domingo, 9 de noviembre de 2008

Atrapa el Pez Dorado


Ayer me hice con uno de esos libros que sabes apreciar nada más comenzar a leerlos, su título: Atrapa el Pez Dorado y está escrito por David Lynch. En él intenta explicar ciertos aspectos de su obra y la manera en como afronta esas ideas que luego se transforman en películas. En el libro habla de sus películas y cuenta algunas anécdotas bastante jugosas (aunque no muchas la verdad), pero sobretodo habla de la meditación trascendental y como le ha ayudado a cazar ideas (los peces del título) para algunas de sus obras maestras.

Una de las cosas que más me llamaron la atención del libro, es descubrir que Lynch no es tan oscuro y siniestro como lo son sus películas. De hecho, hace tiempo leí una entrevista en la que Isabella Rossellini, una de sus ex-esposas, decía que en Lynch era todo negatividad y que por eso lo dejó (o lo dejaron). Por eso después de leer el libro, esas palabras de Rosellini se convirtieron en un gran misterio para mi. Este libro abre aspectos muy interesantes de Lynch y no me parece para nada un ser negativo, todo lo contrario. Una pequeña prueba de ello es que su libro acaba con la palabra "Paz".

Por otro lado me pasó una cosa muy curiosa que quiero compartir con vosotros. Ayer fui a la calle Verdi para ver Cenizas del Cielo. Cogí una entrada para la sesión de las 18:20 y decidí dar una vuelta para hacer tiempo antes de entrar a la sala. Me metí en una librería y vi el libro. Había un montón de ejemplares apilados uno encima de otro y cogí el primero de todos. Pero por alguna extraña razón lo dejé y cogí el siguiente, el que estaba justamente debajo. Me dije: "cogeré el segundo". Pues bien, rápidamente me metí en un bar y me tomé algo mientras devoraba el libro con gran pasión. Miré mi reloj y ya eran las 18:00 horas. Había pasado el tiempo volando, así que me dirigí al cine. Entré y me senté en la sala. Como todavía no habían apagado las luces, decidí sacar el libro y continuar leyendo cuando... ¡Que coño! Un montón de hojas en blanco. ¿Que estaba pasando? Por un momento llegué a pensar que el bueno de Lynch estaba jugando conmigo al igual que lo hacía en sus películas, pero descarté esa idea cuando descubrí en el índice que en esas hojas debía haber algo inscrito. Pero no podía salir de la sala porque ya empezaba la película, así que vi la película con atención, pero por dentro seguía teniendo la inquietud que me había provocado esas hojas en blanco. Una vez terminada la película corrí hacia la librería y cambié el libro. Rápidamente me puse a leer lo que me faltaba y descubrí un capítulo llamado Consejo. Voy a permitirme el lujo de citar un pequeño fragmento de este capítulo:

"Sé fiel a ti mismo. Que resuene tu voz, no permitas que nadie la manipule. (...) Experimenta la alegría de hacer."

Todo esto puede parecer una vacilada pero me ocurrió de verdad, así que después de leer el libro he autoasumido de algún modo, sobretodo por la manera tan extraña que tuve que leerlas, que debía prestar especial atención a estas palabras.

Atrapa el pez dorado es un gran libro que no habla de cine, sino de muchas cosas más.

2 comentarios:

BLIS dijo...

se me ha ocurrido que puedes participar subiendo reseñas de peliculas sobre el odio aparte de algun texto, asi participas sin dejar de lado la continuidad de tu blog

Anónimo dijo...

ok, lo habias escrito aqui! Todo aclarado.