miércoles, 16 de septiembre de 2009

El Invisible Harvey (1950)


Según cuenta Robert Anton Wilson en su imprescindible El martillo cósmico (1), los pookah son unos seres salidos del folklore irlandés cuya apariencia se suele asemejar a la de un conejo gigante de al menos metro ochenta gracias a la obra de teatro que escibrió Mary Chase en 1944. Pero si nos paramos a pensar, estos conejos gigantes han formado parte de nuestra imagineria fantástica desde que eramos pequeños. Solo hay que recordar a ese enorme conejo tan listo y espabilado que la Warner Bros bautizó como Bugs Bunny para comprobarlo, o la obra literaria más importante de Lewis Carrol, Alicia en el país de las Maravillas. Pues bien, conforme han ido pasando los años, como es lógico los conejos (o pookah) también han aparecido en numerosas películas de las que se podía destacar ¿Quién engañó a Roger Rabbit? (Robert Zemeckis, 1988), Donnie Darko (Richard Kelly, 2001), Inland Empire (David Lynch, 2006), o incluso en forma de letal asesino que luego resulta ser un monstruo, en Los caballeros de la mesa cuadrada y sus locos seguidores (Terry Guilliam & Terry Jones, 1975) (2). Todos hemos aceptado de alguna forma a los conejos como un simbolismo mágico (el mago y su chistera), y El Invisible Harvey es, - a pesar de que Harvey no se llega a ver durante el film, excepto en un cuadro -, una de sus muestras más explícitas.


Nos encontramos queridos amigos mios, ante una de las mejores comedias de toda la historia, siempre partiendo, como no, de mi humilde y a veces equivoca opinión. Nadie es perfecto y yo mucho menos, por eso cuando veo films como El Invisible Harvey con ese James Stewart en el papel del noble, bondadoso y borrachuzo Elwood P. Dowd me dan ganas de gritarle al mundo entero lo feliz que soy a pesar de lo amargo que resulta todo. Parece que me haya escapado de un anuncio de compresas, no sé si me explico. Voy por la calle saludando a la gente diciendoles: "respeto para usted y para todos los que se encuentre en el camino", mientras me quito el sombrero.

Si, El Invisible Harvey es una gran película que nos enseña que es mejor ser bondadoso que listo. Un film de obligada visión sobrotodo por los días que corren hoy en día, ya que vivimos en tiempos en los que apenas nos relacionamos y en los que la prisa y el estrés son nuestro modus operandi. No recapacitamos, estamos furiosos, neuróticos, ¡solo queremos meternos en casa y ver mierdas del calibre de El Diario de Patricia, Gran Hermano o Hombres y mujeres o viceversa (o viceversa). Tampoco voy a ser purista y voy a cometer el improperio de decir eso de "¡ya no existen valores!". Si que existen amigos, lo que pasan es que poco a poco nos los están robando.

Una de mis partes favoritas de la película es cuando James Stewart está junto a Charles Drake y Peggy Dow (una actriz realmente hermosa), y Stewart se pone a explicarles lo que había pasado con Cecil Kellaway, cuando terminando una frase, dice: "...la tarde iba cayendo" y se queda pensativo. Acto seguido les dice como maravillado: "la tarde iba cayendo, ¿no les parece una bonita expresión?". Ambos se quedan atónitos sin saber que contestar cuando Stewart/Elwood dice: "¿me permitís que la vuelva a repetir?", coge aire y repite: "la tarde iba cayendo". ¡Me pareció increible! Elwood, ese borracho loco que ve un conejo gigante, se permite disfrutar de una expresión que ninguno de nosotros, ni por asomo, articularia. "La tarde iba cayendo", si alguien hoy dijera eso en un bar le incharían a palos.

Es por eso que hoy cuando he leido la notícia de que Steven Spielberg anda preparando un "remake" de este film, me he alegrado. Lo sé, seguramente no será igual y puede que no le llegue ni a la punta de las pezuñas de los dedos de los pies, pero aún así me alegro porque aparte de ser una estupenda comedia, cuenta una gran historia de amistad y como tal, merece ser contada cuantas veces sean necesarias.


"Jamás se ha visto que nadie lleve nada mezquino al bar", ¿no les parece una bonita frase. Permitidme que la repita: "jamás se ha visto que nadie lleve nada mezquino al bar".

Título original: Harvey (USA, 1950)
Director: Henry Koster.
Guión: Mary Chase, Oscar Brodney & Myles Connolly (este último sin acreditar), basado en una historia de M. Chase.
Actores: James Stewart, Josephine Hull, Charles Drake...

(1) El Martillo Cósmico. Libro II. Con los pies en la Tierra. Ed. Palmyra (2006).
(2) ¿Profetizaron los Monty Python el ataque de un conejo a Jimmy Carter?

6 comentarios:

Anónimo dijo...

hey tio¡ en la proxima reunión de biras y cine ya la veremos, pinta bien..saludos pixa
chico del xandal

Lazoworks dijo...

Vaya hombre... Y yo que tenía pensado ponerte la última que tengo por ver de los Calatrava...
Es que verlas a solas es como follarse un ladrillo, mola hacerlo en compañia humana!
Pero bueno, ya haremos un cine forum porque ESTA PELÍCULA LA DEBES VER!

cerebrin dijo...

Precisamente la ví por primera vez hace poco y coincido plenamente, ¡obra maestra absoluta!

Por cierto, ya que nos ponemos, me gustaría reparar en la sabiduria y razón que encierran estas palabras tuyas: "Todos hemos aceptado de alguna forma a los conejos como un simbolismo mágico". Chapó.

Lazoworks dijo...

Jajaja! Gracias hombre, se agradece... La verdad es que de 100 reseñas que hago, una o dos me salen bien y esta creo que me ha salido (sin ser nada del otro mundo), bastante redonda. Coño, me gusta! ¿porque no lo voy a decir?
Tal vez ha sido Harvey que me ha "iluminado" en esta reseña. Jejeje.

El Abuelito dijo...

Yo la vi de niño, cuando la estrenaron, y me gustó a rabiar... miedo me da ese remake de Steven "baba de caramelo" Spielberg... evitar lo cursi ya es difícil en la historia original, y con lo que le gusta a nuestro amigo Esteban...

Lazoworks dijo...

Pues si, ultimamente Spielberg falla más que una escopeta de feria el jodío. Pero tal vez así, muchos jovenes se interesen por la original, ¿no?