lunes, 30 de diciembre de 2013

LO MEJOR DEL 2013


Como viene siendo habitual, he aquí un listado con lo mejor que nos ha dejado el año. Las siguientes películas no se rigen por ningún orden específico (o tal vez sí, no lo sé, pues tiro de memoria), simplemente destaco lo que más me ha gustado de todo lo visto durante este 2013 que ya nos deja. Como siempre advierto que esto sólo es un simple listado más para que quien quiera le eche un vistazo. ¡Feliz 2014!


The Master (Paul Thomas Anderson, 2013): Como viene siendo habitual, Thomas Anderson se sirve de la realidad para facturar otro pepinazo de Padre y muy Señor mío. En este caso se arma de una cámara de 65 mm y ahonda en la Cienciología y en la figura de su creador L. Ron Hubbard - aunque transformados para la ocasión en el Dr. Lancaster Dodd y “La Causa” para evitar susceptibilidades -, y su mundo de manipulación y locura gracias a las magistrales interpretaciones de Philip Seymour Hoffman y un Joaquin Phoenix que sólo por verle actuar, ya merece la pena ver esta película.


Django Desencadenado (Quentin Tarantino, 2013): Aunque no creo que estemos ante su película más redonda, este mix entre el cine blaxploitation y el spaghetti western, tiene alguna de las escenas más brillantes, divertidas y mejor escritas de toda la filmografía tarantiniana, además de ser el enésimo intento de modernizar un género tan clásico como lo es el western. Samuel L. Jackson, Chistoph Waltz, Jamie Foxx y sobre todo Leonardo Di Caprio, regalan unas actuaciones que quitan el hipo.


El atlas de las nubes (Tom Tykwer, Andy y Lana Machowski, 2012): Pocas películas encontraremos tan épicas y libres como “El Atlas de las nubes”. Este desfile de disfraces en la que los actores que intervienen cambian continuamente sus papeles (incluso cambian de sexo y raza), relata seis historias ambientadas en diferentes épocas (1849, 1936, 1973, 2012, 2144, 2321) que tienen el karma y la opresión como telón de fondo. Una obra maestra a revisar continuamente, pues con cada visionado encontramos más y más detalles.


Vacaciones en el Infierno (Adrian Grunberg, 2012): Se habla mucho de que los ochenta vuelven y con ellos las películas de acción de la época (sobre todo gracias a películas como “Los Mercenarios” con Stallone y Cía.)… Pero entonces llega esta película protagonizada por Mel Gibson ambientada en una cárcel mexicana, y es cuando nos damos cuenta de que no es necesario caer en la (auto) parodia para hacer un buen film de acción con aroma ochentero. Así, casi mejor.


Sinister (Scott Derrikson, 2012): los productores de “Paranormal Activity” y “Insidious” nos están ametrallando continuamente con películas de terror, casas encantadas e incluso con films de ci-fi con idénticos ingredientes terroríficos (ver “Los elegidos”), y la verdad es que no lo hacen nada mal. En esta cinta, Ethan Hawke encarna a un escritor que intenta averiguar el misterio que se esconde tras unos extraños crímenes acaecidos en la casa en la que viven él y su familia y que están debidamente registrados en unos rollos de película escondidos en el trastero.


Los elegidos (Scott Stewart, 2013): impresionante ejemplo de ci-fi y terror - que como ya decíamos unas líneas antes retoma el esquema de películas de casa encantadas rollo “Paranormal Activity” -, aunque esta vez hay por ahí unos extraterrestres malotes y roba-niños que pondrán patas arriba a la familia Barret. Dosis de tensión bien administrada a lo largo de la cinta y un final de aplauso, hacen de “Los elegidos” la masterpiece que es.


Expediente Warren: The Conjuring (James Wan, 2013): Y qué mejor manera de cerrar esta trilogía de películas de casas encantadas que con esta historia basada en hechos reales y sacada de los archivos de Ed y Lorraine Warren, una especie de exorcistas/investigadores privados de lo paranormal, que según parece lograron salvar a la familia Perron de un peligroso demonio. Aquí James Wan se deja de trenes de la bruja y atracciones de feria como lo fueron “Insidious” o la muy interesante (y reivindicable) “Silencio desde el mal”, y se vuelve de lo más formal con este clásico instantáneo del cine de terror que, eso sí, peca de ser bastante cobarde (SPOILER: ¡no muere nadie!).


El último desafío (Kim Jee-Woon, 2013): Aunque la verdad es que de todo el conjunto me sobra Johnny Knoxville, este retorno de Schwarzenegger en un papel protagonista no podía ser mejor. Y es que tras las cámaras encontramos al surcoreano Kim Jee-Woon, realizador que ya desenvolvió la mar de bien en las escenas de acción de “El bueno, el feo y el raro” o “Encontré al diablo”, y que aquí nos ofrece otro ejemplo de buen cine de acción con aroma ochentero y guiños a filmes como “Punto límite: cero”. ¡Ah, lo olvidaba! Y Eduardo Noriega, que hace del malvado de la función, está para quitarse el sombrero.


V/H/S 2 (Simon Barrett [Tape 49], Jason Eisener [Slumber Party Alien Abduction], Gareth Evans y Timo Tjahjanto [Safe Haven], Gregg Hale y Eduardo Sánchez [A ride in the Park], Adam Wingard [Phase I Clinical Trials], 2013): Si algo encontramos en esta segunda parte de V/H/S que no hallábamos en la primera, es cierta homogeneidad en la calidad de las historias, ya que tal y como ocurría en la anterior entrega, después del despegue de la primera historia la cosa iba más bien de capa caída. Pues bien, en ésta, salvo la correspondiente y simplona historia de transición que une los diferentes sketches de terror, nos topamos con unos relatos la mar de interesantes de los que sobresalen “A ride in the park” y “Slumber Party Alien Abduction”, y por encima de estos (que ya es decir) “Safe Haven”, enfermizo mockumentary que nos mete de lleno en el seno de una secta satánica y un climax final lleno de adrenalina. No por menos, este corte lo firma Timo Tjahjanto (“Macabre”) y Gareth Evans (de la súper potente “Redada asesina”).


El vuelo (Robert Zemeckis, 2012): Denzel Washington está inconmensurable como el piloto de avión borracho y drogadicto que logra salvar un vuelo del desastre absoluto. Zemeckis, un director al que injustamente nunca le he prestado la suficiente atención (a pesar de los grandes títulos que componen su filmografía), nos mete en una historia de redención y paz interior que debería ver todo el mundo. IMPRESCINDIBLE.


Mi loco Erasmus (Carlo Padial, 2012): Esto del post-humor trae cola pues últimamente nos está dando muchas, pero que muchas sorpresas y alegrías. Carlo Padial nos mete de lleno en este falso documental sobre el fracasado intento de un frustrado director por retratar el inquietante mundo de los Erasmus. En la cinta participan el todoterreno Miguel Noguera y un carismático y desquiciado Didac Alcazar tocado por los ángeles. “Mi loco Erasmus” es una de esas comedias de risa difícil pero verdadera. Yo de mayor quiero ser como tú, Didac Alcazar.


Gente en sitios (Juan Cavestany, 2013): Actualmente en las carteleras españolas, “Gente en sitios” es eso: gente en sitios. Un rompecabezas de situaciones sin sentido que, curiosamente, forman un conjunto la mar de sólido. Además cuenta con un numeroso plantel de actores y actrices patrios que va desde Santiago Segura a Didac Alcazar (sí, otra vez), pasando por Maribel Verdú, Ernesto Sevilla, Eva Llorach o la casi olvidada y estupenda Silvia Marsó. Otro ejemplo más de post-humor. Para aprender a reír.


El hombre de acero (Zack Snyder, 2013): La verdad es que la última revisión de Superman ha levantado bastantes ampollas. Y es que el hecho de que nos topemos con un hombre de Krypton, más violento y no tan altruista como en otras ocasiones no parece haber contentado a mucha gente y sobre todo (redoble de tambor) a sus más acérrimos seguidores. A mí sin embargo me parece una buena manera de reiniciar la saga y estoy convencido que nos puede ofrecer alguna que otra sorpresa más en las posteriores entregas.


Al Pereira vs. The Alligator Ladies (Jesús Franco, 2013): Nos encontramos ante el testamento fílmico de uno de los directores más infatigables y liberales del cine mundial. Su libertad a la hora de contar películas lo llevó a la autoexclusión pero en su camino ha dejado una filmografía llena de hallazgos que merecen ser descubiertos. Esta, su última película, es un collage de humor, erotismo y metacine no apto para espectadores remilgados que no tienen ganas de experimentar. Jesús Franco nos dejó, pero lo hizo dejándonos un pedazo de anti-obra maestra del anti-cine (o algo así). (Además, por si fuera poco, no puedo evitar hacer un poco de autobombo, puesto que “Jenny”, uno de los últimos cortos del “troncho-cinéma”, se encuentra oculto entre los numerosos extras que contiene el DVD y BD… ¡Regálenselo para reyes, bribones!).


The girl (Julian Jarrold, 2012): Este año nos hemos topado con dos biopics de Alfred Hitchcock que abordan los rodajes de dos de las películas más singulares de la filmografía del realizador británico. Una es “Hitchcock” con Anthony Hopkins, que abordaba el difícil parto que supuso “Psicosis”, y la otra “The girl”, con Toby Jones y que nos mete de lleno en la tortuosa relación del mago del suspense y la actriz Tippi Hedren, durante los rodajes de “Los pájaros” y “Marnie, la ladrona”. Aunque ambas películas son muy interesantes, yo me quedo con este telefilme y la prodigiosa recreación de Jones como Hitch y Sienna Miller como la Hedren.


Pacific Rim (Guillermo Del Toro, 2013): Este homenaje a los kaiju eiga y Mazinger Z (¡y que nada tiene que ver con los Transformers, por Dios!) se ha salvado por los pelos en la taquilla, pero es una de los espectáculos más impresionantes que se han podido ver en pantalla grande últimamente y es un blockbuster del todo personal que nos da muchísimas razones por las que seguir amando a un director tan importante como Guillermo del Toro.


Gravity (Alfonso Cuarón, 2013): Y ya que hablamos de ci-fi y directores mexicanos, he aquí otra muestra de buen cine e increíbles efectos especiales a cargo de otro grande: Alfonso Cuarón. Sandra Bullock se mete en la piel de una astronauta en su primera misión en el espacio, y allí deberá aprender a superar muchos problemas y obstáculos (no solo físicos, sino además psíquicos y espirituales) para sobrevivir y aprender el verdadero valor y sentido de la vida. Una de las pocas películas que me he atrevido a ver en 3D (odio el 3D), y que verdaderamente vale la pena ver en ese formato. Clooney y sobre todo Bullock están de fábula en esta suerte de parto metafísico y espacial.


Trance (Danny Boyle, 2013): Pocos directores pueden resultar tan optimistas como Boyle. Los que hayan visto “Trainspotting”, “Slumdog Millionaire” o “127 Horas”, sabrán de lo que les hablo. La siempre bienintencionada mirada de Boyle convierte el típico thriller de cine negro, con robos, numerosos engaños y una femme fatale, en una estrambótica película de amor e hipnotismo, en la que la femme fatale es reconvertida en femme victime (no sé si existirá esta expresión [¿?]) y un final más que improbable, pero que, ¡qué demonios!, nos dibuja una sonrisa en los labios. Bueno, también hay que decir eso de que la escena de Rosario Dawson con su vello púbico rasurado es antológica.


Passion (Brian De Palma, 2012): La última obra maestra de Brian De Palma sigue sin disfrutar de estreno por estos lares. Una lástima porque De Palma remakea a su manera “Crime d’Amour”, y vuelve a partir la pantalla en dos, a ponerse tramposo y a ofrecernos una historia imposible llena de asesinatos, amour fou y traiciones. Aunque el cine está como está por aquí, queridos exhibidores, esta película merece la pena así que hagan algo al respecto, por favor.


Bienvenidos al fin del mundo (Edgar Wright, 2013): Qué grata sorpresa me llevé con este film y cuanto me divertí viéndola. Tanto que me dieron ganas de salir corriendo, ir de bar en bar, beber todo lo que pudiera y cruzar los dedos para que una horda de invasores de otra galaxia intenten apoderarse del mundo. Por cierto, Simon Pegg de diez.


Juerga hasta el fin (Evan Goldberg y Seth Rogen, 2013): Creo que esta es la comedia más divertida del año. Bueno, al menos creo que es la película con la que más me he reído estos últimos meses. Seth Rogen, James Franco, Jonah Hill, Jay Baruchel, Danny McBride y Craig Robinson, no ofrecen una feroz caricatura de sí mismos mientras el mundo se va a tomar por el culo. Pero es que además por ahí salen Emma Watson, Rihana, Chaning Tatum y un Michael Cera totalmente desaprovechado (¡¡DEBERÍAN HABER ALARGADO UN POCO MÁS SU PAPEL!!). Un despiporre que combina a la perfección con “Bienvenidos al fin del mundo” y así hacer una doble sesión de ensueño.


Turistas (Ben Wheatley, 2012): Este año se ha estrenado una de esas perlas de incalculable valor que están llenas de humor negro. La culpa de todo la tienen Steve Oram y Alice Lowe (dejemos a Wheatley al margen), pareja protagonista del film y hacedores de un libreto brillante y repleto de mala baba. Lo intenté de veras, pero me resultó imposible escaparme del poderoso magnetismo que luce Alice Lowe en la pantalla, ¡ESTOY ENAMORADO DE ESTA MUJER!


Only God Forgives (Nicolas Windg Refn, 2013): Wing Refn sigue destruyendo la figura del héroe que tan bien le funcionó junto a Ryan Gosling en “Drive”, y en esta ocasión nos traslada a Tailandia para inmiscuirnos en un bello y onírico relato de redención y castigo. Especial atención a Kristtin Scott Thomas como madre “qué coraje” (que no “madre coraje”).


Big Bad Wolves (Aharon Keshales y Navot Papushado, 2013): Dice Tarantino que “Big Bad Wolves” es la mejor película del año. Pues bueno, ¿quién cojones soy yo para llevarle la contraria? Bueno, fuera bromas, este thriller es uno de los más importantes y que más me han gustado del año. Bravo por Keshales, Papushado y… ¡Lior Ashkenazi, que hace un papelón!


Simon Killer (Antonio Campos, 2012): Ambientada en París, “Simon Killer” es una pieza única. Brady Corbet, el actor protagonista, se mete en la piel de Simon, una especie de psicópata sentimental que dejará diversas “víctimas” durante su estancia en la capital francesa. Apenas nadie ha hablado de ella, pero el segundo largo de Campos (el primero fue la aburridilla “Afterschool”) es toda una experiencia audiovisual y tiene una de las bandas sonoras más fascinantes del año. ¡BRAVO!


Odd Thomas, cazador de fantasmas (Stephen Sommers, 2013): esta película me recordó un poco a “John dies at the end” de Coscarelli, aunque eso sí, esta es más edulcorada y (más o menos) apta para todos los públicos. Sommers, el de “La Momia” y la potente “Deep Rising”, se curra aquí un film lleno de fantasmas, demonios e investigaciones paranormales bastante original, a la que le sobra algún que otro efecto videoclipero en el montaje, pero que está francamente bien. Para los mirones: atención a la escena en la que Addison Timlin (que por cierto, también salía en la anteriormente mencionada “Afterschool”) luce braguitas…


Blackfish (Gabriela Cowperthwaite, 2013): Documental sobre la orca Tilikum, responsable de la misteriosa muerte de tres personas y principal atracción del Sea World. Impresionante retrato de hasta dónde puede llegar la crueldad del ser humano y una dura crítica a los parques acuáticos, capaces de esconder incidentes de lo más dramáticos. Nunca pensé que me podía sentir tan emocionado por un pescado, ni que lograría sentirme reconocido en estos mamíferos acuáticos… y fíjense como son las cosas, gracias a “Blackfish” lo he conseguido. Ahora más que nunca, ¡liberad a Tilikum, Willy y a quien haga falta! OTRO IMPRESCINDIBLE.


Don Jon (Joseph Gordon-Levitt, 2013): Ópera prima tras las cámaras del actor Joseph Gordon-Levitt. La verdad es que como película tampoco es para tanto, pero me gustó mucho como Gordon-Levitt se sirve de un adicto al porno (el propio actor) para demostrar que también los/as hay que utilizan el amor como un acto de masturbación individualista (el personaje interpretado por la Johanson). Dicen que es una película muy moral y que va en contra del porno y tal, pero yo no vi nada de eso. Yo que me quedo con este mensaje que nos ofrece Gordon-Levitt y en lo mala y marronata que está la Johanson en la película. ATENCIÓN MIRONES a los vídeos porno que salen durante la película, pues sale hasta Alexis Texas.


Nymphomaniac Vol. I (Lars Von Trier, 2013): Este titánico film (convertido [¿?] también en serie de TV) resumido y partido en dos para que los exhibidores queden contentos (y hagan pasar dos veces al espectador por taquilla), nos cuenta la historia de Joe (Charlotte Gainsbourg), una ninfómana que aparece malherida en la calle y es recogida por un anciano llamado Seligman (Stellan Skarsgard), que la llevará a casa y escuchará con suma atención todo lo que le ha ocurrido. Todavía es pronto para hablar de “Nymphomaniac”, pues falta por ver esa segunda parte, pero Lars Von Trier ya apunta maneras y la verdad es que esta película con actores famosos (dobles de cuerpo y prótesis) simulando hacer sexo real, engancha bastante, y brilla con luz propia una Uma Thurman haciendo de mujer y madre despechada en el capítulo llamado “Mrs. H”. Sin embargo, para mí el gran hallazgo de “Nymphomaniac” es Stacy Martin. Mucho ojo con ella.


Dolor y Dinero (Michael Bay, 2013): Y por fin, llegamos al final de esta lista de lo mejor del 2013 con un film que me ha pillado totalmente por sorpresa. Éste sí… De verdad… Y me ha pillado por sorpresa porque no esperaba para nada que un director al que tanto odio como Michael Bay lograse hacer una película tan… redonda… Bueno, no sé si es exactamente redonda, pero hay que reconocer que no le ha quedado nada mal. En “Dolor y dinero” Mark Wahlberg, Dwayne Johnson y Anthony Mackie, se meten en la piel de tres culturistas que raptan y torturan a un judío colombiano y ricachón para robarle toda su pasta. Estamos ante un film 100 % Michael Bay (de hecho, cada cinco minutos sale alguna tía buena en bikini) y por eso siento este guilty pleasure después de haberla visto. No sé, quizás el director de “Dos policías rebeldes” haya encontrado por fin el guión perfecto, la horma de su zapato, el tipo de historia que brilla entre tanto fuego de artificio. Eso sí, el canalla de Bay no puede retenerse ni un minuto y no deja de demostrar lo increíblemente divertido y a veces absurdo que es lo que está contando (todo ello basado en hechos reales para colmo). Vale, sí, “Dolor y Dinero” te ha salido muy bien Michael Bay, pero contrólate… O bueno, no. ¡Joder, no! ¡Viva “Dolor y Dinero”! Viva… un poco… bueno, bastante Michael Bay. Pero ten cuidado Michael Bay, tal vez mañana te vuelva a odiar, o no… no estoy seguro.  

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