jueves, 18 de marzo de 2010

Ambrosia, la chica de la risa contagiosa.


Creo que fue a los pocos meses de venir al mundo.
Su padre y su madre la miraban mientras le echaban polvos de talco en el culo cuando la niña emitió aquel extraño sonido… “Jia, jia, jia, jia, iiiiiiii…”.
“¡Ay que mona!”. Los padres de Ambrosia se tiraron veinte minutos echando polvos de talco en el culo de su hija con tal de escuchar aquella extraña risa que Dios le había otorgado.
“Échale más polvos Manuel, ¡échale más! ¡Qué risas!”.
Aquello se había convertido en una costumbre, en un ritual. Cada vez que tenían visitas hacían lo mismo: ponían a la niña con el culo en pompa y cogían los polvos de talco.
“Jia, jia, jia, jia, iiiiiii…”. Y todos los asistentes comenzaban a reír en tono festivo y de jolgorio: “¡Viva Ambrosia! ¡Viva!”.
Y es que allá donde fuera Ambrosia y su risa, iba la alegría.
Seguramente les resultará familiar…
Ambrosia era la típica chica regordeta y poco agraciada que iba a los programas de televisión como público y cuando el presentador decía algo gracioso: “Jia, jia, jia, jia, iiiiiii…”.
¿Os suena? Seguro que sí. Solo basta una risotada contagiosa para que el subnormal del presentador vaya corriendo con el micrófono para comprobar de quien proviene esa risa.
“Haber señora, ¿de qué se ríe?”.
“Jia, jia, jia, jia, iiiiii…”.
Y ya estaba el follón montado. Todo el plató se reía, el presentador no paraba de ponerle el micro en la boca y Ambrosia no paraba de reír. “Jia, jia, jia, iiiiiii…”.
Cuando sus padres no podían pagar las facturas, mandaban a la niña al banco para que hablara con el director de la sucursal. Gracias a ella sus deudas eran aplazadas y la niña volvía la mar de contenta y con los bolsillos llenos de piruletas y caramelos.
“Vuelve pronto Ambrosia”. Le decía el tipo del banco, un hijodeputa sin escrupulos.
Cuando cumplió los dieciséis años Ambrosia perdió la virginidad con un tipo llamado Federico (aunque todo el mundo lo llamaba Feder), y bueno… En realidad Ambrosia fue un polvo de mierda, pero Feder pasó un rato divertidísimo. Así que comenzó a salir con ella y se casaron.
Ella sólo tenía que soltar su famosa risa: “jia, jia, jia, jia, iiiiiiii…”, y tenía a todo el mundo a su alrededor. Pendiente de ella. De su risa. De cómo le votaban las tetas cuando se reía.
Un día fue al médico porque no se encontraba muy bien. La acompañó su madre.
El médico puso cara seria y les dio una terrible noticia: “Ambrosia, te quedan apenas dos meses de vida”.
El silencio se apoderó de la habitación.
Su madre la miró aterrada y cuando iba de soltar un par de lagrimones, Ambrosia dijo: “bueno, pues aprovecharemos el tiempo entonces. Jia, jia, jia, jia, iiiiiiiii…”.
Risas.
“Que mujer esta”, dijo el doctor secándose las lágrimas (provocadas por la risa). “Pásate la semana que viene, que te haremos más pruebas”.
“¿Para qué? Si no va a servir de nada”, espetó la madre.
Silencio.
“Jia, jia, jia, jia, iiiiiiiii…”.
Más risas.
Y finalmente llegó el día en que Ambrosia murió. Fue prácticamente todo el pueblo.
Todos asistieron sin decir nada.
Con la mirada ida.
Tristes.
El cura dio un sermón de lo más conmovedor y entonces los tipos de la funeraria se dispusieron a cerrar el ataúd y lo metieron en la incineradora.
Poco a poco el fuego fue consumiendo el ataúd convirtiendo la madera y a Ambrosia en cenizas.
Las llamas emitían un sin fin de chisporroteos y sonidos.
“Spick, spock, spick, spick, iiiiiiiiii…”.
Entonces los asistentes se miraron los unos a los otros y comenzaron a reír.
Aquella noche sus padres y su marido se gastaron los pocos ahorros que tenían en champagne del bueno y en caviar, y brindaron y comieron en honor a Ambrosia.


Luego se pusieron una película para llorar.

5 comentarios:

angelpito injurioso dijo...

Pues aqui tienes este flin de un familiar suyo,el Nicasio(el que hace los relojes de plastiquillo negro)
http://www.youtube.com/watch?v=t6FUR_nhGX8

Klaatu3000 dijo...

¡Fantástico relato! Jia, jia, jia, jia, iiiiiiiii…

Anónimo dijo...

Ostias es un poco duro, no? Pero el final, resuelve algo o no?

Lazoworks dijo...

Hostia puta tio...

Anónimo dijo...

hey¡¡¡de lo último que has escrito este es la historia que mas me gustao, la verdad es que esta muy bien, y es alegre, pero solo en apariencia, buen final tio,
saludos
chcxandal