viernes, 21 de noviembre de 2014

WHY DON'T YOU PLAY IN HELL? (2013)



Estamos de enhorabuena pues Cameo ha lanzado en DVD Why Don’t You Play in Hell?, puede que la cinta más gamberra de su director, Sion Sono. Atentos los amantes de las emociones fuertes, porque estamos ante uno de los títulos más alucinados, explosivos y cachondos de los últimos años.



LA PELÍCULA

El nombre de Sion Sono ya se quedó grabado en la retina de muchos cinéfagos cuando en 2001 se estrenó Suicide Club, para muchos su obra maestra. Aunque para este humilde plumilla lo mejor de Sono - un director que comenzó su carrera en el cine amateur a finales de los 80 - estaba aún por llegar. Estamos ante uno de los realizadores más deslumbrantes, talentosos y particulares del país nipón; una auténtica bomba de relojería capaz de rodar una épica comedia romántica de cuatro horas (Love Exposure), una cinta de terror con unas extensiones capilares malditas como instigadoras del mal (Hair Extensions), o un thriller basado en un escabroso hecho real ocurrido en Japón (Cold Fish). Sin embargo, sobre todo para los no conocedores de la obra de Sono, no se debe hacer demasiado caso a los géneros y poner un triple entrecomillado gigante como una catedral haya dónde anteriormente he puesto comedia romántica, cinta de terror o thriller basado en hechos reales, pues tal y como comprobarán si de disponen a ello, una vez dentro de una película de Sono nada volverá a ser igual.


Estamos ante un realizador con mucho sentido del humor (un humor muy destroyer, eso sí), incapaz de dejar indiferente a nadie y que no escatima en realizar algunos guiños al cine pop de los setenta (véanse los dedicados a la Meiko Kaji de Scorpio en la nombrada Love Exposure o ya puestos, al Bruce Lee de Operación Dragón en la propia Why Don’t You Play in Hell?1), para después aderezarlo con las toneladas de sangre que levantó en la archiconocida escena inicial del tren de Suicide Club y que todavía fluyen por cada una de sus películas sean del género que sean (de ahí el entrecomillado gigante 
que decía antes).


Como decíamos, Sono viene del cine amateur o low cost (o como quieran llamarlo), por lo que esta Why Don’t You Play in Hell? le sirve para echar la vista atrás y realizar un particular homenaje a este tipo de cine tan gallardo y desvergonzado. Un tipo de cine que sólo se puede materializar con la ilusión, la visión y, sobre todo, la inocencia de un realizador primerizo. No es de extrañar que el mismo año que se presentó Why Don’t You Play in Hell? en el Festival de Sitges, también se pudiera ver la que el propio certamen denominó como la piedra Rosetta de su filmografía: Bad Film, una delirante cinta que el cineasta rodó junto al Tokyo Gagaga (el colectivo artístico con el que colaboraba en los noventa) y que terminó dando forma en 2012. Por lo tanto, quizás no erremos demasiado si decimos que existen bastantes paralelismos entre el pasado low cost de Sono y la película que traemos a colación, pues, ¿qué son los Fuck Bombers (el grupo de amigos que se dedican a hacer películas amateurs en Why Don’t You Play in Hell?) si no el revés ficticio y desmadrado del colectivo con el que llevó a cabo sus primeros trabajos? Aquí estos jóvenes apasionados al séptimo arte que “juegan” a hacer cine se mezclan en una historia imposible en la que no falta un idilio amoroso un tanto especial, dos clanes yakuza enfrentados, un anuncio infantil de pasta de dientes y, cómo no, un desfasado sentido del humor salpicado de hemoglobina que llega a su máxima en la vibrante y adrenalítica parte final de la película.


Puede que no estemos ante su mejor obra, pues Sion Sono es un realizador acostumbrado al metraje extenso (que no excesivo) y a dar rienda suelta a laberínticas y estrafalarias historias que se cruzan entre sí, pero Why Don’t You Play in Hell? tiene tantos aciertos y tantas escenas para el recuerdo que resulta difícil apartar la vista de la pantalla. Sono consigue convertir la candidez de aquellos primeros pasos en el cine que dio (y puede que los de muchos otros aficionados que también se puedan ver reflejados en estos jóvenes llamados Fuck Bombers) en un delirante cóctel de acción y humor, con un reparto en estado de forma y en el que destacan los siempre eficientes Jun Kunimura (Black Rain, Kill Bill, Audition), Shinichi Tsutsumi (Monday, Llamada perdida) y Tetsu Watanabe (Sonatine, Gozu). Aunque la guinda del pastel la pone la bellísima Fumi Nikaido, actriz que ya venía de colaborar con Sono en Himizu y que, esperemos, siga realizando papeles tan sexys y de armas tomar como el que desempeña en esta película.



LA EDICIÓN

Why Don’t You Play in Hell? está editada en un DVD de doble capa presentado en estuche amaray. En todo momento la imagen posee una nitidez espectacular, ofreciéndose en formato anamórfico con un aspect ratio de 2.35:1. En cuanto al contenido sonoro, se compone de una única pista en versión original japonesa codificada en 5.1, complementada con los respectivos subtítulos en castellano. En el apartado de los contenidos adicionales poco se puede destacar, pues esta edición queda huérfana de extras y tan sólo viene acompañada de una triste ficha técnica y artística.



FICHA TÉCNICA

Título original: Jigoku de naze warui

Año: 2013 (Japón)

Director: Sion Sono

Productor: Takuyuki Matsuno y Tsuyoshi Suzuki.

Guionistas: Shion Sono
Fotografía: Hideo Yamamoto

Música: Shion Sono

Intérpretes: Jun Kunimura (Muto), Fumi Nikaido (Michiko), Shinichi Tsutsumi (Ikegami), Hiroki Hasegawa (Director Hirata), Gen Hoshino (Koji Hashimoto), Tomochika (Shizue), Itsuji Itao (Masuda), Hiroyuki Onoue (Dtective Tanaka), Tetsu Watanabe (Detective Kimura), Tak Sakaguchi (Sasaki), Megumi Kagurazaka (Junko)…

Sinopsis: Kegami es un gángster que guarda rencor hacia un viejo rival llamado Muto, de cuya hija Himizu siempre ha estado enamorado. Hirata, un director de cine, y un hombre llamado Kouji también se ven involucrados en este enredo.

*Todas las imágenes de la película que ilustran este artículo pertenecen a capturas de la edición comentada.

1 En Kill Bill de Quentin Tarantino – otro gran nostálgico multi homenajeador -, se hizo idéntico tributo a la película protagonizada por el maltrecho Bruce Lee, al enfundar a Uma Thurman el emblemático chándal de color amarillo. Y tampoco está demás apuntar que Meiko Kaji fue la protagonista de Lady Snowblood, cinta que también fue objeto de homenaje en el film de Tarantino. 

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