En Tokyo, un hombre de negocios recibe la noticia de que se hija se ha suicidado. El dolor y la impotencia de la perdida de la muchacha, le impulsa a contratar una letal asesina llamada Ryu (Rinko Kukuchi) para acabar con el novio de su hija (Sergi Lopez), a quien culpa de todo. Pero cuando Ryu conoce a ese hombre se enamora perdidamente de él...
Supongo que nadie dudará de las (siempre) buenas intenciones de una de las mejores directoras que existen actualmente en nuestro país, la catalana Isabel Coixet (Elegy). Mi vida sin mi, acusada injustamente de lacrimogena y de planteamientos poco eticos, me pareció una obra maestra. De hecho, Mi vida sin mi ha sido una de las pocas películas que me han emocionado de verdad... Pero por otro lado, debo reconocer que me esperaba mucho más de su última película rodada en un país tan apasionante como lo es Japón, ya que la buena de Coixet, a pesar de haber realizado esta película con cierta pericia, se estanca en una extraña historia de amour fou que ya nos han contado en infinidad de películas. Todo en Mapa de los Sonidos de Tokyo parece consabido de antemano, nada sorprende. Ni si quiera la utilización de ciertas canciones de época como las que entona Noriko Awaya en la banda sonora, ya que no deja de recordarnos al cine de Won Kar-wai (del que por cierto, Coixet no escatima un solo momento en ¿imitar?).
El siempre estupendo Sergi Lopez no me llegó a entusiasmar como siempre suele hacer y parece algo perdido en esos mapas de sonidos que la directora catalana nos quiere mostrar. Rinko Kikuchi, la carismática actriz que hacía de chica sordomuda con problemas en la interesante Babel (Alejandro Gonzalez Iñarritu, 2006), me pareció por la contra, la única que daba cierto sentido y respiro a toda la película. Su papel de asesina a sueldo que padece de insomnio, es el mejor dibujado de todos a pesar de todas las incognitas que la envuelven. En Ryu, su personaje, cada silencio esconde infinidad de matices de una gran interpretación.
En definitiva, Mapa de los Sonidos de Tokyo no es una mala película pero si un film que podía haber dado más de si y bajo mi punto de vista fallido.
5 comentarios:
Cada silencio esconde infinidad de matices... bueno bueno, mi vida sin mi..., tampoco vamos a comernos los rabos. Hoy tengo hambre de ciclista.
Me imagino que Isabel Coixet tiene una atracción tan grande para el mundo japonés, que se debe pensar que con llenar un film con algo de estética oriental debe de bastar para el gran público, imaginando que todos comparten ese mismo sentimiento...
Aún no he visto la película y no puedo juzgar.
Un buen blog, estoy leyendo críticas de muchas películas que me interesan.
Un saludo.
V.
Hola Vigo, pues verás, pienso exactamente como tú, eso si, tienes que verla y sacar tus propias conclusiones. No te fies nunca de mis escritos (no soy ningún crítico). Me alegro que te guste y que encuentres cosas interesantes.
Un saludo.
Referente al anónimo de la bicicleta.... JAJAJA! Madre mía tío, me he estado acordando todo el rato del hijo de la gran puta que te robó la bicicleta delante de nuestras narices...
Ahora que lopienso bien, deberías haber saltado del balcón, jajaja!
No paro de pensarlo: que hijo de puta, que hijo de puta, que hijo de puta...
Pero ahí no acaba todo, esta mañana casi me dan de ostias y me muerde un perro que parecía un caballo. Solo por el cabreo que llevaba por el hijoperra de la bici.
Sergio López farfulla de pena es esa mortecina película.
Me decepcionó.
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