Bruce Willis in Barbieworld (a.k.a. Los Sustitutos)

Todavía me pregunto como puede ser que ultimamente se esten desaprovechando tan buenas historias en unas películas tan flojas y decepcionantes. Sirva de ejemplo Paycheck de John Woo o Next de Lee Tamahori, - ambas adaptaciones de la obra literaria de nada más y nada menos que Philip K. Dick -, la tercera y (por mucho que digan) cuarta entrega de Terminator, o la película que nos ocupa, Los Sustitutos.

Para que nos vamos a engañar, Jonathan Mostow ya se cargó una de las sagas más importantes de los 80-90, con la tercera parte de Terminator. ¡Además, no sé quien tuvo la brillante idea de elejir a Kristanna Loken como la Terminatrix T-X! Está bien, la chica está muy buena, ¡pero no tiene nada de sex appeal, coño! Pues bien, si Mostow consiguió que una franquicia tan potente como Terminator se convirtiera en un mero blockbuster de entretenimiento, no me podía esperar grandes cosas de estos Sustitutos, cuya historia está basada en la novela gráfica de Robert Venditti & Brett Weldele, y que, eso si, resulta cuanto menos interesante.

En la película se nos retrata una sociedad acomodada y postrada en sus hogares, que viven su vida a través de uno androides a quienes controlan mediante una especie de terminal. Ya no existe el contacto entre los seres humanos, y todos se engañan a si mismos viviendo en cuerpos perfectos que poco tienen que ver con la realidad. Pero una noche, un motorista matará a uno de estos sustitutos, y también a la persona real que lo controla desde su casa, que es ni más ni menos que el hijo del creador de los sustitutos.

La versión Ken de Bruce Willis y la siempre eficiente Radha Mitchell en Los Sustitutos.

Como véis, la historia promete mucho pero en la pantalla deja bastante que desear debido a un empaque visual bastante simplón que está más cercano a un telefilm de sobremesa de Antena 3, que al de la película que podría haber sido... Además, esos "sustituos" sin arrugas y con cara de lerdos dan mucha rabía (¡sobretodo el de Bruce Willis!). Una lastima, la verdad, aunque por otro lado, puede que con el paso del tiempo algunas de estas películas tan flojas ganen bastante y puede que sean vistas sin prejuicios por las generaciones venideras. Tal vez Los Sustituos sea rescatada como una nada desdeñable joya de principios de siglo. ¿Quién sabe? El tiempo coloca todo en su lugar.