jueves, 16 de diciembre de 2010

EL HORROR DE LA DAMA DEL LAGO (2010)

Con un presupuesto escasísimo (sobretodo si hablamos de un largometraje), Diego Vázquez logra sacar adelante este magnífico homenaje al cine de aventuras de Harryhausen, al cine de terror de la Hammer e, incluso, a nuestro fantaterror patrio, con una historia que gira en torno a una enorme bestia mitad babosa que en su estado de letargo tiene la forma (y las curvas) de Celia Blanco, y que duerme en un lago situado cerca de una remota aldea de la España de finales del siglo XIX. Por otro lado, nos encontramos con una joven pareja inglesa recién casada (Alba Rispau y Sergi Soler) que, tras heredar una finca en dicho pueblo, descubren que la casa que han adquirido tiene un aspecto de lo más ruinoso y que el pueblo parece totalmente deshabitado. Así que, tras la invitación de dos jóvenes gemelas (Marisa y Cristina Zapata), la pareja accede a pasar la noche en una mansión propiedad de una misteriosa condesa (Pilar Morales), madre de las dos gemelas, así como de una inocente “niñita” rubia llamada Alicia (la cantante y actriz Sara Da Pin Up) que parece recién salida del clásico de Lewis. Una vez allí, el joven y su esposa se darán cuenta de que sus anfitriones no son todo lo normales que esperaban y serán víctimas de una ancestral familia de mujeres-mantis que, entre otras cosas, practican el canibalismo y esclavizan a mujeres a las que encierran en lo que parece ser una despensa…
Con una inusitada ambientación clásica, El Horror de la dama del lago se abre con una excelente secuencia en B/N en la que una fogosa jovencita será literalmente partida por la mitad mientras practica un apasionado coito con su aterrado amante, para después relatar todo el resto del metraje en color. Además, en un alarde de compromiso con el cine de corte clásico, veremos una buena tunda de fondos animados como los de antaño, aparte de unos exquisitos y ya desacostumbrados stop-motions que harán palpitar más de un corazón nostálgico, y que se alzan en contra de los actuales y desalmados efectos CGI.
Cualquier fallo, si es que se le quiere llamar así, que uno vislumbra a lo largo del metraje parece estar más ligado a su escaso presupuesto que a los problemas técnicos y/o artísticos que suelen acarrear cualquier ópera prima de estas características. Aún así, la gestación de la película no estuvo exenta de otras contrariedades que perjudicaron de algún modo al conjunto, como la falta de salud de Jean-Pierre Sèvegrand, uno de los actores principales, a quién se le diagnosticó una grave enfermedad terminal y que, a pesar de todo, continuó con su papel hasta terminarlo. Por ese motivo, su personaje – un papel que guarda ciertas reminiscencias al Profesor Abronsius interpretado por Jack MacGowran en la mítica película de Roman Polanski, El baile de los vampiros -, parece perder fuelle a medida que avanza la acción y sus escenas carecen del ritmo y energía que el actor atribuía al principio. Aún así, su irregular actuación se nos antoja como la más loable de todas, y su desmedida dedicación se ve finalmente reconocida en los créditos finales del film, no sólo con una simple dedicación como suele hacer todo el mundo en estos casos, sino reconociendo que, efectivamente, “dio todo y más” por el bien del proyecto.
Y es que a pesar de su fehaciente falta de medios y de tener un metraje algo excedido, El horror de la dama del lago supone una grata sorpresa y una película de envidiable calidad que ojalá suponga el comienzo de una prometedora carrera. Tal como dijo el director antes de la proyección en el pasado Festival de Sitges, “no disponía de dinero para llevar a termino la película (el mismísimo Jesús Franco se negó a participar en ella porque pensaba que con ese presupuesto tan limitado sería inviable acabarla), pero sin embargo tenía tiempo”, y hasta siete años le ha costado a Vázquez sacar adelante esta película de terror. Una película de terror que desemboca en una sorprendente historia de amor, o más bien de amor por redención (el verdadero leitmotiv del film),  que está envuelta toda ella en una interesantísima mitología concebida por su creador, y que sin duda, supone uno de sus puntos fuertes.

Escrita para La Abadía de Berzano.

6 comentarios:

Pepe Cahiers dijo...

Me la apunto, parece interesante y si además sale Celia Blanco... Por cierto un cartel bastante chulo.

angelpito injurioso dijo...

Pos,si,conozco con todo detalle la filmografia de Celia Blanco y la pinup...me gustan estos flins de bichos y ambiente malsano.

Lazoworks dijo...

Bueno, guarretes... Que sepáis que, al menos en esta película, la Blanco no sale en todo su esplendor. Ya me entendéis...

Pepe Cahiers dijo...

¡Maldición, y yo que esperaba algún beso lésbico como el que dio en Cronicas Marcianas!

Lazoworks dijo...

Que va, que va... No sé si estoy haciendo un flaco favor a la película... Tal vez, le quite espectadores, pero os diré que ni si quiera enseña un triste pezón...

miquel zueras dijo...

La verdad es que su argumento me recuerda a las producciones setenteras de la Profilmes, sólo faltaba Paul Naschy por ahí. Desde luego suena a película interesante. Gracias por hacérnoslo saber, Lazoworks. Borgo.