Un grupo anti-terrorista llamado I.A.A.T. intenta frustrar los malignos planes de Matriarka, una organización terrorista/feminista que quiere acabar con todos los hombres del planeta. Tras la muerte de una de sus agentes infiltradas, Alfa, el jefe de la I.A.A.T., envía a un equipo especializado formado por un ex-combatiente del Vietnam llamado Sam Stevenson, un machote amanerado llamado Marcelo Antonelli y una belleza rubia llamada Allyson. Juntos conseguirán poner fin a los planes de Matriarka y capturarán a Mantis, la líder del grupo.
Si bien no fue el único, si podríamos estar de acuerdo con que Naschy definiera Operación Mantis (El exterminio del macho) como “el gran error de su carrera”. Después de no tener prácticamente financiación para sus películas y haber probado suerte en otros géneros claramente alejados del fantaterror, – sirva de ejemplo Madrid al desnudo y Los cántabros -, Jacinto Molina encontraba al fin una nueva manera de subsistir en la industria de la mano de los japoneses. El carnaval de las bestias y La bestia y la espada mágica, dos co-producciones entre España y el país del sol naciente, suponen dos de las películas más cuidadas técnicamente de la filmografía de Jacinto Molina como director. Pero en la tercera colaboración con los nipones, Paul Naschy no tendría la misma suerte… Y es que a pesar de contar con el presupuesto más elevado de su carrera, el resultado no podía ser más desalentador. Primero de todo porque apenas se nota ese presupuesto tan “elevado”, – puede que propiciado por la dudosa iniciativa de dedicar gran parte de este a unos costosos trajes valorados en cincuenta millones de las antiguas pesetas (1) diseñados por Yasuhiro Chiji, “el rey de de la moda en el país oriental” (2) -; y segundo por la poca pericia que demuestra el astro madrileño en la comedia.
Los más acérrimos defensores de la obra de Naschy, así como él mismo, definen Operación Mantis como una película adelantada a su tiempo, y a decir verdad si que lo parece en algunos aspectos, sobretodo teniendo en cuenta la censura de "lo políticamente correcto" que sufrimos en la actualidad. Sirva de ejemplo algunos diálogos de lo más zafios que ni el peor José Luis Torrente se atrevería a pronunciar, como aquella escena en la que Alfa se topa con un soldado negro y le hace un pequeño interrogatorio para saber si este está preparado. Dicho soldado acepta con un escueto “si bwana”, y mediante una serie de preguntas averiguamos que no es gay, ni comunista (aún), y que en sus antecedentes cuenta con que estuvo en la cárcel por corrupción y violación de menores… A pesar de ello Alfa sonríe satisfecho, "eres un gran soldado”, le dice, “lastima que seas negro”, termina añadiendo. Otra escena que a día de hoy haría estallar la ira de las filas más progres, sería aquella en la que un par de soldados de la I. A. A. T., se disponen a violar a una de las féminas de la organización Matriarka: la chica se muestra reticente y recurre a sus derechos, pero uno de los soldados con la ley en la mano, le responde que tienen derecho a violar al enemigo siempre que exista “un mínimo de decoro y pulcritud”. “Ahora vas a conocer el genuino sabor americano”, dice el otro soldado llevándose la mano a los bajos… A pesar de estos momentos más, digamos, “valientes” que nos pueden arrancar alguna sonrisa, los numerosos gags que se van sucediendo a lo largo del metraje son aniquilados por una torpe realización y una narración que no sabe muy bien por donde tirar (3).
Existe por ejemplo, una escena de Operación Mantis que ejemplifica a la perfección esta inseguridad de Naschy tras la cámara: en ella vemos de fondo a un submarinista saliendo de una piscina en la que ha practicado pesca subacuática. Una escena de TBO al más puro estilo Ibáñez, pero por si acaso nadie se había dado cuenta de ello, Naschy, ni corto ni perezoso, nos ofrece un primer plano del arpón que lleva el submarinista con un enorme pescado clavado. Seguramente alguien más preparado hubiera escenificado todo de un modo que no hiciera falta caer en este burdo recurso. Alguien que hubiera convertido este film en una comedia totalmente reivindicable y, ahora si, adelantada a su tiempo. Sobretodo porque en ella se contaba con grandes actores “de comedia” como José Luis López Vázquez y un no menos excelente José Sazatornil, que dentro de lo que cabe se desenvuelven bastante bien en esta especie de spoof de las películas de espías. El resto del reparto pero, no destaca precisamente por tener una bis cómica demasiado boyante, salvo quizás Paloma Cela que encarnó a la típica mujer oronda con hambre de macho, y una pizpireta Fedra Lorente como la secretaria caliente y amante de Alfa (Saza). Naschy por su parte se muestra demasiado acartonado, y junto a Julia Saly, es uno de los actores más flojos de la película, aunque no los peores, claro, ahí queda para la posteridad Yolanda Farr como “La técnico” y Fernando Bilbao como el bobalicón “Kong”.
Por último cabría destacar que Operación Mantis supuso la última colaboración entre Julia Saly y Paul Naschy. El tremendo fracaso en taquilla y la muerte de Masurao Takeda podrían haber sido razones más que suficientes para que la relación entre ambos se enfriara. Aún así, esta ruptura ha sido omitida tanto en la autobiografía de Naschy, como en sucesores libros que abordan la figura del actor. Esperemos que tarde o temprano podamos conocer el testimonio de la actriz que más colaboró con el astro madrileño en gran parte de sus películas más representativas.
Julia Saly, al final de la película, apunto de desaparecer del cine. |
(1) Paul Naschy, la máscara de Jacinto Molina (Editorial Scifiworld, 2009) de Ángel Agudo y Ángel Gómez Rivero. Pág. 259.
(2) Memorias de un hombre lobo (Alberto Santos Editor, 1997). Pág. 164.
(3) Sin ir más lejos, sobra decir que los anteriores trabajos de Naschy tras la cámara flaquean precisamente por esas pequeñas incursiones cómicas.
Reseña escrita para La Abadía de Berzano.
10 comentarios:
Madre mia!! Que cosa mas bizarra!
Jaujuajua! Coincido con Lorenzo. Pero si salen "señoras estupendas" (gran sintagma) habrá que pensar en verla, si por casualidad la encuentro en alguna parte.
Señoras estupendas, buenos, malos, acción.
Es la descripición de cualquier producto Made in Hollywood desde los 80 hasta nuestros días.
Te has dado cuenta que en el cartel han bailado unas letras,pone Fedral Lorente,he mirado por los interneses y lo mismo ponen el apellido con una ele como con dos.Por cierto,he oido reseñar una peli norteamericana reciente con el miso argumento,pero no me acuerdo del titulo.
¿miso? quise poner mismo.
Esa carátula me recuerda a los videoclubs, y a algunas cintas VHS que aún conservo de algunos locales que cerraban y vendían sus copias a un precio razonable.
No he visto esta peli pero tu reseña supone un buen análisis de todo el cine de Naschy que justamente se caracteriza por la total ausencia de sutilidad en la puesta en escena.
Saludos
Don Quimérico... Bueno, no creo que todo su cine sea como lo que expongo en la reseña, me refiero sólo a sus incursiones cómicas. Podemos estar de acuerdo en que, narrativamente, Naschy no ha sido perfecto, pero sus películas fantásticas son más que salvables. Por no hablar de cintas muy bien hilvanadas y con buen ritmo como Inquisición o El huerto del francés, mi favorita.
No sé, no sé... Me parece que a usted no le gusta mucho el cine "made in Naschy", jeje...
Saludos!
Julia Salinero era muy amiga mía en aquella época, se jugó todo su patrimonio familiar y sus ahorros de una vida dedicada al baile. Lo perdió todo y quedó en muy mala situación económica.
Takeda falleció en 1987, meses después del primer intento de rodar "El aullido del diablo", en que ella no estaba.
No se habla del banco japonés que invirtió dinero y lo perdió El director se suicidó creo que en 1986. Ese hecho provocó la hecatombe de la productora.
http://espanoladasyole.blogspot.com/2011/06/fue-el-ministro-de-cultura-que-denuncio.html
Posible pista de Julia Salinero o Julia Saly
http://www.pueblos-espana.org/comunidad+murciana/murcia/santiago+de+la+ribera/foro-tema/139156/
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