Comparativas: Joker (Nicholson) vs Joker (Ledger)

Al ver la nueva película de Christopher Nolan, y ver la increible actuación de Heath Ledger y su caracterización como el Joker, resulta inevitable comparar este espectacular Joker con el anterior y soberbio Joker que encarnó Jack Nicholson en el Batman de Tim Burton. Si en la cinta de Burton, Jack Nicholson encarnaba a un histrionico e incluso simpático Joker, en El Caballero Oscuro, vemos un Joker mucho más oscuro y sobretodo mucho más violento.

El personaje de Nicholson estaba dotado de un sentido del humor grueso, cínico y negrisimo. Recordaré grandes momentos del primer Joker por poner algunos ejemplos. Un buen ejemplo de ese característico sentido del humor sería su primera aparición (como el Joker propiamente dicho) ante el personaje de Jack Palance. Este le llama Jack Napier y el Joker le dice: "¿Jack? Jack ha muerto, mi amigo. Ahora puedes llamarme Joker. Y como puedes observar, soy más feliz". En otra secuencia, Batman le propina un puñetazo y este suelta un chorro de sangre y una dentadura de broma que comienza a castañear. En otra, el Joker le ofrece la mano a un mafioso que le intenta llevar la contraria y le dice que no pasa nada, pero al darle la mano, el mafioso muere electrocutado. En otra, le ofrece la mano al personaje de Kim Basinger que está apunto de caer desde lo alto de una iglesia, al coger la mano del Joker, Basinger descubre que la mano era falsa y cae estrepitosamente al vacio (aunque le salva Batman, claro). Estos y muchos más, son algunos de los grandes momentos que nos regaló el Joker de la cinta de Burton. Como podeís ver, el Joker es un payaso psicótico que no para de buscar hacer reír de una manera un poco especial...

En la nueva entrega de Batman, el personaje del Joker es mucho más peligroso, siniestro y su sentido del humor es brutal, casi pasa inadvertido al ojo del espectador. Pero ahi está. Cuando un grupo de payasos liderados por el Joker roba el banco al principio de la película, uno de los payasos apunta a otro con una pistola y este le dice: "supongo que el Joker te habrá pedido que me mates", y este le dice: "no, me ha pedido que mate al conductor del autobus, pero si te mato a más tocamos". Entonces el payaso comienza a moverse lentamente y el payaso con la pistola le sigue, cuando de repente un autobus atraviesa la pared del banco y atropella al payaso que apuntaba al otro. Cuando el payaso superviviente, se quita la máscara descubrimos que era el Joker. En otra secuencia, vemos al Joker disfrazado de enfermera sexy atendiendo a Dent/Dos Caras. Y en otra podemos ver al Joker haciendo un divertidisimo truco de magia con un grupo de mafiosos: este clava un lapiz en la mesa y dice a sus espectadores que va ha desaparecer, uno de los mafiosos se levanta y se dirige hacia el Joker dispuesto ha propinarle un buen revés, pero el Joker continua con su truco de magia y empuja la cabeza del mafioso contra el lapiz y cuando la retira... ¡Tachán! El lapiz ha desaparecido porque está incrustado en el craneo del mafioso.

Por otro lado hay que reconocer que Christopher Nolan sabía muy bien lo que hacia cuando abordó un malvado tan importante en la segunda entrega de Batman, en vez de en la primera, tal y como hizo Tim Burton. Y es que el gravisimo error de Burton, fue contar la historia de Batman y la del Joker en una misma película. Y es que el personaje del Joker es tan fuerte y la interpretación de Jack Nicholson fue tan sorprendente, que el Joker se comió literalmente a Batman. Dicho problema también ha ocurrido en otras películas de superheroes, como en Spider-man, que en la primera entrega enfrentaron al hombre arácnido contra el Duende, su enemigo más famoso. Aunque también hay que decir, que en la película de Sam Raimi, es el Duende el que queda a la sombra de un omnipresente Peter Parker/Spider-man, y por consiguiente, un malo tan excelente como el Duende flojea bastante.

Sin embargo en la película de Nolan, la historia de Batman ya está bastante consolidada para poder contar con el malo malisimo Joker. Y en está, a diferendia del Batman de Burton, el Joker no consigue quitarle todo el protagonismo a Batman. La historia de Batman ya está contada, lo único que hay que hacer con él es continuar con su historia y reforzarla. Por eso, y siguiendo con lo que antes comentaba de Spider-man, la segunda entrega del hombre arácnido es mucho más superior que la primera.

Ahora me centraré en los origenes del Joker de ambas versiones del malvado villano. Si en la cinta de Burton se nos informaba de sus origenes y como se convirtió en el Joker, en El Caballero Oscuro, el Joker ya aparece como tal al principio de está, y lo mejor de todo, no se sabe nada de como ha conseguido tan siniestra apariencia. En un momento dice que fue su padre, que borracho perdido asesinó a su madre y luego le dibujó una sonrisa a él con un cuchillo porque le veía muy "serio", pero más adelante, descubrimos que el Joker cambia la historia y le cuenta algo muy diferente a Rachel Dawes (Maggie Gyllenhaal)... Así que ante tales muestras de esquizofrenía paranoide, no sabemos nada de el Joker, pero aún así podemos hacernos una idea de que es alguien realmente peligroso, violento, psicótico... Mucho más que el que abordó Nicholson.

No sabría por cual interpretación decidirme la verdad, porque ambas son estupendas. Según Nicholson, deberían haber contado con él de nuevo para el Joker, porque es un personaje que solo podía interpretar él. Se moría por volver a interpretar al Joker (aunque también se negó a meterse en dicho personaje en la segunda entrega del Batman de Tim Burton, porque la historia no le convenció). Y trás la muerte de Ledger... ¿Quién no puede pensar: y si lo hubiera hecho él? El actor se mostró muy enfadado cuando se vió que ni siquiera hablaron con él para consultar algunos aspectos del personaje, y cuando le informaron de la muerte de Ledger dijó: "Es horrible. Se lo advertí, no se puede jugar con el Ambien" (los somniferos que causaron la muerte del joven actor).

Para finalizar, terminaré con dos sendas frases que contrastan las interpretaciones de estos dos grandes actores, en estas dos grandes y diferentes películas. Una está cargada de un lirismo gótico muy siniestro: "¿Has bailado alguna vez con el diablo, a la luz de la Luna?". La otra es caótica, anárquica, una frase que debido a su estrepitosa verdad, da miedo: "La locura es como la gravedad, tan solo hace falta un pequeño empujón para provocarla".