Post-nuclear Bloody Films: Forbidden Zone (1980)

miércoles, 11 de junio de 2008

Forbidden Zone (1980)

Richard Elfman quiso con Forbidden Zone llevar a la gran pantalla la estetica delirante de los numeros musicales de su grupo Los Caballeros del Oingo Boingo, en la que también intervenía su hermano, el compositor Danny Elfman (que compuso los temas musicales de la película y tuvo un pequeño papel encarnando a Satanás). Elfman, que por aquel entonces estaba casado con Marie-Pascale Elfman, actriz (en el papel de Frenchy) y diseñadora del film (gracias a ella podemos disfrutar de unos decorados con un look muy a lo cartoon), apunto estubo de arruinarse ya que no conseguían dinero suficiente para terminar el film. Finalmente, y gracias al dinero que aportó el actor y miembro fundador de Oingo Boingo, Gene Cunningham (o Ugh-Fudge Bwana como se le acredita en la película), Forbidden Zone consiguió terminarse. Elfman tuvo una enorme suerte por contar con unos grandes profesionales que lo dieron todo por la película, entre ellos encontramos a John Muto que se encargó de las divertidas animaciones del film; Gregory Sandor, director de fotografia de grandes películas como Hermanas de Brian de Palma o El tiroteo de Monte Hellman, o John Nelson (Matrix) encargado de los efectos visuales..

La película es una versión bastante libre del clásico cuento de Lewis Carroll, Alicia en el país de las maravillas:

La familia Hercules se traslada a una misteriosa casa que esconde en su sotano la puerta a la sexta dimensión. Frenchy Hercules, la hija francesa de la familia, incitada por la curiosidad decide entrar en ella y allí descubrirá un universo enfermizo y demencial (aunque no mucho más demencial que el mundo del que provenía). En susodicha sexta dimensión habitan un rei enano, una reina mala-mala-mala, una rana con traje, unos boxeadores, una princesa desnuda, unos tios con las orejas de Mickey Mouse y muchas más personalidades de lo más extrañas. La cosa se complica cuando el Rey Fausto (el rei enano) se enamora de Frenchy y la Reina Doris (Susan Tyrrell) se enfada muchisimo...

Por cierto me encanta Susan Tyrrell en esta película, maquillada muy a lo Divine y con unas tetas que desafian a la ley de la gravedad (bueno a lo mejor exagero un poco). En los extras del DVD hay un pequeño documental en el que Tyrrell desvela que tuvo un "pequeño" (nunca mejor dicho) affaire con Hervé Villechaize, que encarnaba al Rey Fausto en la película. Lamentablemente Hervé sumido en unas continuas depresiones y preso del alcoholismo, decidió quitarse la vida en 1993. Una desgracia ya que la pareja pintaba la mar de bien...