¿No has llamado nunca la atención esa extraña fascinación que tienen los extraterrestres de goma de Toy Story con el Gancho? ¿Qué es el gancho? ¿Por qué tienen esa especie de fe ciega en él? ¿Es un Dios? ¿Es el que decide quién de ellos es el elegido para salir de esa cárcel acristalada? ¿Por qué tiene tanta importancia para ellos?Una de las grandes incógnitas de la saga de animación más imaginativa y original de todos los tiempos, es por fin desvelada en su tercera y última entrega, que por cierto y aunque parezca mentira, se me antoja como la película más redonda y perfecta de las tres. En Toy Story 3 seremos testigos del periplo que deben pasar Buzz Lightyear, Woody y compañía cuando Andy se va a la Universidad y por un "descuido" van a parar al cubo de la basura. Logran escapar del camión de la basura pero su destino, siempre ligado a los actos de los seres humanos y otras influencias externas, les harán encontrarse en una preciosa guardería (que luego resultará no serlo tanto) custodiada por un enorme oso de peluche que se convertirá en todo un tirano (sin lugar a dudas el malvado mejor escrito de toda la trilogía)… Entre pitos y flautas, Woody y cía deberán escapar de esa cárcel en la que los niños los destrozan y los llenan de mocos, pero una vez más los acontecimientos les harán llegar a un enorme estercolero lleno de basura en una escena verdaderamente épica. Todo parece perdido, todo su mundo se viene a bajo cuando… El gancho… El gancho… Como me gustó esa escena. Creo que jamás se había dado tanta importancia a un elemento aparentemente insignificante y que vagase a través de dos películas para que en la última entrega resultase de vital importancia. El gancho… El gancho se ha convertido en uno de los ejemplos de "deus ex machina" mejor solucionados de la historia del séptimo arte. Si amigos, a veces se dan milagros de estos en una sala de cine y uno no puede dejar de pensar en… El gancho…
1 comentario:
El gancho, el gancho, pero... lo mal que se pasa en esa escena :-)
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