Después de este pequeño descanso, vuelvo a centrarme en las reseñas del Festival de Sitges para recomendaros uno de los films que se pudieron ver allí. Se decía que era la película más bestia del certamen, pero el resultado resulta mucho más “dulce” de lo que prometía. Y más teniendo en cuenta su premisa:
Un cirujano especializado en separar siameses recién nacidos (Dieter Laser), rapta a dos americanas (Ashley C. Williams y Ashlynn Yennie) y a un japonés (Akihiro Kitamura) para crear una especie de ciempiés humano que consiste en coser el culo de uno a la boca del otro. Pues bien, como deduciréis, cuando el primero tenga que hacer sus necesidades biológicas (sólidas), todo ello irá a parar a la boca del segundo y así sucesivamente…
Pues bien, para todos aquellos que se le esté revolviendo el almuerzo, tranquilos. En The Human Centipede (First Sequence), sólo hay cabida para una sola cagada, ya que el sujeto de en medio, -en este caso la preciosa Ashley C. Williams, la más revoltosa de los tres sujetos que componen la criatura -, anda algo estreñida, y por lo tanto la cadena se para aquí. En este film no hay mierda por doquier, ni vomitonas, ni nada por el estilo.
Tom Six, director y guionista del film, adorna todo el conjunto con una pizquita de humor, y convierte este ciempiés en un thriller claustrofóbico exquisitamente filmado, que prefiere no indagar en lo escabroso (¡que ya es difícil!) y se adentra en una huida imposible que terminará, eso si, de un modo magistral (aunque algo forzado).
Sé que en la previa presentación al pase, el director y su hermana, -la guapetona Ilona Six-, decían que se trataba de una “crazy, crazy, crazy” idea, cosa que, efectivamente, así es. Pero no jodamos, yo me esperaba algo mucho más duro, la verdad (llamadme perverso). Habrá que esperar a ver las dos siguientes películas que encierran la que será, al parecer, la trilogía de las emociones fuertes. ¡Haber si es verdad!
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