martes, 9 de febrero de 2016

EL FUTURO ESTÁ EN LA TV... (Seis series para volver a confiar en la caja tonta)




Siempre me he mostrado reticente a la hora de ponerme a ver una serie de TV porque se hipoteca demasiado tiempo y me impide que pueda ver otras películas (¡HAY TANTO POR VER!). Sin embargo es evidente que el futuro del cine está cada vez más ligado a la caja tonta y la verdad es que las propuestas que nos ofrecen las cadenas de pago anglosajonas no puede ser más estimulante. HBO, Hulu, Netflix, FOX… todas tienen su propuesta de calidad para tenerte atrapado/enganchado durante un largo periodo de tiempo. Y por si eso no bastara detrás de estas series encontramos los nombres de unas cuantas ilustres estrellas y directores de renombre. Sin embargo algunas arrancan con fuerza, pierden fuelle con el paso del tiempo y después, tras algo de paciencia, vuelven a remontar tímidamente, como es el caso de de The Walking Dead y su última temporada; otras me veo obligado a verlas por imperativo de mi señora esposa como Juego de tronos, que la sobrellevo como puedo (aunque suelo acabar dormido); y luego las hay que simplemente abandono porque no me han acabado de enganchar o no he tenido la paciencia necesaria para continuarlas. Por eso las series que cito a continuación tienen para mí mucho valor, pues han sido capaces de entusiasmarme como hacía tiempo que no lo hacía ninguna película y, lo más importante, no he sentido que estuviera perdiendo el tiempo en ningún momento, más bien todo lo contrario. Aquí adjunto las series que me han devuelto la alegría y la confianza en la televisión.



1. Breaking Bad (2008 – 2013) (5 Temporadas / 62 capítulos); creada por Vince Guilligan: Esta es la que tiene la culpa de que ahora mire las series de otra manera. Breaking Bad cuenta las peripecias de Walter White (Bryan Cranston), un humilde profesor de ciencias que al serle diagnosticado un cáncer de pulmón se alía con Jesse Pinkman (Aaron Paul) y se convierte en el mayor traficante de meta de los Estados Unidos. Bryan Cranston está sublime en un papel que se vuelve cada vez más oscuro y a la vez fascinante, que ha marcado a toda una nueva generación. Pero esto no hubiera sido capaz sin Vince Guilligan, creador de otra serie de moda Expediente X (con la que no he sido capaz de conectar), y una mente capaz de regalarnos capítulos que son auténticas lecciones de cine. Sirva de ejemplo su asombroso piloto (con una capacidad de síntesis final que parece increíble) u otros que te mantienen en vilo hasta límites insospechados, como el celebrado capítulo llamado Ozzymandias dirigido por Rian Johnson (director de Brick o Looper). Al parecer el alto nivel de perfeccionismo y control de Guilligan provocó que Cranston terminara co-produciendo la serie junto a él y así quitarle algo de trabajo (y que no enfermara) a partir de la cuarta temporada. Cuando la serie terminó, y con ella White / Heisenberg, a todos nos quedó un tremendo vacío que tardaríamos mucho tiempo en volver a llenar. 



2. True Detective (2014 - ) (2 Temporadas / 16 capítulos); creada por Nic Pizzolatto: Antes de llegar a TD había probado con otras series. Rescaté otras que decían que eran iguales e incluso mejores que Breaking Bad, pero nada, no terminaban de tocarme la fibra como lo había hecho White y compañía y las dejaba. Pero entonces, un día, me dio por ver esta serie creada por el escritor Nic Pizzolatto y me puso la cabeza en los pies. Lo cambió todo. En la primera temporada se nos relata las aventuras de los detectives Rust Cohle y Martin Hart (unos impresionantes Matthew McConaughey y Woody Harrelson, respectivamente) con tal de averiguar quién se encuentra detrás del Rey Amarillo y los truculentos asesinatos / rituales que se han cometido. Este oscuro relato noir lleno de filosofía y guiños a Lovecraft entusiasmó al respetable y buena parte de culpa la tuvo el realizador Cary Fukunaga, que dirigió los 8 capítulos de la primera temporada y que nos regaló momentos del todo memorables como el del inolvidable plano secuencia de Who Goes There. La palabra masterpiece se quedaba corta para esta excelente primera temporada y las expectativas estaban muy altas para la siguiente, así que cuando ésta se estrenó y se comprobó que era bastante distinta la mayoría la molió a palos. Lo cierto es que aunque el batacazo que le han dado ha sido sonado, no puedo estar más enamorado de las peripecias de los detectives Ray Velcoro (Colin Farrell) y Ani Bezzerides (Rachel McAdams), el oficial Paul Woodrugh (Taylor Kitsch) y el gángster Frank Semyon (Vince Vaughn). Pizzolatto decidió tomar un rumbo bastante alejado de la primera temporada y muchos no supieron entenderlo. La segunda temporada no convenció a casi nadie y el mandamás de la HBO, Michael Lombardo, ha admitido toda la culpa tras las numerosas críticas negativas que ha recibido. Según cuenta se dio demasiada prisa por repetir la fórmula y Pizzolatto, “un escritor con alma que necesita su tiempo”, no la tenía del todo meditada. Esperemos que no sea un parón definitivo y que, tal y como dice Lombardo, siga confiando en Pizzolatto y esto no suponga el fin de esta magnífica serie.


3. Wayward Pines (2015 - ) (1 Temporada / 10 capítulos); creada por Chad Hodge: El nombre que me llamó la atención de esta serie es mi idolatrado M. Night Shyamalan, que en esta serie ejerce de productor y director del primer capítulo. Matt Dilon, protagonista de grandes clásicos posmodernos como La ley de la calle, Juegos salvajes o Algo pasa con Mary, encarna aquí a Ethan Burke, un tipo que sufre un accidente de coche y despierta medio amnésico en un extraño pueblo llamado Wayward Pines. Las series con nombres de pueblos misteriosos siempre despiertan cierta simpatía gracias a la emblemática Twin Peaks, aunque en este caso no nos adentramos en el mundo onírico de Lynch sino más bien en una especie de cuento escrito por Richard Matheson para un capítulo actualizado y alargado de The Twilight Zone. La serie parecía que iba a ser una más pero a mitad de temporada da un cambio de 180º que acabó entusiasmándome. Y su final es… Parece ser que harán una nueva temporada y, al igual que otras series como la citada True Detective o Fargo, será totalmente independiente de la primera. ¡Veremos!



4. Hit & Miss (2012) (1 Temporada / 6 capítulos); creada por Paul Abbott: Esta es en realidad una miniserie británica y el (valiente) cóctel que ofrece no podía ser más estimulante: Mia (Chloë Sevigny) es una asesina a sueldo de lo más peculiar. Es guapa, inteligente y letal, pero guarda un secreto… entre sus piernas, y desea conseguir el dinero necesario para poder pagarse la operación con la que pueda sentirse una mujer del todo. Por si fuera poco recibe la carta de una antigua novia (de cuando era un hombre, se entiende) que le informa que padece una enfermedad mortal y que (oh, sorpresa) TIENE UN HIJO, por lo que le ruega que se haga cargo de él. Estamos ante un thriller que parece una vuelta de tuerca a las novelas de Ed Wood (La drag asesina o Muerte de un travesti) con el toque british y distinguido de Neil Jordan (Juego de lágrimas). Muy bien dirigida, mejor escrita y… Chloë Sevigny, ¿qué más se le puede pedir a una serie? Una serie de culto.



5. Ash vs Evil Dead (2015 - ) (1 Temporada / 10 capítulos); creada por Tom Spezialy, Ivan y Sam Raimi: Aunque debo reconocer que su tono demasiado jocoso me dejó algo descolocado al principio, no tardé demasiado en conectar con la propuesta que nos ofrecían Raimi y compañía. Tras muchos años dándole vueltas a una posible nueva entrega de El ejercito de las tinieblas (es decir, a la cuarta parte de Posesión infernal), decidieron utilizar muchas de las ideas que habían surgido durante ese periodo y la convirtieron en esta fabulosa serie que vuelve a la pura serie B de los inicios del realizador de Ola de crímenes, ola de risas. Aquí nos encontramos con un Ash (Bruce Campbell) mucho más loser y socarrón que en las películas previas [emparentándose con el tono autoparódico de My Name Is Bruce, dirigida por Campbell (aquí editada en DVD y titulada como Posesión demencial)] para, tal y como he dicho, volver al génesis gamberro de los primeros trabajos de Raimi y su clan. Así pues, a lo largo de la serie podemos ver sendos homenajes a sus predecesoras pero también a otras cintas en las que Raimi intervenía en otras funciones como es el caso de la loca Vietnam – USA (Thou Shalt Not Kill… Except). Un divertimento frugal y sin pretensiones que te dibuja una sonrisa en los labios. El éxito de Ash vs Evil Dead ha sido tal que se firmó para una siguiente temporada… ¡cuando ni siquiera había terminado la primera!



6. Sense8 (2015 - ) (1 Temporada / 12 capítulos); crada por J. Michael Straczynski, Andy y Lana Wachowski: Ocho personas situadas en diferentes localidades del planeta empiezan a experimentar sensaciones extrañas y a ver e interactuar con gente que está a miles de kilómetros de distancia. Estas ocho personas están conectadas mentalmente y pueden intercambiarse sus conocimientos si cualquiera de ellos lo necesita. El caso es que los gobiernos no ven con muy buenos ojos esta nueva especie humana llamada sensytes, y con el temible Sr. Whispers al mando, emprenden una misión secreta para acabar con ellas. Los Wachowski irrumpen en la televisión con esta rompedora, emotiva y vibrante serie de ciencia ficción que para mí está adelantada a su tiempo ya que toca temas tan poco frecuentes en la ficción americana como la transexualidad y la homosexualidad (con escenas de sexo de lo más gráficas). Con un reparto internacional (Miguel Ángel Silvestre, Daryl Hannah, Jamie Clayton, Tina Desai y Donna Bae, entre otros) y rodada en nueve ciudades de distintos puntos del globo, está titánica, arriesgada y compleja producción sacará de quicio a los más cortos de mira. Yo simplemente me quito el sombrero, ¡bravo Wachowskis!

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