SITGES 2011

Después de unos días de inactividad, vuelvo a la palestra con la crónica de los títulos que he visto este año en el Festival de Sitges. Como verán, tampoco ha sido un año muy frenético, apenas he visto 14 películas, pero si que de algún modo ha sido una edición bastante especial. Ya sea porque encontramos un lugar donde te servían las jarras de medio litro de cerveza a 1,80 € (¡que muchos no sabrán los palos que pegan por allí!), por los paseos por la calle del Pecado, por las charlas espirituales que mantuvimos para encontrarnos a nosotros mismos, por la proyección doméstica del “Equipo Argg”, por las vomitonas con el coche en marcha, o por las charlas cinéfilas (y no tan cinéfilas) con Don José Luís de La Abadía y su colega vasco (encantado de conoceros, majos). Una vez dicho lo dicho, y como siempre con el corazón en un puño y ansiando volver el año que viene, aquí os dejo la crónica sitgeriana de la 44ª edición del “Festival Internacional de Cinema de Catalunya”.

1.- GUILTY OF ROMANCE (Sion Sono, 2011).

Que a nadie le quepa la menor duda que Sion Sono es uno de los directores nipones más estimulantes del panorama actual, ahí tenemos sus dos recientes obras maestras que lo atestiguan: “Love Exposure” y “Cold Fish”, así que no me podía perder su última película, una especie de thriller erótico montado a base de “flashbacks” entorno a unos escabrosos asesinatos y que cuenta la historia de una mujer sumisa, casta y servicial llamada Izumi (Megumi Zagurazaka), que un buen día decide aventurarse en un espiral de sexo degradante y guarro, ya que con su marido, - un importante escritor de novela romántica -, a lo único a lo que ha llegado (en lo que al sexo se refiere) es a tocarle (un poco) el pene. De ese modo, Izumi se adentra en el mundo del cine porno y la prostitución, y conocerá a un violento personaje (Ryúju Kobayashi) y a una estrafalaria prostituta (Makoto Togashi) que le adentrarán en un terreno peligroso que, como sabemos, desembocará en trágicos acontecimientos. Como siempre, Sion Sono consigue mezclar en una misma película diferentes géneros como el erotismo (enfermizo), el thriller (escabroso), la comedia (negra) y el drama (reflexivo), y consigue una de sus películas más personales e inquietantes. Una auténtica virguería que, sin superar a sus dos últimas obras maestras, supone un paso más allá en la filmografía del director japonés.

2.- INVASION OF ALIEN BIKINI (Oh Young-doo, 2011)

La verdad es que tenía pocas esperanzas puestas en esta película (y en la que veremos a continuación), pero sin embargo me sorprendió gratamente. “Invasión of Alien Bikini” cuenta la historia de un bigotudo personaje que se enfrentará con un grupo de maleantes con tal de salvar a una bella damisela (Eun-Jung Ha). El tipo del bigote, un hombre que ha hecho unos rigurosos votos de castidad, invita a la muchacha a su casa y la cosa se pondrá dura cuando la chica en cuestión resulte ser una extraterrestre que necesite quedarse encinta esa misma noche. Una película potente, divertida y sorprendente. Quizás lo peor sea su puto título, que te hace pensar que te vas a tragar una cinta erótica de estas directas para video.

3.- MICROLORZE: A LOVE STORY (Yoshimasa Ishibashi, 2011)

Para bien o para mal, Microlorze: a love story no te deja indiferente. Montada a base de historias independientes e inconexas entre sí, y cuyo tema principal es el amor, este film tiene una de las mejores puestas en escenas que yo recuerde. Divertida, estrafalaria y llena de colores, la única pega que le encontré fue que después de ver este delirio, - que repito, te atrapa visualmente -, te deje un regusto de vacuidad.

4.- BELLFLOWER (Evan Glodell, 2011).

Si Jean-Luc Godard realizó con éxito un relato futurista ambientado en un entorno cotidiano en su emblemática “Lemmy contra Alphaville”, aquí el bueno de Glodell ha construido un drama apocalíptico en unos parajes totalmente reconocibles y actuales. La bella fotografía de Joel Hodge consigue hacer creíble esta historia de (des)amor que alcanza el nivel de autodestrucción necesario para una película apocalíptica, sin que por ello tengamos que ver bombas atómicas o batallas entre clanes por conseguir algo de agua o petróleo o lo que sea. Woodrow (el propio Glodell) y Aiden (Tayler Dawson), - dos amantes de la película “Mad Max” -, se están preparando para el fin del mundo, y para ello construyen un lanzallamas y se compran un coche con la inscripción “medusa” en el lateral. Pero por otro lado Woodrow se enamora de Milly (Jessie Wiseman) y ahí, ahí es donde empieza el verdadero Apocalipsis. Un Apocalipsis sentimental.

El Equipo de The Woman.

Atención a la rubia.

5.- THE WOMAN (Lucky McKee, 2011).

Este cuento feminista lleno de mala leche se erigió como una de las mejores películas del festival. Aquí McKee nos cuenta la historia de una familia sometida al autoritarismo de un patriarca machista, degenerado y cruel (un genial Sean Bridgers) que un buen día caza a una mujer salvaje en el bosque y la encierra en el sótano de su casa. La intención del tipo es, en teoría, “civilizar” a la mujer, pero pronto comprobaremos que la civilización no siempre lleva implícita la corrección y las buenas maneras. The woman consigue colocar al espectador en situaciones limites, en momentos muy duros, pero McKee y Jack Ketchum (co-guionista del film), logran lo imposible, que el respetable suelte alguna que otra carcajada gracias al humor negrísimo que ronda por toda la película. En el reparto encontramos a Angela Bettis, a quien ya habíamos visto en la ópera prima de McKee, la interesante “May”, pero la que está para morirse es la mujer, la “woman” del título, Pollyanna McIntosh, que sin tener una sola línea de diálogo consigue crear un personaje totalmente rompedor. Una lástima que no consiguiera el premio a la mejor actriz, yo le hubiera dado eso y mucho más (je, je, je…).

Na Hong-jin en el cine El Retiro.

6.- THE YELLOW SEA (Na Hong-jin, 2011).

Parece mentira que Na Hong-jin, director de la excelente “The chaser”, haya conseguido superarse a sí mismo con este espectacular thriller que gira entorno a un taxista que decide asesinar a un hombre para conseguir el dinero que le permita cruzar la frontera y buscar a su mujer. Con casi dos horas y media de metraje, esta trepidante cinta de acción se pasa en una sentada y consigue que vibres con cada uno de sus fotogramas. Con infinidad de persecuciones (las mejores las que se hacen a píe, corriendo), cuchillazos y hachazos, uno como espectador no puede hacer otra cosa que pasárselo en grande con las desventuras de nuestro protagonista y aplaudir con las orejas con cada aparición del malo malísimo, Kim Jun-seok, sin lugar a dudas lo mejor de la película. A-C-O-J-O-N-A-N-T-E.

Los responsables de Extraterrestre al completo y de brindis. Sólo faltó Michelle Jenner que estaba "pocha".

7.- EXTRATERRESTRE (Nacho Vigalondo, 2011).

Bueno, bueno… Ahora ya comenzamos con palabras mayores. De verdad, Nacho Vigalondo no sólo es uno de los mejores directores de España ¡y del mundo!, sino que es el único que consigue freírme las pocas neuronas que tengo con cada uno de los trabajos que realiza. Con cinco actores, un apartamento y una invasión extraterrestre como telón de fondo, aquí el bueno de Vigalondo riza el rizo y perpetra una de las comedias románticas más divertidas, originales y conmovedoras que he visto nunca. Michelle Jenner, Carlos Areces y Julián Villagrán están soberbios (bueno, Areces quizás, haga un poco lo de siempre), pero el que lo borda es el también “muchachado” Raúl Cimas, encarnando al novio psicótico y tontorrón de la Jenner. ¡Joder, hasta Miguel Noguera está inconmensurable haciendo de presentador negado! (Bueno, aquí habría que ver si esto suma a favor o en contra suyo. Puesto que habría que saber hasta que punto está “interpretando” y cuanto hay de verdad en ese “presentador negado”). Una pequeña obra maestra que nos debería enorgullecer a todos y en la que incluso no falta un guiño final a Los Cronocrímenes (aunque yo al principio creía que era a Arizona Baby, que también podía ser).

Alexandre Bustillo y Julian Maury en el Auditorio.

8.- LIVIDE (Alexandre Bustillo & Julián Maury, 2011).

Al principio pintaba bien. Una chavala (bastante buena, por cierto), con un ojo de cada color rollo David Bowie, un trabajo nuevo como ATS a domicilio, una vieja centenaria postrada en su cama y que guarda un tesoro en su enorme mansión… Un robo por parte de la chica, su novio y un amigo, a la casa de la vieja… Si ya lo digo yo, pintaba bien, pero que va, de aquí en adelante a Maury y a Bustillo se les va la cabeza y nos cuentan una de fantasmas con gore, puñetazos y patadas que nadie se cree. Está muy bien ambientado, si, pero aquello que decían de homenaje a la Hammer nada de nada. Esto es más bien una cosa simplona, sin pies ni cabeza y poco preparada. Para mí, la gran decepción del festival.

9.- KILL LIST (Ben Wheatley, 2011).

Desconcertante. Quizás sea esa la palabra que mejor definiría esta película. Como lo explicaría… Me encanta el tono enfermizo que va adquiriendo el film. Me encanta que el protagonista, - un soberbio Neil Maskell -, sea un ex combatiente de la guerra de Irak. Encuentro muy acertado presentarlo como un hombre al que le cuesta reintegrarse y que tiene una tremenda crisis familiar. Una lista, si, de eso se trata. Aquí nuestro protagonista junto a un antiguo compañero de batalla, - Michael Smiley, otro que está que se lo bebe -, son contratados para matar a una panda de energúmenos en los que encontraremos a un cura y una panda de pedófilos. Después, y he aquí lo desconcertante, o lo bueno del film según como se mire, Kill List da un giro de 180º y nos adentra en un autentico infierno * SPOILER * en el que nuestros dos aniquiladores se las tendrán que ver con una secta de hijosdeputa. La escena de las cloacas en la que nuestros protagonistas son perseguidos por unos feligreses suicidas, que parecen recién salidos de “El hombre de mimbre” o del mismísimo Infierno, es realmente angustiosa y pone los pelos de punta, pero te deja algo fuera de lugar. Aún así, lo auténticamente terrorífico de la película se encuentra en la propia casa del protagonista. Una película que, sin tener nada que ver con ella, tiene ciertos ecos con la polémica “A Serbian Film” del año pasado.

10.- THE INNKEEPERS (Ti West, 2011).

Una de las películas que fue injustamente abucheada. Y digo injustamente porque estamos de acuerdo en que a The Inkeepers le cuesta arrancar. Estamos de acuerdo en que si la calificamos como una película de miedo o de casas encantadas, se queda a la mitad (o ni siquiera llega al tercio). Sin ir más lejos, en The Inkeepers los sustos, las apariciones, el rollo duro en todo su esplendor, no se dan hasta los últimos quince minutos, mientras que “Insidious”, una película con la que escuché que la comparaban, despilfarraba estos momentos por doquier con unos resultados, porque no decirlo, excelentes. Sin embargo si que habría que decir que el gran hallazgo de Ti West es que ha conseguido hacer una gran película en apenas unos pocos escenarios y con un plantel de actores reducidísimos. Lo importante de The Inkeepers no son los sustos señores, es la vibrante, divertida y triste relación que nace entre los encargados del hotel. Sin apenas explicarnos demasiado y contarnos una ñoña historia de amor entre amigos que “se gustan”, Ti West logra tocar los palos necesarios para que todo cobre sentido, y nos enseña que cosas tan importantes como expresar nuestros sentimientos nos pueden salvar la vida. Repito, una pequeña gran película.

(Nota: después de The Inkeepers proyectaban “Grave Encounters”, pero el sueño me pudo y me largué en seguida).

11.- NEW KIDS TURBO (Steffen Haars & Flip van der Kuil, 2010).

Incluida en la maratón llamada “La nit + freak”, New Kids Turbo supuso todo una bocanada de aire fresco para el respetable… y de risas, claro. Tirando de mucha mala baba, humor de ese que tildan como políticamente incorrecto y un poco de cultura de “tunning”, New Kids Turbo fue la fiesta que todo el mundo necesitaba. Utilizando como telón de fondo la crisis mundial, New Kids Turbo nos cuenta la historia de cinco energúmenos que planta cara al gobierno con un rotundo “ya no pago más”, y a raíz de eso se meterán en un sin fin de líos con la policía, pedirán dinero prestado a Peter Aerts, - luchador de K-1 profesional -, matarán a Jody Bernal, o comprarán armas a un dulce viejecito nazi, entre otras muchas locuras. La verdad es que lo desconocía por completo, pero al parecer New Kids es una serie del canal Comedy Central de los Paises Bajos ideada por las descerebradas mentes de Steffen Haars y Flip van der Kuil, a su vez co-protagonistas de la cinta. Pero es que además, por lo que se ve, ya preparan una suculenta secuela llamada New Kids Nitro en la que incluso se podrán ver… ¡zombies!

12.- MONSTER BRAWL (Jesse T. Cook, 2011).

Dentro de la misma maratón llegó la segunda decepción del festival. Me van a decir que no pintaba bien un torneo de lucha libre entre los monstruos clásicos del cine de terror. Que si la cosa del pantano, que si la “witch bitch” (bruja zorra), que si la vampira, que si el ciclope, que si el monstruo de Frankenstein, el zombie y el hombre lobo… Me cago en la puta… Esto hubiera estado mejor con un poquito de hilo argumental, con un poquito más de humor y desparpajo, y con una miaja de entusiasmo… Aquí el amigo canadiense nos ha metido un programa de Pressing Catch con monstruos que entretener, lo que se dice entretener, no entretiene demasiado. Quizás sentado en un sofá sin saber que ver, pues aún, pero joder, en un cine ¿esto? No, no… Pero es que además la película no termina, por lo que se ve habrá segunda parte o algo así. No sé, eso me temo porque no luchan todos los monstruos y al final dicen eso de “permanezcan atentos a sus pantallas”. Aunque eso si, no pude evitar sentir cierta emoción al ver una vez más la mítica pelea entre el monstruo de Frankenstein y el hombre lobo. Gana Frankenstein, como no, pero el hombre lobo le patea bien las entrañas al hijodeputa de Frankie.

(Nota: después proyectaron SEX, DOGZ AND ROCK N’ROLL, que al menos pintaba bien. Pero tras una hora de retraso para entrar en la sala, después de tragarnos dos capítulos de la serie Femme Fatales [con unas tías buenísimas, por eso], y después de algunos cortos de baratillo… joder, a uno no le quedaban fuerzas de nada).

13.- KILLER JOE (William Friedkin, 2011).

Incluida en la última maratón del sábado como “filme sorpresa”, Killer Joe fue, sin lugar a dudas, la mejor película del festival. Con una historia negrísima, un humor enfermizo y unas interpretaciones que quitan el hipo, William Friedkin ha vuelto por la puerta grande. En serio, ya lo pueden publicar por todas partes. Salgan a la calle y díganselo a todo el mundo, porque esta película es una obra maestra absoluta. Yo diría incluso que, de las que he visto de Friedkin, es la que más me gusta. Y mirad que a mi “A la caza” me pone brutísimo. Matthew McConaughey, ¡quien me lo iba a decir!, está inconmensurable como el letal asesino (y policía corrupto) que contrata Emile Hirsch para liquidar a su madre y cobrar el dinero del seguro. Pero es que además comprobaremos que aquí el amigo es miembro de una familia de lo más amoral y decadente, formada por su padre (Thomas Haden), su madrastra (Gina Gershon) y su hermana pequeña de doce años (Juno Temple). Polémica, malsana, negrísima y, como no, divertida, Killer Joe está llamada a ser una de las películas del año. Por cierto, no se pierdan el momento “muslito de pollo”… ¡Sublime!

14.- JUAN DE LOS MUERTOS (Alejandro Brugués, 2011).

No voy a decir que me entusiasmó demasiado, pero si es verdad que Juan de los muertos es cuanto menos original y nos hace ver que algo, ni que sea mínimo, está cambiando en Cuba. Juan, un vividor de poca monta, tendrá que hacer frente a una panda de zombies que llegan a la Habanna (y que al principio son confundidos con disidentes), mientras que por otro lado también tendrá que luchar para ganarse el respeto de su hija española (Andrea Duro). La película tiene algún momento memorable, como el de la mamada al amanecer, y en general está bastante entretenida, pero encontré que le faltaba algo… Algo no cuajaba en la ecuación. Lo malo es que todavía no sé el qué.

(Nota: después proyectaron Lobos de Arga… Ya saben ustedes los sentimientos que profeso a las películas de hombres lobo, así que debido al terrible sueño que arrastraba, tuve que abandonar la sala con el rabo entre las piernas. La veré más adelante, no teman).

Los principales premios de este año han ido a parar a:

MEJOR PELÍCULA: Red State de Kevin Smith.

MEJOR DIRECTOR: Na Hong-jin por The Yellow Sea.

MEJOR GUIÓN: Lucky McKee y Jack Ketchum por The woman.

MEJOR ACTRIZ: Brit Marling por Another Earth.

MEJOR ACTOR: Michael Parks por Red State.

PREMIO ESPECIAL DEL JURADO: Attack the block de Joe Cornish.

MEJOR PELÍCULA SECCIÓN FANTASTIC “ÓRBITA”: Guilty of Romance de Sion Sono.

MEJOR PELÍCULA JURADO CARNET JOVE: Bellflower de Evan Glodell.

MEJOR PELÍCULA MIDNIGHT X-TREME: Detention de Joseph Kahn.

MEJOR PELÍCULA NOVES VISIONS: Nigth Fishing de PARKing CHANce (Park Chan-wook & Park Chan-kyong).

DIPLOMA PELÍCULA DISCOVERY: Invasion of alien bikini de Oh Young-doo.

MÉLIÈS DE PLATA: Kill list de Ben Wheatley.

MÉLIÈS DE ORO: Balada triste de trompeta de Alex de la Iglesia.

GRAN PREMIO HONORÍFICO: Brian Singer.

MÀQUINA DEL TEMPS: Jaume Balagueró, Michael Biehn, Ching Siu-tung y Michael Ironside.

MARÍA HONORÍFICA: Bigas Luna, Xavier Pérez, Mar Tarragona, Caroline Williams, Gonzalo Suarez y Pedro Olea.

Caroline Williams recibió la María Honorífica.

PREMIO NOSFERATU: Luigi Cozzi.

FOTOGRAFÍAS: Juan P. Rodríguez.