“Yo como era directora y actriz a la vez no me podía venir
nadie con ñoñerías (…). Si alguna tía la chupaba de forma que a mí no me
gustaba lo solucionaba rápido, me ponía a mamársela al tío como yo quería que
quedase en pantalla, para que aprendiera. Eso, si eres un hombre, no tienes
cojones para hacerlo”.
Entrevista con Lina Romay. “Linda Lovelace en versión
española”. Manuales Maníacos #1: PORNOMANÍA. Manuel Valencia (1999).
Aunque me resisto a hacer entradas de este tipo, finalmente he decidido hacer una excepción... Hace apenas unos días salía a la luz la triste noticia de la
muerte de Lina Romay, esposa, musa e infatigable compañera de correrías de uno
de los directores más importantes de nuestro país, Jesús Franco. Como digo, la
muerte se anunció hace escasos días, al parecer un cáncer se la llevó, pero
según parece la actriz falleció el pasado día 15 y no se ha hecho público por
imposición del propio Jess, que según fuentes cercanas está completamente
destrozado. Y no es para menos. A pesar
que muchos se han jactado de sus películas, de su modo de vivir/rodar y de la variabilidad
de géneros por los que han transitado (incluido algunos no tan bien vistos como
el porno), no cabe la menor duda que a esta pareja les unía algo que iba mucho
más allá del cine, su amor. Jesús y Lina parecían ser una pareja adelantada a su
tiempo, compenetrada y del todo envidiable. Y digo parecían porque, aunque
ganas no me han faltado, jamás los he llegado a conocer personalmente.
Una vez tuve la ocasión de poder ver a la pareja en uno de
las ediciones del Festival de Sitges, pero por problemas de salud del tío Jess no
pudo ser. Así que la única ocasión de poder acercarme a estos dos titanes se
esfumó por completo. De haberlos visto por
allí estoy completamente seguro que me hubiera acercado a Lina. Ella, aparte de
parecer mucho más simpática que Jesús, es de todas las personas del mundo la
que mejor conoce al tito Jess y la única que le ha acompañado durante décadas,
desde los setenta hasta el día de hoy, enfrascados en producciones minimalistas
y rodadas, según algunos, en la más completa marginalidad. Aunque reconozco que
es demasiado duro de ver, yo prefiero llamar a esta última etapa de J. F. y
Lina como la máxima expresión de libertad que se pueda hallar en el cine, algo que parecen haber buscado durante toda su vida, y no solamente en el
ámbito artístico, claro. Libertad, libertad y libertad. Eso es lo que
desprendía esta pareja y por ende, Lina. Libertad.
Se nos ha ido Lina Romay, Candy Coster, Lulú Laverne o Betty
Carter… Pero sobretodo se nos ha ido Rosa María Almirall, la mitad del tío
Jess.
HASTA SIEMPRE, LINA, CANDY, ROSA...
HASTA SIEMPRE, LINA, CANDY, ROSA...
3 comentarios:
La perfecta representación erótica del cine S y además una tía muy atractiva, sin ser una belleza tenía mucho encanto.
Hace tiempo que no me paso por aquí,pero es que estoy metido en un proyecto con unos cuantos majaretas como yo,en cuanto esté encarrilado te lo comento.
Y también nos dejó recientemente Ingrid Pitt que trabajó con Franco en "Las vampiras".
Lina debís ser tremenda como directora, eso no creo que lo hiciera Billy Wilder.
Lo lamento y también por el pobre Jess que no anda bien de salud. Lina no era una belleza rompedora pero tení un algo especial y quedaba muy bien en la pantalla. Saludos. Borgo.
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