lunes, 16 de marzo de 2009

Bronson y la gran escapada

Al parecer, la última película de Nicolas Winding Refn, ha causado cierto revuelo en su preestreno londinense. La película es Bronson, y viene a ser un biopic sobre el exboxeador y convicto Michael Gordon Peterson, alias Charles Bronson, cuyo único merito en la vida es ser el prisionero más violento de Gran Bretaña habiendo provocado un sinfín de incidentes en cada una de las 120 prisiones por las que ha pasado. (El que mayor se recuerda es en el que cogió a dos presos iraquis como rehenes y amenazó con comérselos si no le daban lo que pedía: "un helicóptero para volar a Cuba, dos metralletas UZI, 5.000 recambios de munición, y un hacha...", como veis, un salao el tío). Charles Bronson, que es como se le conocía en sus tiempos de púgil, esta recluido ahora en una prisión de máxima seguridad en la que tiene prohibido el contacto con otros presos y con el mundo exterior... Por lo que se ha desatado todas las alarmas, al escucharse unas palabras del preso justo antes de la proyección de la película en el preestreno en Londrés el pasado miércoles, y la policía esta investigando como ha sido posible esa filtración...

La película ya ha sido proclamada como la nueva Naranja Mecánica y la polémica que ha suscitado su mezcla de violencia, humor y Pet Shop Boys ya ha generado una legión de seguidores que piden la liberación de Bronson, por lo que más de uno se comienza a preguntar en que clase de mundo vive, y si ya estamos empezando a llegar demasiado lejos con la violencia y el espectáculo en las salas de cine. Y es que una cosa es mostrar violencia y desolación (incluso de un modo gratuito, que me encanta), y otra es hacer de ella un espectáculo que va más allá de lo que se expone en la pantalla propiamente dicha, y convertir a los criminales que retrata en estrellas mediáticas...

Del director de Bronson, tan solo he visto Fear X, una cinta bastante extraña y misteriosa en la que salía John Turturro, y de la que apenas logro recordar nada (por lo que dudo que sea algo del otro mundo). Así que con esta, su última película y toda la mierda que ha generado, tendrá asegurado que muchos vayamos a ver la película promovidos por el morbo y por las hazañas de este anti-heroe criminal, calvo e hijodeputa.
Por otro lado, estoy hasta las pelotas que siempre pongan etiquetas absurdas a las películas, como "la nueva Naranja mecánica". Esto puede tener su gracia y se puede llegar a entendeder en películas como Trainspotting, en la que su director, Danny Boyle, simplemente quiso hacer referencia o guiños, con algunos decorados de la película. Pero que me digan que mierdas como Dobermann (Jan Kounen, 1997), son comparables a la inmensa obra de Kubrick, me entran ganas de vomitar. En fin, no sé muy bien de que palo irá esta película, ni si será buena o mala. No estoy diciendo que tenga que ser una película mala por fuerza. Eso lo juzgaremos todos, pero lo que si es seguro es que cada vez estamos rozando más la barrera de lo inmoral y lo ético. Claro ejemplo es la TV, que no para de vendernos sucesos dramáticos o terribles como si se tratara de la última serie de moda... Por lo tanto, quiero hacer un llamamiento (inútil, lo sé) a todo el mundo para que muestre su disconformidad por como se hacen a día de hoy las cosas tanto en el cine como en la TV.

Solo deseo que el cine muera como espectáculo/negocio de una vez por todas, y que se respete como lo que en realidad es: un arte.

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