viernes, 6 de julio de 2012

POST-NUCLEAR BLOODY FILMS: LA ÚLTIMA MUJER SOBRE LA TIERRA



Last woman on Earth (Roger Corman, 1960): esta joyita la vi nada más salir editada por L’Atelier 13 hace ya bastante tiempo. La verdad es que aunque Corman ya había abordado el género con el film “El día del fin del mundo” (The Day the World Ended, 1956), con su guerra nuclear y su correspondiente monstruo radiactivo, he decidido traer a colación este film por su interesante premisa: el mafioso Harold (Antony Carbone) y su esposa Evelyn (Betsy Jones-Moreland) se adentran con su yate hasta alta mar acompañados por el abogado Martin (Robert Towne bajo el pseudónimo de Edward Wain) con la intención de hacer submarinismo. Pero cosas de la vida y de los expedientes X, descubren que al salir a la superficie no pueden respirar. El oxigeno ha desaparecido misteriosamente de la atmósfera, así que el trío decide utilizar las bombonas de oxigeno para volver a la isla donde se alojaban. Una vez allí la peña está muy mal. Fatal, vamos. Mucha muerte y cadáveres encuentran allá por donde van. ¡Ni un alma, oigan! ¡El oxigeno se ha esfumado de la faz de la Tierra, horror! Al cabo del rato deciden intentarlo de nuevo y comprueban que ya pueden respirar sin necesidad de utilizar las dichosas bombonas. Entonces pillan un montón de aprovisionamientos y se encierran en la mansión de Harold y ahí viene lo bueno. Allí Evelyn ve en Martin una escapatoria a su apesadumbrado matrimonio y al carácter posesivo y cruel de su marido, pero Harold no se lo pondrá fácil, así que cuando estos intentan huir se desencadena una pelea de gallos épica.

Poca broma porque el que firma el guión es un primerizo Robert Towne (“Yakuza”, “Chinatown”, “Misión: Imposible”) que además interviene en uno de los roles principales. Y no porque sea demasiado bueno actuando precisamente, sino porque al parecer Towne era más lento que el caballo del malo y, como no terminó el guión a tiempo y tenían que empezar a rodar, Corman decidió ahorrarse unos dolares en buscar algún actor y optó porque el propio guionista fuera el que interpretara al inteligente y educado Martin. Ya sabemos lo pesetero que era Mr. Corman, de ahí que aprovechase el alojamiento del equipo de rodaje de Battle of Blood Island (Joel Rapp, 1960) – el Hotel Caribe Hilton (Puerto Rico) – para realizar esta película en prácticamente dos semanas. Pero no sólo eso, para rematar la faena el canalla de Corman aprovechó aún más el paisaje y el buen rollo para rodar en siete días la descacharrante “La criatura del mar encantado” (Creature from the Haunted Sea, Roger Corman, 1961). Raudo, veloz e ingenioso, como siempre.


Puede que Last Woman on Earth no sea la más indicada para incluirla en la temática post-nuclear, pues las causas de esa extraña ausencia de oxigeno en la Tierra queda omitida, y suena más a castigo divino o ataque extraterrestre que a una hecatombe nuclear. Aún así, el tema ya es de por si bastante sugestivo y el guión tiene bastante mala baba, pues aunque alguno pueda sentir algo de tufillo moralista y conservador, bajo mi opinión el final, **SPOILER** con Evelyn encerrada en una iglesia y con su amante muerto a sus pies, es toda unas patada en los cojones. Ya no hay escapatoria para su matrimonio, que va. Ahora si que Evelyn y Harold serán marido y mujer hasta el final de sus días.

1 comentario:

Quimérico Inquilino dijo...

Jejeje... pues sí, es flojita pero muy entrañable. Curiosa la anécdota de Townw. Este Corman, con tal de ahorrarse unos duros...
Un saludo!