La repentina muerte de Manuel Esteba me ha echo recordar la cuenta pendiente que tenía con su trilogía "Calatravalera". Así que aquí os traigo Los Kalatrava contra el Imperio del Karate, segunda colaboración del realizador con la pareja humorista, después de Horror Story producida apenas unos años antes.
En esta ocasión, tal y como y ocurría en su anterior film, el dúo protagonista deberá enfrentarse a un sin fin de malhechores, - entre los cuales encontramos a unos gángsters y a la mismísima mafia china -, con tal de salvar el pellejo de un importante científico que ha inventado "algo" muy importante, y el culo (¡y que culo!) de su hija (Ágata Lys). Todo esto servirá para mostrarnos un sin fin de disparates al más puro estilo Calatrava, en un guión lleno de incongruencias en el que nada es lo que parece, y si lo parece es mera coincidencia. En Los Kalatrava contra el Imperio del Karate, ni los héroes parecen héroes, ni los mafiosos parecen mafiosos, ni los chinos parecen chinos (¡si no unos pavos de Mataró!). Paco Calatrava se mete en esta ocasión en la piel de un vendedor ambulante de enciclopedias sobre artes marciales, que sin querer va a toparse con un peligroso asesino a sueldo. Pero, cosas del destino, este letal asesino es estúpidamente arrestado por la policía y por ese motivo se le encarga por error a Paco el trabajo de acabar con unos chinos con muy mala leche. Este será el punto de partida que Paco y Manolo se metan de lleno en un entramado sin sentido y totalmente delirante.
Pese a sus más que evidentes defectos, las películas de Esteba/Calatrava nos han regalado momentos para el recuerdo y el descojone imperecedero. Sirva de ejemplo esa brillante idea de contaminar al extra-terrestre de El E.T.E. y el Oto ¡con agua del Riu Llobregat! En Los Kalatraba contra el Imperio del Karate también hay cabida para momentos épicos dentro del cine psicotrónico español, y en una escena claramente precursora del Matrix de los hermanos Wachowsky, Paco Calatrava esquivará un sin fin de balas mientras baila… ¡FLAMENCO! ¡Si es clavadita a la paranoia esa metafísica y ciberpunk, hombre!
Se podría incluso tildar Los Kalatrava contra el Imperio del Karate como una obra abstracta y llena de giros imposibles a lo largo del metraje, que desembocan en un final con ecos a Con faldas y a lo loco (Billy Wilder, 1959), pero bajo el inconfundible prisma de Esteba.
Yo no sé ustedes, pero a veces es mejor ver una película como esta que no comprobar como la mayoria del dinero de las subvenciones de este país van a parar a producciones mediocres y de lo más aburridas. Así que bravo para todo aquel que al igual que Esteba haga lo que le venga en gana sin ningún tipo de complejos y sin necesidad de grandes cantidades de dinero. ¡Chapó!
Peeping Toms... ¡Matrix requeteloaded!
No hay comentarios:
Publicar un comentario