jueves, 28 de febrero de 2008

¡¡TRAUMA!! (o como un titulo puede hacer tanta justicia a una película)


Filmax ha editado recientemente una colección de las películas de la transición española (las películas clasificadas "S") y me llamó mucho la atención encontrar "Trauma" (o "Violación Fatal") entre dicha colección.

El film fue el último que dirigió Leon Klimovsky (su último trabajo la miniserie "La barraca" también se ha editado en DVD) y podría ser el peor trabajo del director. Todo apuntaba que "Trauma" podía ser algo realmente interesante: (el gran) Leon Klimovky ("La noche de Wallpurgis", "La saga de los Dracula", "El mariscal del infierno") dirigiendo, Agata Lys (que aunque no es una actriz brillante, está buenisima) y Carlos Puerto (responsable de "El Francotirador" con Naschy) en el guión junto a Juan Jose Porto ("Florido Pensil"), pero el resultado es bastante decepcionante. Creo que Klimovsky ya estaba demasiado mayor para seguir dirigiendo y esto se nota mucho en este film, un film que me arrepiento haber visto. Siento decir esto porque soy una persona a la que no le gusta criticar, sobretodo si el director que la ha dirigido se merece todos mis respetos. Así que, voy a llevar este trauma de la mejor manera posible sin faltar a este gran director.

El film arranca con la huida de un escritor que sin querer -pues se le ha estropeado su coche- acaba en una especie de albergue en mitad del campo. El caserón esta regentado por Verónica (Agata Lys), extraña mujer que no para de hablar con su marido que esta encerrado en una habitación situada en la planta de arriba. Al marido de Verónica no le llegamos a escuchar hablar, pero aún así, (inexplicablemente) le ordena a Verónica a que se desnude delante de él y ella muy traumatizada... ¡llora y todo! El escritor finalmente se hospeda allí e intenta de esa manera alejarse de su mujer y concentrarse en la escritura de su próxima novela en una ambiente aparentemente muy apropiado para conseguirlo. Pero la cosa se complica cuando llegan al caserón un par de jóvenes gorreros que le sacan de sus casillas a Verónica. Una vez llega la noche, las feromonas de la pareja se disparan y se ponen ha hacer el amor cuando de pronto, una navaja de afeitar mata a la pareja (y a la chica le raja todo el cuerpo de arriba abajo). Al día siguiente el escritor le pregunta a Verónica por la joven pareja y esta le informa (no sin antes poner cara rara) que los dos se han marchado del caserón sin pagar. ¡Que intriga! Bueno sigamos, el escritor al parecer tiene algún problema con su polla, ya que parece que su mujer no se la pone dura (eso lo sabemos por pequeños flashbacks durante el film) y sin venir muy a cuento entabla una extraña "amistad" con un niño de unos quince años, que pulula por los alrededores. Vaya... Bueno, como es natural debe de llegar otra pareja más al caserón ya que sino la película se acaba, así que llega otra pareja, esta vez compuesta por un macho ibérico y una prostituta (que no es otra que Isabel Pisano de "Bilbao", la gran "Bilbao", hablaré de ella en el futuro). Como es normal, sino se jode la película, cuando llega la noche tienen que follar (estos follan, no hacen el amor), pero mientras follan el machote le canta a la Pisano: son tus tetitas mi mujer, lo que me sublivella o quiero que me coma el tigre, que me coma el tigre, mis carnes morenas, y como son unos cochinos la misteriosa navaja vuelve a la acción y se los carga (me gustaría aclarar que la navaja esta sujetada por una mano humana y que no se trata de una navaja fantasmagórica y asesina, aunque no sería mala idea...). A la mañana siguiente... lo mismo: Verónica le informa que la pareja se ha marchado pero esta vez han pagado (¡ojo!). ¿Y ahora que? Bueno pues para variar llega la mujer del escritor que estaba muy preocupada por él y se ponen a follar, pero al pobre escritor no se le empina... ¿Quien será el/la asesino/a? ¿Que pinta el niño en todo esto? ¿Quien es el que esta más traumatizado de todos: los protagonistas o los que estan viendo la película?

El final es tan traumático que prefiero no contarlo y así poder olvidarlo de una vez por todas. ¡Ni siquiera me afeito, porque al ver las afiladas cuchillas de mi maquinilla me acuerdo de la película!

Y aparte prefiero mantener el suspense...

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