martes, 1 de septiembre de 2009

La Mosca (1958) + La Mosca (1986)


La Mosca (1958): Un científico llamado Andre Delambre (David Hedison) crea un revolucionario teletransportador de materia. Pero todo se complica cuando decide probar consigo mismo el experimento y una mosca es teletransportada junto a él por accidente, provocando una fusión entre los dos. Así que su mujer (Patricia Owens) decide pedir ayuda a su cuñado François Delambre (Vincent Price).


La Mosca (1986): El científico llamado Seth Bundle (Jeff Goldblum) está trabajando en un revolucionario experimento con el que es capaz de teletransportar materia de un lugar a otro. Veronica Quaife (Geena Davis), una periodista que está en tramites de separación de su marido y jefe (John Getz), decide hacer un reportaje sobre Seth y su descubrimiento.


Después de dirigir una película como Videodrome (1982) y llevar a la pantalla La Zona Muerta (1983), - una de las novelas de Stephen King -, de la mano de Dino De Laurentiis, el canadiense David Cronenberg fué contratado por Mel Brooks para realizar el remake de ese clásico que dirigiera Kurt Neumann haya por el 1958 con Patricia Owens, David Hedison y el gran Vincent Price. Esta revisitación que efectuó Cronenberg, fuera de aportar grandes hallazgos a lo ya acontecido en el film de Neumann, se limita a enfocar el problema de la mutación de un modo degenerativo, muy al contrario de lo que hacían la película original (recordemos que el Dr. Delambre del film del 1958, se muestra con la misma malformación durante toda la película aunque eso si, poco a poco se vuelve más animal y conforma avanza le cuesta más hablar y pensar). Es por eso que no hay que olvidar que Cronenberg realizó esta película a mediados de los 80, en plena explosión del SIDA, y puede que por ello el director quisiera otorgar a la transformación del científico cierto parecido con la enfermedad mortal que asolaba el mundo (y aunque ahora no lo parezca, lo sigue haciendo). Sirva de ejemplo esas llagas en la piel que muestra al principio el personaje de Goldblum, o que a las chicas que lleva a casa, - y con las que practica el sexo -, las pretenda meter en su experimento para que se vuelvan como él (¿nos encontramos ante un contagio?). Así pues, la mayor virtud de esta cinta es la (auto)destrucción a la que se ve sometida el protagonista y ver su consiguiente deterioro. Y es que el tono pesadillesco que cobra el film es gracias a la infinidad de momentos malsanos que nos muestra, y a unos increibles efectos especiales realizados por Chris Wallas, quién por cierto, saltó a la dirección con una segunda parte llamada La Mosca 2 (1989), protagonizada por Eric Stolz, en el papel del hijo biológico del malogrado doctor que está siendo investigado por unos importantes laboratorios.

La Mosca de los 50, mucho más sencilla si se quiere, obtiene un punto a favor al estar contada mediante flashbacks ya que nos desvelan la muerte o asesinato del científico nada más empezar. Su enfoque, más inocente y menos terrorífico que el de Cronenberg, deja entrever ciertos clichés más que consabidos en el cine fantástico de la época y por consiguiente, este accidente o malformación que sufre el protagonista es visto más como el típico castigo "divino" por jugar a ser Dios. Pero el guión de James Clavell es tan solido y la dirección de Neumann es tan amena que no da un mínimo respiro a la película, dotandola de una narración perfecta que desenvoca en un final que visto ahora podrá parecer ridículo (1), pero que bajo mi punto de vista es MAGISTRAL. De hecho, me parece mucho más ridículo (divertido diría yo) el final de la cinta de Cronenberg que el de Neumann, **SPOILER** ya que ese engendro mitad mosca mitad máquina colocandose la escopeta en la cabeza tiene un punto cómico que no se lo quita ni Dios **FIN SPOILER**.
De la versión de los 50, también hubieron secuelas, en este caso dos. La primera Return of the Fly realizada justo un año después por Edward Bernds, en la que se relata como el hijo del Dr. Delambre decide continuar con los estudios de su padre y claro, le pasa lo mismo... Curse of the Fly (1965) del hammeriano Don Sharp, fué la tercera parte pero pese al título, esta vez no se transforman en mosca. ¡Aleluya!


En el apartado de las actuaciones que decir de las fenómenales interpretaciones de Patricia Owens (2), David Hedison y un Vincent Price que, aparte de ser un roba planos, también roba mujeres el muy cabrón. De la versión de los 80 las interpretaciones vuelven a ser correctisimas, pero quién me parece absolutamente genial, es Jeff Goldblum actor que anteriormente había aparecido en El Justiciero de la Ciudad (Michael Winner, 1974) o La Invasión de los Ultracuerpos (Philip Kaufman, 1978), y que después de La Mosca protagonizó uno de los grandes clásicos de mi niñez: Las Chicas de la Tierra son Fáciles (Julien Temple, 1988) (3). En La Mosca, Goldblum pasa de ser el típico guapito encantador a un monstruo babeante y lleno de pus con reminiscencias al Joseph (John) Merrick de El Hombre Elefante (David Lynch, 1980).


Dos grandes films, aunque si me tengo que quedar con uno me quedo con la versión de los años 50.

Título original: The Fly (USA, 1958)
Director: Kurt Neumann
Guión: James Clavell basado en un relato de George Langelaan.
Actores: David Hedison (acreditado como Al Hedison), Patricia Owens, Vincent Price...


Título original: The Fly (USA, 1986)
Director: David Cronenberg.
Guión: Charles Edward Pogue y David Cronenberg, basado en un relato de George Langelaan.
Actores: Jeff Goldblum, Geena Davis, John Getz...

(1) ¿Quién no ha visto ese episodio de Los Simpson donde parodian el final?
(2) Según www.imdb.com, Owens tenía un miedo atroz a los insectos. Por lo que el cabroncete de Neumann (que murió al poco de terminar el film), no enseñó al hombre-mosca hasta el momento en el que esta lo ve en la película, para que su reacción fuera lo más verdadera posible.
(3) De nuevo junto a su, -por aquel entonces-, esposa Geena Davis.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Si señor¡¡, 2 peliculones, la mosca del 58 es una autentica obra maestra, un clasico de esos de ver cada x años, con un final que se me quedo grabado en la sesera, la mosca de los 80 es radicalmente diferente, de la mitad de la peli hasta al final va de asqueroso hasta la angustia,con ese final que tu dices que es una puta maravilla, y es que solo la podia hacer cronenberg el rey de la autodestrucción...en fin, que te voy a decir primo si la hemos visto juntos echando birras...un saludo tio¡ nos vemos
agur¡
donny castro

Lazoworks dijo...

Que bien te lo pasas en casa del tito Rodriguez eh... Echando birras y viendo buen cine. Ya te pondré alguna de los Calatrava que tengo por ahi... Juajuajua!
Haber si nos vemos pronto zorrito y me presentas a tu retoño!
Un abrazo!

Anónimo dijo...

como te auto castigas con los calatrava¡¡ la ostia...bueno, el chiquillo no quiere salir¡¡ nos vemos pronto...
x cierto estoy releyendo el poder del amor para seguir escribiendo y acabarlo de una puta vez...venga pixita¡¡
castro

ElChicoDeLaCabezaDeLaGomaDeBorrar dijo...

Que imaginación tienes, puto. Eso si que hay que decirlo. El sida? En fin, que me ha gustado la reseña.

Lazoworks dijo...

No crees que le pudo dar ese toque "enfermedad degenerativa" por el SIDA, hijo de pontius?
Yo lo veo así... La realizó a mediados de los 80!! Puede ser, no?
Bueno... tal vez la haya cagado... Es un riesgo que tengo que asumir cuando me paso de listillo.