...y entras en la cocina, nananananana... ¡Con las manos en la masa! ¿Era así no? Bueno, dejémonos de tonterías. Vayamos al grano. El otro día leyendo el estupendo blog de Mr. Borgo descubrí un plato que me llamó poderosamente la atención... Se trataba de una receta para cocinar cerebros... Pues bien, tal y como le juré al señor Zueras, le dije que lo probaría de hacer y que ilustraría mi entrada con todo lujo de detalles... ¡Un plato gore de estas características se lo merece con todas las de la ley!
Primero de todo, queridos amigos... No llevéis con vosotros a vuestras esposas. Sobretodo si se trata de una tan repipi como la mía y encima embarazada... Que si "que asco", que si "no lo compres", que si "llevame al lavabo que vomito"... Por si fuera poco, la muy canalla me fue delatando en todas las paradas que íbamos parando y les decía a las dependientas "ay, mira nena, mi marido ha comprado cerebros"... No es que me importe mucho lo que piense la gente de mi, pero aquel era mi pequeño secreto, me sentía como el Igor del jovencito Frankenstein, parecía que acababa de robar un cerebro de una tumba... Además, que iba a pensar la pescadera... Con lo cariñosa que es conmigo... (Me llama "vida mía", "guapo", e incluso "cariño"... lástima que tenga 90 años).
Pues bien, como es lógico hay que "robar" un cerebro de una morgue. Un cerebro a-normal, tal como este:
Y meterlo en una cazuela con agua fría. Después hervir durante diez minutos aproximadamente a fuego lento para que no se nos deshaga el cerebro. También le echaremos un chorrito de vinagre y un poco de sal.
Mientras tanto pueden ustedes tomarse una cerveza y acompañarlo con lo que quedó de la cena de ayer.
Una vez hervido el cerebro, debemos sacarlo del agua.
No olviden coger el utensilio adecuado. ASÍ NO. |
¡¡ASÍ SI!! |
Después hay que coger un par de huevos...
Sobretodo, hay que fijarse en que los huevos estén en buen estado... |
...y batirlos con pimienta, sal y una cosa que se llama "cebollino". Como en el mercado no había y sonaba caro, opté por echarle perejil (que lo suelen dar gratis). ¡Ah! También hay que echarle un chorrito de agua con gas. Esto me recuerda la primera regla que uno tiene que seguir antes de ponerse a cocinar: comprar todos los ingredientes. Pues bien, como se me olvidó tuve que ir al badulaque que está a tres manzanas y comprar la dichosa botella de agua con gas.
Intenté fotografiar al indio que me atendió, pero no se tomó muy bien que trajera una cámara y que le fotografiara... Así que tuve que contentarme con tomar una instantánea de la fachada. (Al parecer, el indio me vio a través del cristal y salió de la tienda. Me persiguió durante dos calles. Después creo que se cansó y volvió al garito... Pasé miedo, pero ahora ya estoy mejor. Los indios parecen buenos pero tienen malas pulgas).
A lo que íbamos, sigamos con la receta. Una vez has sacado el cerebro del agua tienes que quitarle una puta tela transparente que la cubre. La localicé pero fui incapaz de quitarla... (Espero que en ese pellejo no sea donde se depositen todas las enfermedades contagiosas del animal. Joder, ya estoy acojonado). Pues bien, después hay que cortarla en finas láminas.
Y pasarlas por el huevo batido, el perejil, la pimienta y el chorrito de agua con gas. (NOTA: imprescindible tener cuidado al abrir la botella. El indio debió moverla antes de darmela y me puse perdido al salir todo el líquido propulsado hacia mi cara).
Una vez los has pasado por el huevo, hay que meterlos en una sartén con aceite hirviendo y freírlos a conciencia.
Una vez fritos, ya tenemos el plato listo. Se aconseja acompañarlo con una cerveza y una película que "pegue". Yo pensé en John Rambo.
Pues bien... Tengo que confesar que me dio un asco increíble. Que no cociné debidamente los sesos y que cuando los masticaba todavía estaba (muy) tiernos...
Se me empezó a revolver el estómago y...
Bueno, así acaban este tipo de intentos fallidos... La próxima vez lo haré mejor, Borgo. Muchas gracias por su receta, igualmente.
9 comentarios:
Joder!! Me meto en el internete que tengo un rato y veo su entrada. ¡Pero a quien se le ocurre criatura!
No sabe que esas cosas solo pasaban en las peliculas de Indiana Jones.
¿que sera lo proxímo? ¿vulvas de yegua?
Tenía que haberse quedado solo con la cerveza y la pelicula, eso era ir a tiro seguro. Jejejejeje...
PD: Cuando era niño mi madre tenía la rara creencia de que los cerebros de cordero eran buenos para la mente. Me comi muchos. Se de lo que hablo. Asi que mi mente es como la de un cordero.
Estos calores veraniegos le están afectando su salud mental. Esas últimas fotos inolvidables. Recuerdos a su señora, por su paciencia y manga ancha para aguantar este tipo de cosas. Por cierto, podría haberlo filmado en plan documental como contribución al género del troncho cinema.
Míralo por el lado bueno,ya no cogerás la enfermedad de las vacas locas(que se encuentra en el celebro:"Encefalolopatia espongiforme bovina"por unos bichitos que se llaman priones)porque tu ya estás lo suficientemente majareta.Y no te aconsejo que te vuelvas caníbal como los negros del África,que también tenían de eso por zamparse entre ellos.
Ese falolo me ha salido mal,aunque sin repetir una silaba parece otra cosa...por cierto,que te envío por emilio un vídeo alusivo.
Me encanta la legancia y buengusto de este Blog. Ni el Bulli, oiga!
Lorenzo: joder, de haberlo sabido hubiera colgado otra cosa... Lamento haberle hecho pasar este "mal trago". Jejeje. Y no diga usted eso, que es muy inteligente!
Pepe: por una vez le voy a dar la razón... Debí hacerle caso a mi señora cuando me dijo que no cogiera aquel... Buaj! Vamos a olvidarlo lo más pronto posible!
Angelpito: eres un cabrón!! Mejor no digo lo que me has enviado por email! Que asco, y eso que estoy delicado del estómago...
Kinski: Bulli? Qué es eso del Bulli? A mi hablame bien, eh...
la ostia primo¡ como me reido al ver esta receta y sus foticos ilustradas¡ saludos¡
chicodelchandal
Ja, ja, no hay de qué, Lazoworks. ¡Qué foto tan gore!!! parecías un extra de "Zombie Walk" con esos sesos colgando. Muy buena la evolución del plato... hasta llegar a su regurgitado final, eso no lo saca Arguiñano en sus programas. Animo, la primera vez que preparé sesos tampoco me quedaron bien.
Ah, supongo que a los indios no les gystan las fotos porque creen que su alma se queda retenida o algo así. Abrazos. Borgo.
Chico del chandal!!: Hombre primo... Me alegro verte de nuevo por aquí... Ya te prepararé unas tapitas de sesos el próximo día que nos veamos. Jejeje...
Zueras: Me reitero... ¡Como me acordé de usted este fin de semana! Como me acordé... La próxima vez probaré con sesos de cordero a ver que tal, jajaja!
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