Benjamin Button (Brad Pitt) no es un chico normal y corriente, el pobre ha nacido con una característica bastante peculiar: ha nacido con la edad de ochenta y pico años. Nadie da un duro por él y menos su padre, que tras la muerte de su mujer en el parto decide abandonar a su viejuno hijo, aunque eso si, en un residencia de ancianos... Allí, Queenie (Taraji P. Henson), la chica que cuida de los ancianos, decide adoptar al pequeño y cuidarlo. Pronto, para sorpresa de todos, el joven viejo Benjamin irá rejuveneciendo de manera inexplicable...
Que nadie se engañe, no nos encontramos ante la gran obra maestra de David Fincher (si queréis ver obras maestras de Fincher, solo tenéis que ver El Club de la Lucha o Zodiac). El Curioso Caso de Benjamin Button podrá ser una de las películas más elaboradas, técnicamente hablando, de su director, pero para nada nos encontramos ante su obra magna. ¡Ni tampoco nos encontramos ante la mejor interpretación de Brad Pitt, que coño! Esta película, queridos amigos, está hecha para ganar Oscars, no me cabe otra explicación...
La historia, pese a la originalidad de la premisa, no consigue en ningún momento llegar a emocionar y los diálogos no llegan a transmitir lo que uno espera que le transmitan y más tratando un tema tan profundo como lo es la muerte y el amor eterno. Si, puede que el guión sea correcto, pero cuando uno se pone a ver una película del gran David Fincher, con Brad Pitt y Cate Blanchett, no espera algo correcto. Espera que le rebanen el cerebro con genialidades y ¿porque no?, también con una bonita historia de amor. Pero no queridos amigos, la historia de amor que se da en El Curioso Caso de Benjamin Button es más previsible de lo que nos esperamos, y como ya se ha llegado a apuntar en algún sitio, el guión sigue unos patrones más que establecidos en películas como Forrest Gump (Robert Zemeckis, 1994) o la grandiosa Los Puentes de Madison (Clint Eastwood, 1995). No por menos, el guionista Eric Roth, era el artífice de la película de Zemeckis...
Por lo tanto, El Curioso Caso de Benjamin Button es una película correcta y llena de momentos de gran belleza (como por ejemplo esa escena rollo De Aqui a la eternidad con Pitt y Blanchett en pelotas de lejos, muy de lejos), pero a uno le da la impresión que se han quedado cortos ante tantos fuegos de artificios, y la vacuidad impera en casi toda la película. Sirva de ejemplo la pequeña e insulsa historia del relojero interpretado por Elias Koteas o lo poco profunda que resulta la historia de amor entre Benjamin (Pitt) y Daisy (Blanchett). Por otro lado cabría destacar el papel que realiza Taraji P. Henson en el papel de madre adoptiva de Button, sin lugar a dudas uno de los grandes alicientes del film.
6 comentarios:
No podría estar mas de acuerdo contigo, quitando lo del rejuvenecimiento solo queda una simple y tópìca historia de amor. Yo preferia ver Frost vs Nixon pero la distribución me la ha vuelto a jugar.
Pues iva a verla esta noche con mi mujer porque me ha dado la brasa para que me la bajara pero ya me has quitado las ganas...Miedo me da ya porque casi dura 3 horas..bufff...
VAYA, que decepcion ¿no?
Aunque supongo que iré a verla de todos modos. Ya le dije mi novia que iriamos despues de sus examenes... y no quiero parecer influenciable
Bueno ya la he visto y la verdad no me ha gustado nada de nada, una tonteria como un piano...No puedo decir mas que es una pena que la gente se gaste 6 o 7 euros en el cine por ver semejante chorrada...En fin...
SALUDOS
La verdad es que yo tenía muchas ganas de ver, y era una de esas películas con las que no me tenía que pelear con mi señora para ir a verla. Pero, ¡ni a ella le gustó!
Una DECEPCIÓN con mayúsculas.
Puro espectáculo mainstream, cine sin alma con el ojo puesto en los Oscars.
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