martes, 3 de febrero de 2009

Sabine recomienda... Maniac cop (1988)


Una ola de crímenes está asolando la ciudad de Nueva York y todos los testigos concuerdan en una cosa: estos terribles asesinatos son prepetrados por un enorme y terrorífico policía. Rápidamente los ciudadanos comienzan a desconfiar y ante el menor indicio de peligro no dudaran en atacar y matar a cualquier puto poli que se les acerque. Por otro lado, el agente Jack Forrest (Bruce Campbell) está cansado de que su mujer le atosigue siempre con la misma mierda: "nunca estás en casa... me tienes abandonada", y se larga con una rubia cañón que está más buena que el pan (Laurence Landon) y que por si fuera poco, también es poli y usa porra y esposas. Pero la cosa se complica cuando su mujer los descubre en plena faena y luego aparece asesinada, por lo que el bueno de Forrest constará como el principal sospechoso de la serie de asesinatos...

Bruce Campbell pillado con las manos en la masa.


Aparte de dirigir ese clásico del terror ochentero llamado Maniac con Joe Spinell y Caroline Munro, y Vigilante con Robert Forster y Fred Williamson, William Lustig dirigió una de las películas más interesantes del género fantástico llamada Maniac Cop, con el Cary Grant de la serie B, Bruce Campbell, Tom Atkins y el gigantesco Robert Z'dar, en la que se mezclaba el cine de acción y el terror de un modo algo sobrio pero efectivo. El gran Larry Cohen se encargó de producir y escribir el guión, y la cosa funcionó tan bien que de ella nacieron dos secuelas en la que tanto Cohen como Lustig, repetirían en sus respectivos puestos (se rumorea una posible cuarta parte, cosa que dudo que se llegue a hacer).


En los ochenta se hicieron un buen puñado de películas de policías que en muchas ocasiones funcionaron la mar de bien. Distrito Apache (Daniel Petrie, 1981), Loca academia de policia (Hugh Wilson, 1984), La Jungla de Cristal (John McTiernan, 1988) e incluso el reality-show Cops, fueron algunos de sus ejemplos. Aunque también abrían otras películas como Robocop (Paul Verhoeven, 1987), que darían una nueva dimensión rabiosamente original al tema de los cops y rescataría este subgénero de su (auto)estancamiento. Pues bien, se podría decir que Maniac Cop fue una de esas películas que consiguió dar un nuevo prisma a la policía buena y mala que nos retrataban dichas películas, y nos regaló uno de los policías más hijos de puta desde Harry Callahan... el terrible Matt Cordell.


Imprescindible ver su segunda parte, sin lugar a dudas la mejor de las tres aunque lamentablemente el papel de Campbell es brevísimo...

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