Guy Ritchie debió meterse en un buen lío a la hora de decidir dirigir una nueva revisión de Sherlock Holmes, para reiniciar y exprimir una nueva saga por entregas tal y como vienen haciendo las “Majors” últimamente. Cuentan incluso que el primer montaje de este Sherlock Holmes era un completo desastre y que los productores, muy cabreados ellos, ordenaron volver a dirigir nuevas secuencias con tal de que el resultado fuera el deseado por los estudios. A raíz de entonces, cuando todo quedó a su medida, parece como si estos nos intentaran vender el nuevo Sherlock Holmes como un producto efectivo y fiel al personaje literario, aunque muy acorde con los tiempos que corren. Incluso antes de su estreno ya se hablaba de una segunda parte que contaría con Brad Pitt en el papel del profesor Moriarti. Por lo tanto, todo este cambio de parecer por parte de los Estudios me pareció de lo más sospechoso.
Además, por algunos blogs especializados en el universo Holmesiano, - como el excelente 221 B, Sherlock Holmes y su Mundo, que lleva muy decentemente Carlos Diaz Maroto -, y por algunos artículos y comentarios vertidos en ellos, nada bueno me hacía presagiar de la última película de Guy Ritchie.
Pero, para mi sorpresa me encontré con una película la mar de entretenida y que (al parecer) sabe conjugar muy bien los elementos descritos por Doyle con el cine de rápido consumo. Un claro ejemplo de ello es el desconcierto de algunos cuando, nada más comenzar la película, Holmes/Downey Jr. comienza a dar las primeras hostias. No bromeo cuando escuché a una chica preguntar a su novio: “oye, ¿pero Sherlock Holmes no era detective?”. Pues bien, todo tiene su explicación y es que Sherlock era (al parecer, hablo sin conocimiento de causa) todo un erudito en artes marciales y boxeo.
He leído que Ritchie quería llegar al máximo numero de espectadores posibles, por lo tanto, la trama detectivesca se ve en algunos casos eclipsada por unas eficientes e incluso deslumbrantes escenas de acción (espectacular la escena de la explosión en los mataderos). Robert Downey Jr. consigue aportarle a su interpretación cierto carisma pese a ser un personaje egoísta y estrafalario. De hecho, se podría decir que Downey es lo mejor de la película (¡incluso ha ganado un Globo de Oro!). Jude Law, por su parte, también realiza un eficiente papel como el Dr. Watson y dando algo de tensión homosexual a su relación con el celoso y egoísta Holmes. Lo que si se hecha de menos es una falta de profundización en la trama detectivesca y en ese desaprovechado malvado interpretado por el siempre excelente Mark Strong (algo parecido hizo Ritchie con el genial y también desaprovechado personaje de asesino que Strong encarnó en Revolver).
Aún así la película está muy bien realizada y me parece un buen comienzo para una nueva franquicia “blockbustera” (“blockbustera”... ¿se puede ser más hijodeputa?), que puede darnos muchas alegrías o muchas mierditas. Haber si hay suerte...
Además, por algunos blogs especializados en el universo Holmesiano, - como el excelente 221 B, Sherlock Holmes y su Mundo, que lleva muy decentemente Carlos Diaz Maroto -, y por algunos artículos y comentarios vertidos en ellos, nada bueno me hacía presagiar de la última película de Guy Ritchie.
Pero, para mi sorpresa me encontré con una película la mar de entretenida y que (al parecer) sabe conjugar muy bien los elementos descritos por Doyle con el cine de rápido consumo. Un claro ejemplo de ello es el desconcierto de algunos cuando, nada más comenzar la película, Holmes/Downey Jr. comienza a dar las primeras hostias. No bromeo cuando escuché a una chica preguntar a su novio: “oye, ¿pero Sherlock Holmes no era detective?”. Pues bien, todo tiene su explicación y es que Sherlock era (al parecer, hablo sin conocimiento de causa) todo un erudito en artes marciales y boxeo.
He leído que Ritchie quería llegar al máximo numero de espectadores posibles, por lo tanto, la trama detectivesca se ve en algunos casos eclipsada por unas eficientes e incluso deslumbrantes escenas de acción (espectacular la escena de la explosión en los mataderos). Robert Downey Jr. consigue aportarle a su interpretación cierto carisma pese a ser un personaje egoísta y estrafalario. De hecho, se podría decir que Downey es lo mejor de la película (¡incluso ha ganado un Globo de Oro!). Jude Law, por su parte, también realiza un eficiente papel como el Dr. Watson y dando algo de tensión homosexual a su relación con el celoso y egoísta Holmes. Lo que si se hecha de menos es una falta de profundización en la trama detectivesca y en ese desaprovechado malvado interpretado por el siempre excelente Mark Strong (algo parecido hizo Ritchie con el genial y también desaprovechado personaje de asesino que Strong encarnó en Revolver).
Aún así la película está muy bien realizada y me parece un buen comienzo para una nueva franquicia “blockbustera” (“blockbustera”... ¿se puede ser más hijodeputa?), que puede darnos muchas alegrías o muchas mierditas. Haber si hay suerte...
1 comentario:
A ver sinceramente, la vere porque me la recomiendas tu, pero la vere x internet... jajajaja
Esque un sherlock holmes que reparta piños ... ufff nose, como q no me entra.
Aparte el rollo homosexual entre holmes y el watson (ya me lo olia). Enga cabroncete.
Por cierto se me hizo super raro q fueras a ver tu esta peli xdxd
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