¡¡Ya-ta-bien Takashi Miike!! (A.k.a. Yatterman)

A mi que me perdonen pero no le encuentro la gracia a la última película de Takashi Miike, un director del que hecho de menos la intensidad y rabiosa originalidad de sus primeras películas. De hecho, ya ni siquiera me atreví a ver esa segunda parte de Crows porque me temía lo peor. Ay..., yo que tanto me he desvivido por este cineasta.

Pues si amigos, Yatterman podrá ser curiosa y tener unos aceptables efectos especiales. Incluso podrá estar protagonizada por una chorba que quita el hipo enfundada en un traje de látex (Kyoko Fukada) para gozo de los espectadores, pero para nada resulta entretenido y mucho menos divertido. La historia por su parte me pareció del todo insulsa puesto que no engancha ni a la de tres, y si a eso le sumamos que la película dura cerca de dos horas la cosa termina siendo bastante insoportable.

Este chumichurri que convina con dudoso acierto el estilo anime con un sentido del humor bastante tontín que, eso si, se adorna para consuelo de los asistentes, con bastantes guiños sexuales y fálicos, queda bastante alejado de otros films del director como Ichi the killer o Audition, e incluso la infinitamente superior The Great Yokai War.

Yatterman gira entorno a la búsqueda de una calavera con el que al parecer se puede conseguir todos tus deseos, así que cuando una joven pide la ayuda de Yatterman para encontrar a su padre (una especie de Indiana Jones nipón), este decide ayudarla junto a Yatterman 2 y un enorme perro robótico llamado Tiggerwoof...

Aburrida hasta limites insospechados, tal vez Miike habrá hecho una buena adaptación (desconozco la serie animada original), pero el resultado no me convenció ni de lejos. A partir de ahora me lo miraré mucho antes de entrar a ver otro film de Takashi Miike, ya que ultimamente este hombre está de capa caída. ¡¡ESPABILA JODÍO!!