jueves, 19 de noviembre de 2009

Sabine recomienda... Black Devil Doll (2007)


Recientemente descubrí, gracias al excepcional blog The Jamaa Fanaka Experience, una de las últimas bizarradas provenientes de la serie Z estadounidense dirigida por el debutante Jonathan Lewis, director que no intenta otra cosa, salvo que se hable de su opera prima. Ya sea para bien o para mal. Pero que se hable.

Vayamos por partes, el abrupto guión de la película, por ejemplo, es tan estúpido y fuera de si, que parece poco improbable alabar esta insulsa historia: un activista de color es freído en la silla eléctrica y, por culpa de una jamona pechugona que tontea con su ouija, su espíritu va a parar al interior de un inofensivo muñeco (que obviamente, al entrar en el inanimado cuerpo de papel cartón, cambia radicalmente de aspecto y se convierte en un… ¡MUTHAFUCKIN NIGGA PUPPET!). Pues bien, lejos de suponer un impedimento, este muñeco diabólico continuará con sus fechorías y no dudará un solo segundo en violar, tributar y asesinar a un grupo de voluptuosas vixens de senos estratosféricos.


Esta escueta historia que, no nos engañemos, no da para mucho, se ve envuelta en un humor cafre de cojones, sexo "soft" de lo más gratuito, gore de baratillo y escenas que rozan (y sobrepasan) el mal gusto… Por otro lado, no me puedo olvidar de las actrices, ya que llaman más la atención por sus siliconeados atributos que por su capacidad dramática. Es por ese motivo que puede que el verdadero motivo de Lewis esté más que asegurado: Black Devil Doll es una gamberrada tan despreciable que resulta poco improbable que pase desapercibida.


Debo reconocer que me quedé gratamente impresionado por esos bellos créditos iniciales y del fabuloso score compuesto por la banda británica The Giallos Flame. Pero Black Devil Doll jamás será recordada por ser original (1) y, ni mucho menos, por ser buena. Eso si, viendo un film como este y siempre sirviéndose de una buena compañía, Black Devil Doll puede suponer todo un festín de jolgorio y risas (sobretodo si hay cerveza de por medio y corre como la pólvora).
En definitiva, seguramente muchos serán (entre ellos como no, algunos gafapasta) los que alabarán esta obra por el simple hecho de tener un marcado carácter macarra claramente inspirado en la tendencia trash que tan de moda se ha puesto gracias a Tarantino y compañía y sus grindhouse. Pero lejos de entrar en el debate sobre determinado oportunismo que siempre ha habido, Black Devil Doll es desde ya una de las películasparanopensar más divertidas que se han visto últimamente (aunque bueno, también hay que reconocer que la gracia cada vez va a menos).

(1) Tal y como apunta Fananaka en su blog, Black Devil Doll está claramente inspirada en Black Devill Doll From Hell de Chester Novell Turner, una rareza de las de verdad, que se me antoja mucho más llamativa que la presente.

Peeping Toms… El "tributo" de Black Devil Doll.


2 comentarios:

angelpito injurioso dijo...

¡que se la lleven para los Oscar,o pa los Goya...sin anuncios.

Anónimo dijo...

el principio me gusto, aunque me quede con las ganas de terminarla..ya me la pasareis..vaya tiparacas¡¡¡
xicoxandal