Existen películas de casas encantadas de una calidad indudable, House of haunted Hill (William Castle, 1959), Poltergeist (Tobe Hooper o bueno, Steven Spielberg, 1982), Pesadilla Daibólica (Dan Curtis, 1976), El resplandor (Stanley Kubrick, 1980), House, una casa alucinante (Steve Miner, 1986), La Maldición (Takashi Shimizu, 2002), 1408 (Mikael Hafstrom, 2007)... Pero si hay una película de fantasmas y casas encantadas que se caracterice por ser diferente y rabiosamente original, esa es Hausu (House), un clásico japonés dirigido por Nobuhiko Obayashi, director forjado en la publicidad (cosa que se hace más que patente viendo esta película) y que con esta, su ópera prima, llevaba el cine de terror a una nueva dimensión, cosa que produjo que algunos críticos de la época no la vieran con buenos ojos.
Oshare, una chica que se muere de ganas por irse de vacaciones con su padre (un músico que ha compuesto la banda sónora de la última película de Leone), cambia de opinión cuando descubre que este se ha echado una nueva novia. Y es que la chica no quiere que su padre sustituya a su difunta madre por otra mujer, así que decide marcharse junto a su gato "Copito de Nieve" y sus amigas (la chica inteligente, la especialista en artes marciales, la miedosa, la gorda y una tía que sabe tocar el piano) a la antigua casa donde vive la hermana de su madre, una misteriosa anciana postrada en una silla de ruedas, que vive en soledad atada al amor de un soldado que murió en la guerra. Pronto la tía de Oshare comenzará a comportarse de un modo extraño y se irá apoderando del alma de su sobrina. Sus amigas, por otro lado, comenzarán a desaparecer misteriosamente. Como es lógico, Hausu contiene una moraleja sobre el amor, el amor de verdad en contra del amor egoista. La vieja tía de Oshare, encerrada en su casa, espera a su amado caído en guerra sumida en una terrible solitud y tristeza. Ella no volvió a rehacer su vida y espera ansiosa la llegada de su sobrina para apoderarse de su alma (que por otro lado, también está resentida por el hecho de que su padre rehaga su vida con otra mujer). Por ese motivo, al final de la película, la novia de su padre llega a la "casa encantada" para salvar el alma de Oshare.
La película cumple de sobras todas las expectativas. Hausu, a pesar de tener una historia más bien típica, - con esas adolescentes con las hormonas a flor de piel que se ven envueltas en una pesadillesca historia de terror -, está contada con gracia y de un modo sobradamente diferente y abrumador. Al fin y al cabo, de eso se trata, ¿no? De sorprender y buscar una manera apasionante de contar algo que más o menos uno se imagina. Por eso, algunos de los hallazgos de la película los hayamos en su trepidante montaje y en unos efectos especiales recreados mediante una animación muy kitsch pero de lo más efectiva, que corren a cargo del propio Nobuhiko Obayashi. Y es que este hace lo que quiere con las imágenes: las pinturrea, las colorea, hace desaparecer partes del cuerpo de las protagonistas (antológica la escena en la que un piano se zampa a una de las chicas), y convierte su película de terror teen en una locura fascinante...
7 comentarios:
Curiosa película de la que no conocía nada. Muchas gracias por compartirla con nosotros
Un saludo
La desconocía por completo; me voy a buscarla por la red que seguro que aparece... tiene muy buena pinta...
Si, si, búsquenla que por la red anda... Y con subtítulos!
¡Qué cosas más raras ve usted!
La pillé hace unas semanas y todavía no la he visto... de este sábado no pasa...
Pues a mi la que mas me ha gustado de casa encantadas es "The hauting",pero la version viejuna,no el remake de hace pocos años,bueno,y las de "posesiones" de ciertas paginas de internet...
Completamente de acuerdo con usted, Ángelpito... la primera vez que vi The Haunting de Roberto Wise me entraron unos escalofríos que para qué... pasaron muchos años hasta que pude verla de nuevo, y no había perdido su poder.
Pero esa cabeza cortada parlante que asoma en estos fotogramas hacen que Hausu ya cabalgue en mi mula... los hay que lo queremos todo, todo...
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