martes, 17 de junio de 2008

YO NO SOY NINGÚN CRÍTICO


Hace unos meses adquirí la Guía del Cine Español del crítico Carlos Aguilar, en la que se presume que se recogen nada más y nada menos que más de 6000 películas españolas. Aguilar es todo un experto en el cine español pero pienso que no es ningún amante del cine. Es más, creo que lo odia, si no, no me explico como puede ser capaz de hablar a la ligera de ciertas películas (la gran mayoría de las expuestas en su "guia" y algunas de verdadera calidad) y tacharlas con adjetivos tan "cinematográficos" como: horrible, penoso, mediocre, pésimo y etc, etc, etc... Vamos a ver Mr. Aguilar, si haces críticas y comentarios sobre películas españolas, ten el detalle de tratarlas con un pelín de respeto. Estamos de acuerdo en que no todo te puede gustar, pero no se trata de decir que una película es una porquería y quedarte tan pancho, porque puede ser que a muchas personas le guste esa película de la que hablas y se sientan algo decepcionados por ese comentario tan demoledor como escueto (aunque tambien entiendo que tenga que ser breve, son 6000 películas). Yo me llevé un chasco con esta "Guia" la verdad...

Por otro lado tengo que admitir que las críticas de la revista Fotogramas me gustan mucho, ya que, aunque algunas sean devastadoras, a los críticos se les ve un poquillo de interés en lo que dicen, mientras que un semidios Aguilar parece estar muy por encima de cualquier película, cualquier director o cualquier actor y actriz... Que nos haga algún corto pa' que veamos lo bien que lo hace él, a lo mejor nos llevamos una sorpresa.

Y por último, quiero aclarar que no soy ningún crítico y que a mi lo único que me gusta es el cine (el vino y las mujeres), y que me gusta mucho hablar de películas, tanto de las obras maestras, como de las que estan bien, como las que están mal, pero yo no soy nadie para tirar por tierra el trabajo de nadie, sobretodo si ese alguien ha intentado hacer una película con una pizca de AMOR. Vamos, no creo que todos los cineastas que han habido y que siguen habiendo, hagan películas por el simple hecho de ganar dinero. No lo creo (aunque haberlos hailos) porque para algunos el cine ha sido su ruina. A mi personalmente, me jodería que hiciera una película y que me dijeran:

- Es aburrida.
- Ya, ¿pero que te ha parecido la historia o la fotografía, o lo bien que lo hace este actor, o esta secuencia que me ha quedado tan bien? - les preguntaría en espera de que me aportasen algo y me ayudaran ha hacerlo mejor la próxima vez.
- Simplemente, me parece una película de principiante. Una puta mierda, para que nos entendamos.
- A muy bien, pues que te den por el culo.

En mi pequeña vida de cineasta, tan solo he llegado a rodar un único corto llamado: Sangre, sudor y visceras (excelente título que cogí prestado de un libro sobre gore escrito por Jesús Palacios, un gran crítico). El corto se podría resumir como un cúmulo de negligéncias cinematográficas (¡que montaje!) y de despropósitos narrativos, pero inexplicablemente, a la gente le gustó mucho. Así que, era una mierda hecha con amor que supo ser reconocida como tal. Lamentablemente los siguientes cortos que he intentado realizar, nunca he conseguido terminarlos por motivos diferentes, y espero que proximamente consiga rodar uno entero y colgarlo en este blog. (Se aceptarán críticas, incluso las de Mr. Aguilar). Ahora estoy ultimando un guión y algun contacto con antiguas amistades para la preparación de otra mierda hecha con amor al cine. De confirmarse la participación de los actores, podría colgar algún que otro corto en los próximos meses, eso sí serán de caracter amateur ya que no soy ningún profesional, ni tampoco he estudiado cine en mi vida.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Carlos Aguilar, buena persona

Lazoworks dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Zapatiesta dijo...

¿Carlos Aguilar?
El Rey de las Manías.

Hay un dicho que dice que si los elefantes creyeran en dios, éste sería un elefante.
Para algunos cinéfilos Carlos Aguilar es un dios, imagino que serán gente hechos a su imagen y semejanza.

Lazoworks dijo...

Yo no le conozco personalmente, pero si que encuentro que este libro es una falta de respeto a las personas que, como yo, lo compraron.
Lo encontré una estafa porque se podría haber contado cosas interesantes aunque sea brevemente, de la cantidad de películas que recoge.
Yo también sé hacer un libro deciendo: "una basura infumable, un cardo borriquero, este actor tiene cara de planta...", y así hasta la infinidad...

Tere dijo...

Pues a mí me encanta Aguilar y sus libros. Tiene espíritu crítico, escribe muy bien y sabe de cine como nadie, que es lo que hace falta. Y la falta de respeto la tiene quien hace el bodrio, no quien lo denuncia. Además, la edición es muy bonita.

JuanMa dijo...

Estoy con Tere, y a favor pleno de Aguilar. Quien quiera leer que todo es cojonudo, ya tiene Fotogramas, donde los críticos parecen a sueldo de las distribuidoras.

Bobatti dijo...

Carlos Aguilar, el excelso entre los excelsos, record de exabruptos en su bibliografía gloriosa y padre del fandom español (así va de mal jajajajaja) acaba de opinar sobre el recientemente desaparecido Icono del Bodrio, Paul Naschy al que tantos alaban por sus malas películas.
Leed, leed, los comentarios.

Sus comentarios: Conocí mucho a Paul, y hasta trabajé con él en una película, El aullido del diablo. De Paul puede salvarse el hecho de que abordara un tipo de cine fantástico, el de los monsters tradicionales, en un momento, el fin de los años 60, en que resultaba impensable en España, pues las películas que había hecho antes Jesús Franco eran de distinta índole. También es loable que intentara que su carrera nunca se saliese del género, invirtiendo su propio dinero.
Por desgracia, sus películas están lastradas por su narcisismo personal y su torpeza profesional, de ahí que ninguna sea buena. Fluctúan entre la malamente soportable y el engendro. Lo más curioso de su caso es la legión de fans que siempre ha despertado, en todo el mundo además, fans por lo común irracionales, muchas veces incluso agresivos, ciegos ante la irrefutable realidad de que la filmografía de Naschy es muy mala.