miércoles, 14 de octubre de 2009

Thirst (2009)


Que alegría volver a ver a Park Chan-wook en plena forma. Esta Thirst está muy alejada de esa obra maestra que fue Oldboy, pero no nos engañemos, dudo mucho que Park logré alcanzar lo que consiguió con esa obra maestra indiscutible.

En esta ocasión el director surcoreano se adentra en el terreno de los vampiros para, de principio a fin, saltarse a la torera todas las reglas establecidas dentro del género. Por lo tanto, seremos testigos de un cura (el genial Song Kang-ho) que, decidido a hacer una buena obra, se ofrece para probar una nueva vacuna con tal de erradicar un virus mortal que asola a la raza "blanca". Lamentablemente, la sangre que utilizan para hacerle una transfusión está contaminada de otra extraña enfermedad que contrarrestra los efectos del virus, pero que sin embargo, otorga a este una irrefrenable sed de sangre.
Aún habiendolo dicho, puede que muchos crean que aún así nos encontramos ante un filme de vampiros como otro cualquiera, pero la cosa está muy lejos de serlo. En primer lugar porque el cura en cuestión no duerme en un ataúd, ¡sino en un armario!, no teme a los crucifijos (no olvidemos que es un cura), no tiene colmillos, y ni si quiera hay ajos ni estacas en la película. El único punto en comun de Thirst con el resto de films vampíricos, es la mortal heliofobia que sufren los protagonistas. Pero ya está, Park Chan-wook, lejos de permanecer en este terreno, decide dar un giro de 180º al entrar en acción la excelente Kim Ok-vin como una auténtica femme fatale vampírica, que sin lugar a dudas me resultó lo más llamativo del film junto a un estilo visual deslumbrante.
Aún así, he de reconocer que algunos cambios bruscos en la trama pueden descolocar a más de uno y de dos espectadores no acostumbrados a los giros argumentales del amigo Park (tomen de ejemplo la notable Sympathy for Lady Vengeance o el fascinante capítulo llamado Cut que dirigió para el tríptico Three... Extremes).

Un film a tener en cuenta dentro de la filmografía del director, ya que si su mejor película era Oldboy y la siguiente J.S.A., la tercera es sin duda la película que nos ocupa. Una película muy, como decirlo... ¿líquida? en la que "la sed" (el "thirst" del título) se puede sentir en cada bocado y en cada beso.
Park Chan-wook y la Sra. Rodriguez, -tan afin ella a codearse con la jet set-, durante el pasado Festival de Sitges.

Título original: Bakjwi (Corea del Sur, 2009).
Director: Park Chan-wook.
Guión: Park Chan-wook & Jeong Seo-Gyeong, basado en la novela "Thérèse Raquin" de Émile Zola.
Actores: Song Kang-ho, Kim Ok-vin, Kim Hae-sook...

1 comentario:

MarioBava dijo...

Menuda pintaza que tiene esto...Estas son de las pocas que mi mujer aguanta...Haber si hay suerte y la proyectan en Donosti....

un saludo

Jose