Algo está cambiando en Netflix. Después de varias producciones de indudable calidad pero que no conseguían mantener el listón hasta el final (como podrían ser
Okja,
The Ritual -ambas proyectadas en el pasado festival de cine de Sitges-,
El juego de Gerald o
Ya no me siento a gusto en este mundo), llega por fin una película redonda de la mano de quien menos me pensaba: el puto McG.
The Babysitter no es la primera cinta de terror que juega con giros de guion cojonudos (muy recomendable sería el visionado de
Babysitter Wanted, antes o después de ésta), pero lo cierto es que en este caso todo está muy bien colocadito. El guion -obra de Brian Duffield-, los actores -ojo a Samara Weaving (sobrina de Hugo Weaving) y a la muy prometedora futura estrella Judah Lewis -, el empaque visual -McG parece un híbrido entre Edgar Wright y Joseph Khan- y un climax final soberbio, convierten, como decía, a
The Babysitter en la película más conseguida de las (que he visto) paridas por esta plataforma de VOD. Sí, puede que no sea la mejor, al fin y al cabo es un slasher con toques de comedia y películas como Okja, está realizada por un reputado director asiático, pero, como digo,
The Babysitter cumple con creces su cometido. Y lo más importante: ¡de principio a fin!
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