hemos llegado a un extremo en el que las películas són totalmente huecas, no hay nada dentro. Solo informática, joder! Me niego a pensar que una película se hace en casa, frente a un ordenador. Me gusta pensar que una película se hace con un grupo de gente, (mejor si hay buen royo) y simulando la vida real o una situación cotidiana. Joder, habeis visto el equipo A? parece un puto videojuego. Que me parece muy bien que haya llegado la era del cine digital; con el he descubierto el troncho-cinema, el cual me ha salvado la vida. Pero una película no es solo un producto. También es arte y también tendría que ser una ilusión por parte de un grupo de gente. Y con esto no me refiero a tener ganas de sacar dinero.

Que a que viene esto con lo del Gallo? Pues que no se si es por eso, pero me parecería muy mal que se haya dejado comer la polla por una señora tan fea, solo para acaparar miradas y crearse una clientela.
He dicho!

Lazoworks dijo...

Hostia, lo último que dices de Gallo no lo he entendido. ¿Fea? Que hijodeputa eres...
Pero que vamos, que creo que nos iría bien saber estar agusto viendo cualquier mierda. Pero esto ya no sólo con el cine, sino con la vida misma. En generla, ¿sabes lo que te quiero decir? No sufrir con los problemas y tal.
Sigue mi filosofía cabrón.

Rufus Von Eerie dijo...

Hay que dejarse de prejuicios y saber que si uno va a ver "Spy Kids 2" pues mejor que uno se eche unas risas viendo a Ricardo Montalbán en armadura; si luego vas a ver a Dustin Hoffman enajenado de violencia en "Perros de Paja"; pues simplemente ponte a disfrutar. Comprendo perfectamente que algunos actores directores utilicen una manera de dirigir que al fin y al cabo busquen llamar la atención de una manera que hoy en dia a los ojos del espectador no dice nada. No he visto "Brown Bunny" y no puedo opinar de ella; pero si he visto esa escena de la felación y vista así no me ha dicho nada pues los espectadores que ya han visto de todo ya estan mas que hartos de ver eso y más en la tele. Vincent Gallo honestamente me parece un buen actor; de hecho "Buffalo 66" me pareció un buen papel que además supo intepretarlo muy bien junto a Cristina Ricci a mi entender. Respecto a los críticos puede que me repíta o diga algo que ya ha dicho mucha gente; pero un crítico siempre dice dice de una obra lo que está mal y como se deberia hacer; pero en su mayoría ninguno es capaz en la práctica de hacer algo por mejorar esta; es es mi humilde opinión. Cambiando de director incomprendido, todavia no he visto "what is it" y "Everything is Fine " de Crispin Glover y estoy deseando verla a ver qué se cuenta ese entrañable(y buenísimo actor)tarado. Por cierto el guión de "Predators" provocaría un ataque de diarrea a Mctiernan y si a Lawrence Fishburne lo hubiera sustituido(permitame la broma Mr. Lazoworks; por favor) Adam Sandler; no se hubiera notado la diferencia.

Lazoworks dijo...

Así que has visto esa escena de la felación, eh... Guarrillo... :P
Respecto a Crispin Hellion Glover, estamos en más de lo mismo, si alguién ve What is it? Puede salir muy, pero que muy enfadado. Todavía recuerdo la cara de escepticismo de mucha gente como diciendo "¿pero que cojones?" cuando salió de verla en Sitges. Caracoles parlanchines que son quemados con sal, actores con sindrome de down y el bueno de Glover haciendo de rey. Es que era para flipar y pensar: "este tío se esta quedando conmigo". Pero bajo mi humilde opinión, este tipo de cine también tiene su encanto. Un encanto muy especial producido porque por fin, estás viendo algo totalmente diferente y sin complejos ni ataduras. Y It is fine... es el acabose. ¡¡Que grato recuerdo tengo de ella!!
Como ya he dicho más de una vez, lástima que Glover se niegue a distribuirlas...
Por cierto, precisamente en Predators cuando sale Fishburne (por cierto, ¿alguien ha visto el video de su hija? ¡Ay va que chorrazo!) me quedé atontilado y me pequé una pequeña cabezada que duró hasta que el tipo se topa con el Predator ese y le dice: "cuanto tiempo has tardado en encontrarme" o algo así. Vamos que practicamente ni lo vi... Así que casi hubiera preferido a Adam Sandler, que quiere que le diga, más que nada porque pensé ¿que pinta este personaje en la película?

Rufus Von Eerie dijo...

Sí; claro que he visto la vocación de la hija de Fishburne! Los amigos en el bar comentaban "claro; se dedicará a esto porque le gusta; porque ella tiene enchufe po el padre..."; a lo que otros contestaban: "sí; si ya se la estan enchufando unos cuantos por el padre"

angelpito injurioso dijo...

Ah,los criticones,en la entrada que estoy a punto de publicar aparece uno de los mas histrionicos del pais...Recuerdo que le preguntaban al Garci por que se pasaban tanto alabando los flins que ponian en la tele y el director contestaba que simplemente pedia para emitir las peniculas que a el y sus contertulios les encantaban,obviamente,no iba a encargar un flin que no le guste para tener que dedicarle la noche al mismo...¡vaya perdida de tiempo!

miquel zueras dijo...

Cosas como las de Vincent Gallo o el entrañable majara Crispin Glover no tienen término medio: o entras, o no. Es como si vas a ver un humorista que presentan como el mejor del mundo. Sale con su micro y su pared de ladrillo al fondo y dice: "Había una chica que tenía un perro que se llamaba Mistetas..." Ante esto solo puedes aplaudir a rabiar o quemar el local. Por cierto que me encantó Bufalo 66. Borgo.