martes, 21 de mayo de 2013

UNA RANA PARA CORINA




Aunque no acostumbro a escribir sobre la televisión (porque, la verdad, no veo demasiada) voy a hacer una excepción para hablar de uno de los programas que han arrancado hace un par de semanas. Se trata de “Un príncipe para Corina”, un reality en el que se ha recogido a lo más variopinto de la raza humana para conquistar la mano de una bella “princesa” llamada Corina. Este programa ha llegado a tal nivel de excentricidad, que muchos han puesto en duda la veracidad de los personajes y han clamado a los cuatro vientos que el programa de Cuatro está guionizado. Y es que la estrafalaria gama de individuos ha dado mucho de que hablar y va desde un señor que asegura ser un vampiro de 2808 años de edad y que bebe sangre de sus parejas, a otro que ha ido borrando su fealdad a golpe de operaciones estéticas con resultados un tanto decepcionantes. “Un príncipe para Corina” parece ser una especie de parodia de programas como “MHyV” y “Gran Hermano” y las personas que intervienen en ella meras caricaturas englobadas en cuatro grupos diferentes: los guapos, los únicos, los simpáticos y los nerds. De ese modo indagaremos en la mediocridad de estos sujetos y presenciaremos momentos tan llamativos como que un guapo mire a cámara con los ojos llorosos mientras le hablan, o que reaccionen de un modo desternillante ante circunstancias de lo más cotidianas. Precisamente por ese motivo se ha acusado al programa de contar con actores o que esté guionizado, sin embargo algunos pasan por alto el punto fuerte de este reality: un montaje PRODIGIOSO que ayuda a conseguir las situaciones cómicas y potencian la peculiar personalidad de sus protagonistas que, todo hay que decirlo, son de lo más atractivos. Y no, no piensen en “los guapos” – cuyo carácter estúpido y arrogante, no sorprende y entra dentro de los cánones preestablecidos del prototipo de chico guapo y tonto -, sino en el hallazgo de personajes en los otros grupos que harían las delicias de cualquier guionista de series de TV o cine. En el grupo de los nerds encontramos a un pequeño tipo con cara de inocente que rapea versos para defenderse, un orondo gallego al que llamaban wikipedia en el colegio, uno que canta canciones románticas, un tipo de avanzada edad con aspecto infantil (de hecho nunca sale de casa sin su peluche llamado Furia), un chaval que se cree un súper héroe y que toma su forma de vida del Capitán América o un virgen confeso que recita poesía; en el de los simpáticos hallamos tipos más bien feos que, gracias al equipo de montaje (y de por ejemplo, poner la banda sonora de “Psicosis” cuando aparece uno de ellos cuyo físico recuerda al del mago del suspense), despiertan la carcajada cómplice del espectador; luego están los únicos y en él se recogen personalidades como la antes citada del vampiro (tristemente expulsado por Corina) o un chino vasco deslenguado adicto al porno y fan de Sasha Grey (¡toma ya!), que es más chulo que un “jarrillo lata”.

Con un plantel de personas así y repito, con unas buenas manos tras la edición de video, los responsables de “Un príncipe para Corina” han conseguido unas escenas cómicas brillantes y llenas de garra que no dan respiro. Los culpables han deformado su reality y magrean y manipulan los  minutos de metraje grabados hasta conseguir el resultado deseado: una conversación surrealista a base de titubeos, por ejemplo, o que surja un flechazo entre la hermana de Corina y uno de los pretendientes de ésta. Todo es posible gracias a la magia del montaje y la postproducción y el resultado que han conseguido es EXCELENTE, y lo dice uno que no se caracteriza por ser un especial consumidor de realities (fórmulas como las del Gran Hermano y demás, me parecen estar cada vez más obsoletas). Aunque lamentablemente la vida real siempre suele más simple y aburrida, así que por mucho que trabaje el equipo en ficcionar la realidad y conseguir los momentos más delirantes… la princesa, con toda seguridad, acabará con un apuesto príncipe amante de las cremas espoliadoras. Y es que hay cosas que tristemente no cambian nunca.

8 comentarios:

Álvaro Quintana dijo...

Buen artículo, don Lazo. Entre el suyo y este otro que leí hace unos días casi (casi) me hacen ponerme a verlo:

http://www.valenciaplaza.com/ver/86439/-un-principe-para-corina---el-banco-malo-de-los-realities.html

El concepto del tipo-Drácula me deja noqueado.

Lazoworks dijo...

Muchas gracias, buen hombre! Aunque en este artículo que me dice ponen al programa a parir, lo cual comprendo... Pero aún así le recomiendo que le dé una oportunidad y disfrute de la realidad ficcionada del programa y compruebe como iguala en gags (y trama) a algunas comedias con la que tanto disfrutamos.

Álvaro Quintana dijo...

Sí, dice que el programa es infumable pero es precisamente todo lo grotesco que describe lo que me daba ganas de ver esta feria de los horrores, jaja. En fin, si lo pesco un día en la tele lo veré un rato.

Lazoworks dijo...

Bien, bien! El domingo a las 21:30 en Cuatro. A ver si está preparado para emociones fuertes y me cuenta que le parece.

Pepe Cahiers dijo...

Ni idea, intento sortear como buenamente puedo todo este tipo de programas que mi mujer, espero que no me escuche, no se pierde ni uno.

Lazoworks dijo...

Pero hombre, Pepe, usted cree que yo veo cualquier cosa, hombre? Échele un ojo hombre, ya verá como algo de lenguaje cinematográfico encuentra en este programa tróspido (y no bromeo).

miquel zueras dijo...

Parece una versión desquiciada de ¿Quién quiere casarse con mi hijo? Por cierto, lo de "Princesa Corina" ¿va con segundas? ¿Hay una entrañable amistad por medio?
Lo del vampiro -lo único que he visto- era invreible.
Saludos. Borgo.

Ángel Chatarra dijo...

¡¡¡Usurpadooooorr, súcubooooo!!!
Je, je, je...
Muy buena entrada, Mr. Lazo, Corina no merece menos, aunque, ¿qué coño? lo de menos es Corina!!! A mí es que el chino me tiene loco, loco!!!!
Te agradezco que hayas hecho la entrada que no he tenido tiempo de hacer..