miércoles, 27 de enero de 2010

Cosas que hacer en Denver cuando estas muerto (1995)



Jimmy El Santo (Andy Garcia) es un gangster retirado que se gana la vida grabando en video el testimonio de personas que van a morir y que quieren dejar sabios consejos a sus descendientes para cuando crezcan. Lamentablemente las cosas no van todo lo bien que espera, así que cuando un importante gangster llamado “El hombre del Plan” (Christopher Walken) le propone un trabajo simple y sin heridos, Jimmy acepta muy a pesar suyo. Por lo tanto pedirá la ayuda de antiguos compañeros suyos (también retirados), e intentará cumplir con el sencillo encargo que le han encomendado.


Se podría decir que Cosas que hacer en Denver cuando estás muerto es una de las grandes películas que ha parido el cine independiente americano de los 90, aunque paradójicamente no tuvo la repercusión y el éxito que se merecía, posiblemente debido a una nefasta distribución de la mano de los detestables hermanos Weinstein. De hecho he intentado documentarme al respecto y rebuscando en el libro “Sexo, Mentiras y Hollywood” de Peter Biskind, - libro que habla sobre los entresijos de Sundance y la productora Miramax -, he descubierto que se la menciona una sola vez y encima de pasada, así que no he podido salir de la duda.


Muchos pueden pensar que Cosas que hacer en Denver cuando estás muerto es una de tantas producciones que salieron a rebufo del enorme éxito que suscitó Pulp Fiction (1994). (De estas todas estas producciones “post-Tarantino”, me viene a la cabeza una que recuerdo era un verdadero mierdón, y que se llamaba Amor del calibre 45 en la que salía una primeriza Réene Zellweger). Pero tratar a esta película como una mera producción que seguía la moda de los tiros y los gangsters sería totalmente injusto.

Primero de todo porque nos encontramos con un guión casi perfecto, lleno de diálogos brillantes (sin necesidad de parrafadas “tarantinianas”), y con unos personajes detestables pero de lo más carismáticos, entre los cuales encontramos a un tipo llamado Pedazos (Christopher Lloyd), que tiene problemas de circulación y va perdiendo poco a poco parte de sus extremidades; otro llamado Bill el Crítico (¡!) (Treat Williams), que es un verdadero majara y que entrena sus golpes con muertos (trabaja en una funeraria); un negro llamado Viento fácil (Bill Nunn); un letal asesino con cara de tonto llamado Sr. Shhh (Steve Buscemi); un capo de la mafia tetraplégico (Christopher Walken) al que todavía se le pone dura (¡impagable la escena en la que ordena a Marshall Bell que le saque la polla para que Andy Garcia se la chupe!); una yonqui con el reloj biológico apunto para ser mamá (Faruza Balk); y otros tantos que al igual que estos, realizan unas interpretaciones de toma pan y moja. Es más, el director de la criatura, Gary Fleder, sabe llevar tan bien la película que ni si quiera la ñoña historia de amor entre Andy Garcia y Gabrielle Anwar (que por cierto, menudo boca tiene), enturbia la potente historia que nos cuenta, sino todo lo contrario, ayuda a reforzar el personaje de Andy Garcia, un personaje que, aunque no lo parezca, es igual de imperfecto que los anteriores y que busca su redención impunemente.


Si alguien no ha tenido la suerte de poder ver esta excelente película que no pierda el tiempo y la vea, porque “la vida es como un eructo de mostaza, al principio es muy intenso pero poco a poco se desvanece con el aire”.

Título original: Things to do in Denver when you’re dead (USA, 1995)
Director: Gary Fleder.
Guión: Scott Rosenberg.
Actores: Andy Garcia, Steve Buscemi, Treat Williams…

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