jueves, 11 de marzo de 2010

El Rey de la Comedia (1982) + Jo, que noche (1985)



Martin Scorsese, director eternamente recordado por films como Taxi Driver, El color del dinero o Uno de los Nuestros, realizó un par de incursiones en la comedia con El Rey de la Comedia y ¡Jo que noche!, dos peliculones que sin embargo, no se centrarían únicamente en dicho terreno, sino que abarcarían otros géneros como el drama y el thriller.

Jerry Lewis, el verdadero Rey de la Comedia.

El Rey de la Comedia es todo un ejemplo de ello, ya que la estrafalaria vida de Rupert Pupkin (Robert De Niro), - un tipo que fantasea con llegar a ser el nuevo “rey de la comedia” y salir en el Show de Jerry Langfort (Jerry Lewis) -, es tan ridícula como trágicamente divertida. De hecho, no podemos sentir más que lástima (o más bien asco) por semejante personaje que dedica las tardes a entrevistar cartones de tamaño real con las imágenes de diferentes celebridades, mientras su madre le riñe desde la habitación de al lado. Rupert Pupkin es detestable en todos los sentidos, pero por otro lado no dejamos de sentir cierta piedad por su triste vida.

Rupert Pupkin de charla con sus famosos (e inanimados) amigos.

Uno de los grandes puntos fuertes de la película es que mezclan las fantasías de Pupkin con su triste vida, llegando en algunos momentos a despistar al propio espectador con esos espejismos grandilocuentes. Véase la escena en la que Pupkin irrumpe en casa de Langford acompañado de Rita (Diahnne Abbott), - la chica de la que está enamorado -, porque según él, el propio Jerry les había invitado, no solo a comer, si no a pasar todo el fin de semana. Rápidamente una pregunta nos invade: ¿se trata de otra simple fantasía más de Pupkin, o en realidad ha sido capaz de meterse en casa de Langford por la cara? Su vida es tan miserable que todas esas ensoñaciones mezcladas con la realidad no hacen más que acentuar una historia trágica que, paradojas de la vida, resulta llegar a buen puerto cuando Pupkin decide jugarse todas las cartas y dice ese ya mítica frase de: “prefiero ser rey por una noche, que no un estúpido toda la vida”. De hecho, si uno mira fríamente la película, El Rey de la Comedia bien podría ser la fantasía de cualquier fracasado de a pie que desea llegar a ser una gran estrella y llevar una vida de éxito.

La relación De Niro-Scorsese se vio tambaleada después de El Rey de la Comedia.
Muy diferente pero por otro lado complementaria, podría ser su siguiente película, ¡Jo, que noche!, en la que Griffin Dune interpreta a Paul Hackett, un solitario y gris programador informático de una gran empresa que decide escapar de su rutina diaria aunque sólo sea por una noche. Pero esta fuga de Hackett al barrio neoyorquino del Soho, se convertirá en una pesadilla “kafkiana” tan desquiciada como mortalmente divertida.
Las mujeres, el principal problema de Paul Hackett.
Robos perpetrados por una pareja de tirados (Cheech Marin & Tommy Chong), pisapapeles con forma de bollos rellenos de queso, quemaduras de segundo grado, chicas en celo, novios celosos, sadomasoquismo, un taxista hijodeputa, punkis, un revisor del metro aún más hijodeputa, un billete de 20 dólares, Edvard Munch y figuras realizadas con papel maché, serán algunos de los elementos que complicarán la noche de nuestro protagonista. Aunque una vez finalizada la película, no nos cabe ninguna duda que el principal problema de Hackett son las mujeres. Y es que cuando este tipo enclenque y poco resultón, conoce a una mujer tan bella como Marcy (Rosanna Arquette) mientras lee el Trópico de Cáncer, se tirará de lleno a conseguir su ansiada libertad, pero lamentablemente sus miedos acabaran por apoderarse de la situación y su fuga quedará del todo frustrada.
Griffin Dune y Linda "tetasbonitas" Fiorentino.

Si en El Rey de la Comedia se retrataba la fantasía de cualquier fracasado, en ¡Jo, que noche! vemos como podría llegar a ser su pesadilla. Hackett, el eterno esclavo de su trabajo, no consigue escapar de su rutina y el destino le traerá de vuelta a su odiada oficina, mientras que la ridícula lucha del aparentemente estúpido Pupkin da su fruto al final de la película. Por otro lado, su montaje rápido y desquiciado, - con la ayuda de la banda sonora elaborada por Howard Shore (con ese incesante “tic-tac”) -, choca de lleno con la dirección que efectuó en El Rey de la Comedia, mucho más clásica si se le quiere llamar así, y con una banda sonora casi inexistente. ¡Jo, que noche! es mucho más oscura y negra, no por menos se desarrolla casi íntegramente de noche (otorgándole así el aire pesadillesco del que hablaba), mientras que El Rey de la Comedia tiene mucho más claridad y es más calida (dándole el toque clásico de los sueños hermosos con final feliz [aunque tampoco me hagan mucho caso porque mirándolo desde otro punto de vista, El Rey de la Comedia también podía ser vista como la pesadilla de la estrella que se ve acechada y SUPERADA por el fan enfermizo, {recuerden la escena en la que Jerry Lewis escapa de Sandra Bernhard y se queda mirando una tienda en la que exhiben el éxito de Rupert Pupkin/Robert De Niro}]).

Paul Hackett se debe enfrentar a la dura vuelta al curro.

Puede que por ese motivo el resultado de su segunda incursión en la comedia sea la más recordada. Scorsese, muy aficionado a perdedores y personajes algo estrafalarios, disfruta de lo lindo poniéndoselo difícil a Dune, mientras que en su anterior film, - a pesar de contar con dos actorazos como Lewis y De Niro -, no acaba de conseguir provocar esa risa incontrolada que produce ¡Jo, que noche! al espectador sádico y morboso. De hecho resulta extraño como podemos llegar a odiar a Pupkin y pensar: “pobre” Jerry Langford, mientras que en ¡Jo que noche! esperamos inquietos la nueva vuelta de tuerca en la desastrosa noche de Hackett. El Rey de la Comedia y ¡Jo, que noche! me han demostrado que la gente disfruta haciéndoselo pasar mal al indefenso hombre de a pie que tiene que sobrevivir en un trabajo de mierda, y que por el contrario, la intromisión del freak en una vida llena de éxito y fama no despierta el mismo sentimiento. Lo cual me demuestra que todos buscamos lo mismo. Ustedes verán.

Título original: The King of Comedy (USA, 1982).
Director: Martin Scorsese.
Guión: Paul D. Zimmerman.
Actores: Robert De Niro, Jerry Lewis, Sandra Bernhard…

Título original: After Hours (USA, 1985)
Director: Martin Scorsese.
Guión: Joseph Minion.
Actores: Griffin Dune, Rosanna Arquette, Linda Fiorentino…

7 comentarios:

angelpito injurioso dijo...

Me guastaron mucho estas dos peliculas cuando las vi,pero los tituladores podrian haber buscado un titulo menos chorras para el afther hours.

BLIS dijo...

biiiiiiiiiiien
echaba de menos tus post, tio
jo, que noche= jo, que peliculon

Anónimo dijo...

menudo peliculon jo que noche¡...la del rey de..es una cuenta pendiente¡
Supongo que en casi todas la de scorsese tienen algo en común, el hombre desgraciado o miserable, y pienso que este director ya no es lo que era, con aquellas pelis como uno de los nuestros,etc., desde que esta con dicaprio a perdio esa magia que tenia, en fin, solo por ser quien veo sus pelis pero ya no es como antes.

chcxandal

Anónimo dijo...

hey e visto la pagina:
asiateca.net, en las que ponen pelis del festival asiatico¡¡..las nuevas del puto Bong joonho que pinta de puta madre, la de vengance de Jonnie to,etc..y mucho cine coreano con 10 grandes pelis..joder tio, este año pinta muy bien..
chcxandal

Lazoworks dijo...

Hostia! Pues te acuerdas que me quedé con las ganas de ver la de Vengeance en Sitges?? Está no me la pierdo, y la de Mother de Bong Joon-ho tampoco!
Gracias por el aviso Mr. Marinez!

angelpito injurioso dijo...

Estos dos flins los vi en la 2,como todo el cine viejuno.Antes todas las cadenas ponian cine de este,pero desde hace años ya no lo hacen ni por equivocacion,y ahora es todas las madrugadas las llenan con telestiendas,demas despues de la huelga de tve por no emitir produccion propia han tenido que quitar cine para llenar el cupo.

Pepe Cahiers dijo...

En "Jo, que noche" aún recuerdo la hilarante escena del taxi, a toda hostia con música de sevillanas y el billete volando cual mariposa bohemia. Ese final del hombre derrotado por el absurdo buscando algo de cariño en brazos de una mujer madura es absolutamente antológico.
LA GUARIDA DEL EREMITA