Bueno en realidad no serán 5 minutos, pero es lo que se suele poner en las tiendas cuando el dependiente se va a tomar un café al Bar de la esquina. Todos sabemos que efectivamente no volverá en 5 minutos, pero aún así permanecemos delante de la puerta mirando el letrero como gilipollas. Esperando. Pues así os quiero ver yo, esperandome.
Hoy me voy al Festival de Sitges y por lo menos hasta el día 13 no podré publicar nada en este, mi preciado blog. Pensad que lo estaré pasando francamente mal allí. Estaré tomando unas bravas al lado de la costa, unas cervecitas, unos verberechos, estaré viendo películas todo el día hasta las 5 de la madrugada... ¡Un infierno vamos! Dadme fuerzas y energia para aguantar todo este calvario (¡oh dios!) y a la vuelta prometo publicar las (llamenle) críticas de las películas que haya visto en dicho Festival al cual llevo once años asistiendo.
Todavia recuerdo la primera vez. Era un renacuajo. Me acuerdo que viajaba en tren hasta allí acompañado de un conocido y siempre veía la peor película de todas. Después, ahora que ya ha pasado un tiempo, he visto como esos viajes al Festival siempre han sido un fiel reflejo de mi entorno y de mi mismo. Recuerdo a la gente que me ha acompañado siempre con una sonrisa en la boca ya que pasaba muy buenos momentos con ellos, pero también he visto como algunas de esas personas han desaparecido de mi vida cual truco de magia. "El poder del ser atrae la vida", dicen. Parecerá una tontería pero Sitges me ha enseñado mucho. Me ha enseñado quienes son mis verdaderos amigos y quienes son simples conocidos o personas que pasan por tu vida para hacerte "compañia".
En fin, todo me hace pensar que este año será grande. Que este año, como cada año, volverá a ver magia.
¡Hasta luego!
1 comentario:
disfruta, estuve hace un par de años y lo pasé genial, hay muy buen nivel.
Saludos, me alegra volver a pasarme por aquí
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