Últimamente me acabo reconciliando con algunos directores a los que creía en horas bajas (como el caso de los Coen) y de los que tenía ciertas dudas sobre su recuperación. Y este es el caso de Tim Burton que desde Sleepy Hollow no había vuelto ha apasionarme como antaño con películas tan grandes como "Batman" y "Ed Wood"... Ni siquiera "Big Fish", película muy aplaudida en su momento, me pareció gran cosa (creo que Burton no era el mejor director para realizarla o que debería haberla realizado de otra manera) y mucho menos "Charlie y la fabrica de chocolate" a la que consideró una de sus películas más flojas, con permiso del remake de "El planeta de los simios"...
En fin, gracias a Dios, Burton ha vuelto a apasionarme con este grotesco film basado en el musical de Stephen Sondheim de Brodway y en el que Johnny Depp esta espectacular cantando y cortando cuellos. Alguien en la sala grito "¡Ole!" al final de una de sus canciones. Y es que el tio canta muy bien, sabía que tocaba la guitarra en un grupo pero que cantando fuera tan bueno... Y es que si algo tiene "Sweeney Todd" es música, mucha música. De hecho, casi se omiten los dialogos y se opta por narrar la película cantando, no pasaran más de cinco minutos sin que nadie se ponga a cantar. Yo no soy ningún amante de los musicales pero debo reconocer que esta opción de contar cantando me gusto mucho.
La película narra la historia de un tímido e inocente barbero que es culpado y desterrado del país por el juez Turpin (interpretado por Alan Rickman), apartandole a su vez de su mujer e hija. Pasados los años (15) Benjamin Barker vuelve a Inglaterra para vengarse de este y de su ayudante y cambiará su nombre por el de Sweeney Todd para evitar ser reconocido. Una vez allí se hospeda en su antigua barbería ahora propiedad de una extraña mujer que hace los peores pastelitos de Inglaterra (ella misma lo dice... ¡perdón, lo canta!). Mrs. Lovett (Helena Bonham Carter), la pastelera, le informa a Barker/Todd que su mujer murió por ingerir cianuro y que su hija esta bajo la tutela del malvado juez. Pronto la sed de venganza de Sweeney llegará a cotas tan altas, que incluso deja de lado el rescatar a su propia hija (cosa que hace un joven al que conoció) y olvida el motivo de su venganza. Tan solo en busca de sangre por sangre, el diabólico barbero es inducido a los crímenes más atroces que serán el ingrediente clave para los pasteles de Mrs. Lovett...
La película narra la historia de un tímido e inocente barbero que es culpado y desterrado del país por el juez Turpin (interpretado por Alan Rickman), apartandole a su vez de su mujer e hija. Pasados los años (15) Benjamin Barker vuelve a Inglaterra para vengarse de este y de su ayudante y cambiará su nombre por el de Sweeney Todd para evitar ser reconocido. Una vez allí se hospeda en su antigua barbería ahora propiedad de una extraña mujer que hace los peores pastelitos de Inglaterra (ella misma lo dice... ¡perdón, lo canta!). Mrs. Lovett (Helena Bonham Carter), la pastelera, le informa a Barker/Todd que su mujer murió por ingerir cianuro y que su hija esta bajo la tutela del malvado juez. Pronto la sed de venganza de Sweeney llegará a cotas tan altas, que incluso deja de lado el rescatar a su propia hija (cosa que hace un joven al que conoció) y olvida el motivo de su venganza. Tan solo en busca de sangre por sangre, el diabólico barbero es inducido a los crímenes más atroces que serán el ingrediente clave para los pasteles de Mrs. Lovett...
La historia del barbero demoníaco de la calle Fleet ya fue llevada anteriormente al cine por George King en el año 1936, sin nada que ver con el musical. Titulo original: Sweeney Todd: The demon barber of Fleet Street (USA, 2007)
Director: Tim Burton
Guión: John Logan basado en el musical de Stephen Sondheim.
Actores: Johnny Depp, Helena Bonham Carter, Sacha Baron Cohen...
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