El Mundo de los Vampiros (1960)

El Conde Subotai (Guillermo Murray), un hombre bastante siniestro pero elegante a la vez, debe terminar con la familia Colman uno a uno ya que dicha familia terminó con sus antepasados años atrás. Para dicho plan cuenta con un pequeño ejercito de hombres-murciélago y bellas vampiras a los que controla mediante la música, pero cuando está apunto de cumplir su cometido y pretende terminar con el último descendiente de los Colman (José Baviera) y sus dos sobrinas Mirta y Leonor (Silvia Fournier y Erna Martha Bauman), Rodolfo Sabre (Mauricio Garces), un estudioso de los efectos de la música, impedirá que Subotai lleve a termino su terrible venganza...

Mucho ojito porque estamos delante de una auténtica obra maestra artesanal y rudimentaria de las que ya no quedan. Alfonso Corona Blake, artífice de algunas de las películas más emblemáticas de el Santo, como Santo contra las mujeres vampiro (1963), realizó bajo la producción del actor Abel Salazar y su emblemática productora Cinematográficas ABSA, una de las mejores películas mexicanas sobre vampiros que se realizaron por aquella época (amen de El Vampiro de Fernando Mendez). En El Mundo de los Vampiros, Corona Blake cuenta con una mitología y un universo propio, de los que se podrían hacer incapíe en los siguientes aspectos:

El conde Subotai pretende crear una nueva especie de "no muertos" transformando en murciélagos gigantes a los hombres y en bellas y siniestras damiselas a las mujeres (1), a los cuales somete gracias al influjo de una extraña melodía por la cual los controla. Por otro lado, las damiselas de Subotai duermen, cuales momias, en ataudes de pie y rodeadas de unas extrañas figuras que emulan las estatuas de las pirámides egipcias o mayas. Y por último, también se podría destacar como los hombres infectados comienzan a padecer los síntomas de su mutación en murciélago (les sale pelo por el cuerpo, se les agudiza el oído y comienzan a quedarse ciego).

La música viene siendo otro de los puntos fuertes de la película, ya que aparte de ser un elemento casi omnipresente a lo largo del film, se convertirá gracias a las bellas y extrañas partituras de Gustavo Cesar Carrión en un protagonista más. No por menos, Cesar Carrión ha sido el compositor de muchas de las grandes películas de Salazar, entre las que cabría destacar El Hombre y el Monstruo de Rafael Baledón, variante del Dr. Jeckyll & Mr. Hyde en la que un pianista vende su alma por ser el mejor del mundo.

Una película muy disfrutable que, como suele pasar en este tipo de films, solo se ve entorpecida por unos efectos especiales rudimentarios y en algunos casos hasta sonrojantes, algo que cualquier cinefago que se precie puede (y debe) pasar por alto. Murciélagos de plástico controlados por hilos (2), esos hombres-murciélago caracterizados con caretas e incluso esa sobreimpresión del rostro de Erna Martha Bauman en el cuerpo de una de estas ratas aladas, no hacen más que otorgar a El Mundo de los Vampiros la peculiaridad de una obra curiosa y de una pieza única dentro del género. Me gustó... ¡horrores! (y lo dice uno al que no le suelen entusiasmar las películas de vampiros).

Titulo original: El Mundo de los Vampiros (Mexico, 1960)

Director: Alfonso Corona Blake.

Guion: Alfredo Salazar basado en una historia de Jesus Murciélago Velazquez y Raúl Zeteno.

Actores: Mauricio Garces, Guillermo Murray, Erna Martha Bauman...

(1) Como queda claro en la película, no basta con la simple mordedura de Subotai para que las mujeres se transformen enteramente en vampiras, si no que además este deberá clavarles un puñal en el cuello.

(2) En el primer ataque del Conde Subotai a una joven pareja, podemos ver entre los murciélagos de plástico a un murciélago real.