martes, 16 de septiembre de 2008

Johnny cogió su fusil (1971)


Hace muchos años me pusieron una película en el instituto sobre un chico con un gran porvenir que lamentablemente debía partir a la I Guerra Mundial. Su nombre era Joe Bonham (y no Johnny como piensa mucha gente después de haber visto la película. El titulo está sacado de una canción militar que se cantaba en la I Guerra Mundial). Pues bien, una vez que Joe se convertía en soldado e iba a la guerra, una bomba le causa graves lesiones y le convierten en un ser sin capacidad de visión, de oído y de habla. Por si fuera poco, pierde todas las extremidades de su cuerpo debido a la tremenda explosión de la bomba y permanece tumbado en una cama de un hospital militar. Joe tan solo es un trozo de carne con vida, un torso pensante que no puede comunicarse con nadie y que se ve acorralado por sus pensamientos ya que no le llevan a ninguna parte. Pero gracias al código Morse, Joe logrará comunicarse con la enfermera que lo cuida y le pide que lo mate.


Debo reconocer que Johnny cogió su fusil me dejó gravemente afectado por la dramática premisa que expone y que desgraciadamente podría ser totalmente cierta (algunos apuntan que está basada en hechos reales). Imaginaos por un momento que no tenéis boca, no tenéis ojos, estáis sordos, no tenéis brazos, ni tampoco piernas, y estáis postrados en una cama sin saber que demonios os está ocurriendo. La angustia que vive Joe está magníficamente plasmada gracias a la adaptación que hizo Dalton Trumbo de su propia novela publicada en el 1939 y que finalmente terminó dirigiendo él mismo (en un principio iba a dirigirla Luis Buñuel). Trumbo fue uno de los grandes guionistas que lamentablemente estubo perseguido por la caza de brujas que asoló Hollywood, por lo que Trumbo tuvo que firmar muchos guiones suyos con seudónimos o utilizando nombres de otros guionistas que no estaban en la lista negra. Sirva de ejemplo el caso de la genial película Gun Crazy, en la que firma el guión MacKinlay Kantor y Millard Kaufman, cuando este último no co-escribió el guión, sino Trumbo.

Este duro drama antibelicista a favor de la eutanasia, alterna las secuencias en blanco y negro en las que vemos a Joe en la cama tapado por una sabana en una tétrica habitación de un hospital militar, con las secuencias en color que representan aspectos de su anterior (y feliz) vida y los sueños (o más bien pesadillas) que tiene mientras está postrado en la cama, todo ello acompañado por la angustiosa voz en off del protagonista (Timothy Bottoms) que representan todos sus pensamientos.


Una de las secuencias que más me impactó en su día (y que me sigue causando el mismo efecto actualmente), es la secuencia en la que una mosca se posa en el pecho de Joe y este, al haber perdido algunos de sus sentidos de golpe, no sabe lo que se le ha puesto encima y en un momento llega a creer que esa minúscula mosca que se le ha posado, es una enorme rata. ESPELUZNANTE. Casi tanto como el final. (S.O.S., ayudenme... S.O.S., ayudenme... S.O.S., ayudenme... S.O.S., ayudenme...)

Una película de esas películas que todos estamos obligados a ver.

Titulo original: Johnny got his gun (USA, 1971)
Director: Dalton Trumbo
Guión: Dalton Trumbo basado en su novela homónima.
Actores: Timothy Bottoms, Donald Sutherland, Jason Robards...

1 comentario:

MarioBava dijo...

Maravillosa pelicula...yo tengo la suerte de tener una originalllllllllllllll !!!!!!!!!!!